OS11•~ hyeminbaeson

2.9K 80 2
                                    

Hice este shot en formato de poema porque me pareció creativo, nunca he hecho nada asi. Hyemin, si no te gusta, dime porfis🥺🥺

Personaje: Capitán America

Advertencia: triste jsjsj 😔✌️

Salía de mi de mi departamento a las diez en punto como de costumbre. Luces neon iluminaban la calle. Otra noche vacía para mí. Otra noche de acostarse con extraños. Otra noche de pedir un trago más. Otra noche de bailar canciones que ni me gustaban. Otra noche de replantearme mi vida.

Despertarme con dolor de cabeza, con vomitos, desnuda, cansada, sin sentido.

Comprar aspirinas era tradición, buscar entretenimiento en una pasión.
Ver las noticias, sentirme miserable pero al mismo tiempo recalcarme que no era la de problemas mayores.

No me malentiendan, siempre he sido cariñosa, amable, pero eso no quita el hecho de poder tener una vida despreciable.

"Eris, eres bonita, quítate los malos hábitos"
"Eris, no seas bobita, tienes vida por vivir"

Daba y doy lo mejor de mi, con cada persona. No lo parecía pero me ponía detrás de los intereses de otros en cualquier forma.

¿Triste? Seré tu hombro
¿Feliz? Seré tu escucha
Supongo que a veces me olvidaba de prestarme atención a mi, y con ello, las personas también lo hacían. No importa, no me notaba insana.

De pronto un cabello rubio se hizo visible, unos ojos azules tan sensibles.
Aquella mañana que compré un café y regresé con un amigo.

Lo había visto antes, en el noticiero diario, y ahora era mi confidente.

"Eris, me encanta tu sonrisa"
"Eris, ¿te sientes bien? Avisa"'

Se preocupaba por mi
Se acurrucaba conmigo en noches de una infeliz. Lo escuchaba, me escuchaba

¿Tristes? Brindábamos por lo feliz
¿Felices? Brindábamos por lo más feliz

Me fascinaba enseñarle más del mundo actual, de la música, de la cultura. Y adoraba el oír las anécdotas que el contaba con tal tecitura.
Poco a poco nos acercamos más, a tal punto que la distancia se podía cortar.

Jamás olvidaré aquella noche donde me besó al mismo tiempo que Jack a Rose. Donde el tiempo se detuvo aunque el reloj no.

Donde no hubo necesidad de un fuego nocturno, ni de desvelarnos. Bastó con el simple contacto de nuestros labios.

Me sentía completa, feliz. Poco a poco mi fortaleza aumentó y mi sonrisa se ensanchó.
Mi miedo con las personas desapareció y los malos hábitos se esfumaron.

Mis "amigos" me veían mejor
Mi autoestima creció
Me sentía muy bien
Me sentía estable
Por fin equilibrada
Por fin libre

Lo nuestro al poco tiempo fue oficial, "Steve y Eris" en titular.
Nos fotografiaban, nos seguían, nos amaban, nos querían.

Éramos los favoritos, los más reales, los más felices. Éramos eternos.
Lo nuestro parecía perfecto, me lo creí por completo.

Wade Wilson mismo lo dijo, y es que nada dura para siempre, por más que uno quiera e intente.
Steve disimulaba bien, nadie lo esperaba de él. Señor Paciencia, señor Valores, caballerosidad era su segundo nombre.

El recuerdo es amargo, más amargo que cualquier tequila, más amargo que limón en una herida. Pero tan presente que opacaba todo pensamiento en mi mente.

De mi trabajo salí aquel 13 de Septiembre, me vería con Steve a las siete y veinte.
Mi vida en ese entonces tenía sentido, ese sentido tenía nombre.

Pasé a mi hogar a mi ropa arreglar, a mi cuerpo perfumar y mi cabello disimular. Me veía tan bien, tan feliz, sin saber que lo que me esperaba me dejaría una cicatriz.

Caminé hasta nuestro restaurante, esa cafetería donde nos habíamos conocido, que estaba a la simple vuelta de la esquina.
Veía carros pasar, luces brillar al igual que la sonrisa que él me dibujaba.

Qué bonita pareja la del auto de unos metros, se veían tan contentos entre beso y beso.
Esa sonrisa mía fue desapareciendo mientras la cara del joven iba esclareciendo.
Ese cabello rubio, esos ojos, esa piel tan lisa, era él.
La joven Carter parecía divertirse, Steve al percatarse, le pareció correcto disculparse.

"No es lo que crees"
"Eris por favor, puedo demostrarte que soy quien ves"

Y yo sé lo que veía, que había perdido al sentido de mi vida.
No había nada que decir, no tenía voz para gritar, pero sobraban lágrimas para derramar.

Semanas, meses, nunca iba a olvidarlo. En fin, debía suponerlo, era demasiado bueno para conservarlo.

Y nuevamente se hizo costumbre el salir a las diez en punto de la noche.
Y nuevamente mi vida estaba vacía.
Y nuevamente nada tenía sentido.
Esta vez, multiplicado por diez.

One Shots |Marvel|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora