One Shots |Marvel|

One Shot para... (7)

This one goes for Maverick-Baker-Fans

Hero: Vision

—Este es mi departamento... —dije después de abrir la puerta y entrar junto al tierno androide

—Acogedor... —dijo viendo todos los rincones

"Cjjjjhhh"... una amenaza por parte de mi gato, Lucius, se hizo presente

—Felino doméstico caracterizado por una actitud egocéntrica pero tierna —pronunció, dejó de flotar, posó sus pies sobre el suelo y se agachó —¿Tiene nombre este minino? —reí por su formalidad

—Lucius, el gordo Lucius —reí levemente mientras cerraba la puerta

Vision se acercó a acariciarlo y éste al instante le enseñó sus colmillos mientras su espalda se arqueaba

—Me tiene miedo —dijo Vision con su típica forma de hablar, algo decepcionado

—¿Qué esperabas? —reí enternecida —Nunca te había visto por aquí, eres rojo... hermoso y sexy, pero rojo —posé mis manos sobre sus mejillas, y pronto su apariencia física fue haciéndose más humana

—Ahora soy hermoso y sexy pero normal —reí

—Dios Vis, te amo —tomé su barbilla y le di un corto beso

—Tu tienes alas negras preciosas pero imponentes, ¿cómo no te tiene miedo a ti? —preguntó acariciándolas

—Se acostumbró, supongo, pero le fascina jugar con las plumas que se caen —arranqué un par que estaban por caerse y se las di a mi novio—A ver, ¿por qué no inicias de nuevo con Lucius? —le aconsejé sonriente

Él volvió a agacharse y comenzó a hacer bailar a las plumas negras con sus manos, el gato comenzó a querer seguirlas

—¿Ves? Juega contigo, le agradas —sonreí enternecida —¿Qué te parece si lo llevamos a pasear? —Vision me vio lo más emocionado que podía mostrarse

—Me suena fantástico —mi sonrisa se amplió

—Perfecto —tomé la correa del gordo de Lucius y salimos del departamento. Nos encaminamos al parque más cercano, que estaba a un par de casas ya que vivo prácticamente al lado de Central Park

Mi felino era raro, a la mayor parte de los gatos no les gusta ir a pasear y mucho menos con correa, pero parecía fascinarle. Tiene alma de perro este tipo.

(...)

—Mira, Vis —empecé mientras caminábamos tranquilamente junto a los árboles y la hierba húmeda —Se que tienes mucha información, que sabes demasiadas cosas, pero no lo elemental, mi querido —le sonreí —¿Sabes de cómo atraer los patos del estanque sin comida?

—La verdad no, ¿tal vez cantando como Cenicienta? —respondió mostrando su poco pero genial humor

—No —dije entre risas —Aunque mal no estaría —

Miré hacia todos lados, teniendo por seguro que no hubiese gente cerca, me quité el abrigo que cubría mis alas. Estas, al ser libres, se extendieron y alzaron, haciendo que gracias a una ráfaga de aire mi cabello dorado rebotara sobre mi espalda.
Me puse a la orilla del muelle del estanque y sacudí mis alas como si fuese pájaro a punto de despegar. La madre de los patitos se dirigió hacia mí e hizo lo mismo, movió sus alas; sus hijos, como buenos soldaditos, imitaron el acto de su mamá.

—Impresionante... —dijo Vision —No sabía que podías hacer eso —

—Son algunas de las garantías de estas preciosuras —acaricié suavemente sus plumas y volví a resguardarlas en el abrigo.

Tomé la correa de Lucius nuevamente y continuamos nuestro camino.
Todo marchaba muy bien, estábamos tranquilos, felices y relajados, hasta que...

¡Meeeeoooooowwwwww!
Lucius, enojado, corrió hacia un pájaro que le había picoteado la espalda

—¡Lucius, ven para acá! —ordené mientras continuaba corriendo

El felino se alejaba cada vez más, harta y algo desesperada, me quité el abrigo y comencé a desplegar para volar

—¡Anyeliz, guárdalas, podrían verte! —gritó Vision pero hice caso omiso

—Cuando recupere a ese gordo gato lo haré —

Vision me vio pensante y se detuvo en seco. Me dejé de preocupar por él y devolví mi concentración en volar lo más rápido posible.

Pasaron unos segundos más, empezaba a cansarme, hasta que una ráfaga azul cruzó metros más adelante.

—¡Pietro! —bajé cansadisima

El peliplateado iba a saludar, pero primero corrió y volvió con Vision

—Me agradecen luego —vio a Lucius, le hizo unos mimos en su pancita y me lo dio —¡Nos vemos! —

—Se que fui impulsiva, pero... —

—Lo entiendo —interrumpió mi novio —De verdad, hubiera hecho lo mismo si fuese mi mascota y con tanta historia con ella —

—Gracias por llamar a Pietro, aunque creo que lo tenía —me excusé

—Sí, a varios metros de distancia... —sonreí "ofendida"

—Alguien anda muy graciosito hoy eh —coloqué a Lucius en el suelo con su correa en mano

—Algo, más que nada porque estoy feliz —

—¿Feliz, en serio, puedo saber por qué? —me acerqué a el

—Por ti —dijo con un dejo de monotonía y ternura, le sonreí y le di un corto beso

—Te amo, Vis. Oye, ¿me acompañas por pizza? —

—Te amo más, y por supuesto, ¿Oliveiro's? —asentí

—Me conoces bien cielo —reí y nos encaminamos a la pizzería

Y así termina esta aventura. El joven androide simulaba comer de esa pizza de jamón y pepperoni mientras cuidaba al minino Lucius, sentado junto a su amada novia Anyeliz, que disfrutaba vorazmente de su comida.
El sol empezaba a caer, los faroles nocturnos en la ciudad de Nueva York se encendían, pero nada brillaba mas que el amor de esos dos. Pronto llegarían a casa a descansar, o más bien no descansar del todo.