OS12•~ lauu_marasca

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Personaje: Clint Barton

Advertencia: Smut

—Golpea con izquierda, Jessica, patea con derecha —ella obedecía —¡Pero con fuerza, que no son caricias! —ella dio todo lo que pudo —Da más, ¿puedes o no? —empezaba a enojarle la actitud de su entrenador, Clint, pero no dijo nada

Siguió golpeando y golpeando al saco de arena y al muñeco de práctica

—Jessica, Jessica... —empezó, aparentemente harto —GANCHO IZQUIERDO, KICKING DERECHO —gritó

—Okey, ¿CUÁL ES TU PROBLEMA? —espetó ella —Sí, se que eres estricto, pero no grosero —se cruzó de brazos

—Nada, mierdas personales —evitó el tema —Continúa que el entrenamiento no se hace solo —

—¿Siguen con lo del divorcio, cierto? —Barton asintió —¿Cómo va eso? —

—Estamos viendo la custodia de los niños... me fascinaría quedarme con ellos, pero todos sabemos que no es lo mejor —hizo una mueca

—Tranquilo Clint, será difícil pero va a estar bien... —le puso una mano en el hombro y notó que el hombre se tensó

—Continuemos... —ella asintió

Volvieron a la lección, Barton estuvo tranquilo pero sólo duró dos segundos, volvió a gritar y forzar.

—Mierda, Jessica, ¿vas en retroceso o qué? ¿Sólo puedes dar eso? ¿Acaso no puedes hacerlo mas fuerte? ¿Tienes alguna condición...? —fue interrumpido por una cachetada de su aprendiz

—Clint, te dije que pararas, se que tienes problemas pero... —ahora ella fue interrumpida gracias al desesperado beso que su entrenador empezó

Estaba confundida, pero ahora sabía el motivo del divorcio...

Ella continuó el beso, mentiría si dijera que nunca sintió atracción.
Las manos de Clint, rápidas y ágiles, buscaron los bordes de la blusa de la muchacha, levantándola por completo, tirándola en algún rincón del gimnasio

—Barton, esto... —empezó la joven, resistiéndose por el aún no concluido matrimonio de su entrenador

—¿Lo quieres o no? Porque yo estoy muy seguro de mi respuesta... —ella asintió —¿Sí...? —

Jessica no respondió, sin embargo, sonrió pícara y se le aventó en un beso.
Envolvió sus piernas en la cadera del arquero, rozando sus pechos cubiertos por un top deportivo en el abdomen marcado del hombre, quien se sacó la camisa inmediatamente con ayuda de la chica.
Pronto la respiración pesada se convirtió en suspiros, y esos suspiros en gemidos

Clint la acorraló contra la pared del gimnasio, quitó su top, besó su cuello, su clavícula y su pecho hasta llegar a sus senos, donde se tomó su tiempo a explorarlos y darles una probada.
Cuando terminó de jugar con ellos, sentó a Jessica en un tapete de yoga; ella, apurada, se quitaba sus mallas deportivas, y el agente sus bermudas... a ella se le escapó una pequeña risa por tal escena

El hombre se agachó y acercó peligrosamente a ella, y volvió a besarla, esta vez con más dulzura y menos desesperación.

Bajó sus besos de su cuello a su abdomen y de ahí bajó y bajó, tanto que a Jessica le dieron escalofríos

De pronto, sin espera alguna, sintió la mano de Clint entrando en ella.

Fua, cómo habían avanzado, unos minutos atrás estaban practicando Kick-Boxing y peleando

Mierda, sus dedos eran grandes y hace mucho una mano no entraba por ahí, pero se sentía bien.
Jess se retorcía de placer, no podía creer que estuviesen haciendo lo que alguna vez soñó a escondidas.
Clint parecía divertirse, le gustaba tener el control, pero eso no duró mucho tiempo. La muchacha invertió la posición, y sin siquiera pensarlo, metió el miembro a su boca.

Chupaba, lamía, succionaba y por ratos lo sacaba de su boca; Barton estaba a sus pies.
Ella estaba en el nirvana, y el más allá de ello; empujaba su cabeza y ella lo veía a los ojos, volviéndolo loco, hasta que paró en seco, frustrando a Clint.

—Mierda... —él se quejó

—¿Qué? No quiero que dures cinco minutos —rodó los ojos

De pronto oyeron pasos, era Wanda. Se vieron asustados y recogieron su ropa rápidamente; desesperados, entraron en la bodega del gimnasio.

—Aquí vamos a entrenar —le dijo a Pietro

—¿Qué mierda es eso en el suelo? —vieron por la rendija... había fluidos y saliva en una parte de los tapetes de yoga. Los ojos de ambos conectaron y se aguantaron unas risas

—Ni idea, ha de ser agua. Empecemos, solo son treinta minutos —contestó Wanda restándole importancia

—Creo que estaremos aquí por mucho tiempo —susurró Jessica

—¿Qué quieres hacer? —preguntó el arquero y ella sonrió maliciosa

Se lanzó a besarlo, conteniendo gemidos, y todo lo demás que pasó, es cuento largo...

One Shots |Marvel|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora