Capítulo 1

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Otro suspenso... Bueno, qué se le iba a hacer si no era una empollona.

Me levanté de mi pupitre y dejé mi examen en la mesa del profesor ignorando a todos aquellos que alardeaban de buenas notas. Al volver a mi asiento, me concentré en mirar hacia la ventana. Envidiaba ver a aquellas aves volando por el cielo, siendo libres con derecho a ir a donde ellos deseaban, sin obligaciones, sin deberes... Sin nada que hacer en la vida, simplemente sobrevivir en un mundo que cada vez se hundía más en la mierda.

-Recordad que los que no hayan aprobado este examen, van directos a las recuperaciones. Ahora colgaré en el tablón el horario.-Ni siquiera me limité a escuchar al profesor, me sabía ese discurso de memoria.

Mi madre siempre se quejaba de que sacaba malas notas, pero me comprendía ya que mi mente pensaba de diferente manera a las demás. Todo el mundo en matemáticas calculaba, yo dibujaba la posible respuesta, en química ellos mezclaban sustancias para reaccionar a otras, yo las mezclaba para ver qué color resultaba. Confieso que más de una vez me dieron ganas de hacer explotar aquel maldito laboratorio de la segunda planta, no tenía muy buenos recuerdos.

Quedaban apenas 5 minutos para irnos del instituto, pues el profesor seguía hablando sobre los suspendidos. Ya conocía a todos de memoria, éramos siempre los mismos.

-¿Estudiarás?-Me preguntó Elena sentándose a mi lado. Me encogí de hombros.- ¿Sabes que este es el último año verdad?-Asentí con la cabeza.- ¿Quieres repetir?-No contesté.

-Déjame en paz.-Escondí mi cabeza entre mis brazos apoyados en la mesa, Elena me acarició la espalda.

Todo el mundo estaba completamente obsesionado con qué iban a hacer en un futuro, pero, ¿realmente era tan importante? Al fin y al cabo, más de la mitad de la población trabajaba de algo que no le gustaba y también en pocos casos, que sabía hacer. El hecho de que sacara malas notas no era porque fuese tonta, simplemente no me salía de los ovarios hacer algo en ese infierno llamado escuela, era por eso que todavía la palabra "trabajar" no había aparecido en mi diccionario.

Tocó la campana, en cuestión de segundos el aula se vació y en los pasillos se veía a todos los alumnos queriendo volver a sus vidas.

Hace tiempo, una vez en la hora del recreo donde siempre estaba con mis amigos, me fijé en ver a los alumnos de otras clases. Según los tópicos, todos estaban en diferentes grupos sociales, pues me di cuenta de que en mi caso no era así, si no que todos éramos una especie de macedonia con verduras, pescado y carne. En las pistas de fútbol y baloncesto, se podía divisar a chicos y a chicas jugando y peleándose, en las gradas de esta habían diferentes grupos de personas de los cursos más altos donde utilizaban los móviles escondiéndose de los profesores, en los bancos más cercanos a las vallas se veían a los más pequeños, en las zonas más escondidas del edificio a los fumadores y debajo del gigantesco techo que sobresalía del gimnasio estaban los restantes, ahí estaba yo.

En la salida, siempre se formaban aglomeraciones de personas queriendo salir, yo me limitaba a esperar a que se vaciase para poder salir de ahí en paz.

Ese día pasó rápido. Al volver a respirar aire puro, me encaminé hasta la parada del autobús donde esperaban los demás para volver a sus casas. Al sentarme, saqué mi teléfono de mi mochila junto con mis auriculares conectados, los coloqué en mis oídos y le di a "reproducción aleatoria" de mi lista de Spotify.

Vi como asomaba el autobús por la esquina de calle y todos inmediatamente nos levantamos, por suerte era la primera parada e iba vacío. Se abrieron las puertas y fuimos entrando uno a uno, como siempre, yo era la última. Caminé por el pasillo entre los asientos hasta ir al final de este, me senté en el lado de la ventana y dejé mi mochila a mi lado con mi brazo en una de las asas, era una técnica que utilizaba para que nadie se sentase a mi lado y para no correr el riesgo de que me robasen.

Cerré mis ojos mientras dejaba que la voz de Taylor Momsen junto a una guitarra eléctrica reventase mis tímpanos. El autobús partió en su camino, próxima parada: hogar asqueroso hogar. 

sentimientos quiméricos » BTS (pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora