Capítulo 31

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Narra ____:

-¿Qué tal en esta zona?

-¡Sí, ahí es perfecto!

Varios días más tarde, mis padres me obligaron a acompañarles al lugar donde se casarían.

Por suerte, toda la banda quiso acompañarnos hasta aquel lugar. Escocia era un país lejano y a pesar de que el inglés no fuese un idioma que controlasen, fuimos juntos como una familia.

Sí, mis padres decidieron casarse en un castillo escocés en Inverness del s.XV, y justo en pleno invierno. ¿Inteligente verdad?

Todo el paisaje estaba nevado, a la mínima que asomabas la nariz fuera de casa esta se congelaba. ¡¿En serio no podrían haber esperado hasta el verano?!

Lo peor fue la manera en la que lo recibí.

✘✘✘

Mansión de los Jeon, 7 de enero, 05:36 pm

Las cosas en casa seguían igual.

Mis padres estaban ilusionadísimos con la boda, mi hermanastro y Yewon era uña y carne, y yo, simplemente pasaba el rato con mis amigos, o sola, entretenida con mis cosas.

Aquella tarde la casa estaba más ajetreada de lo normal, pues el servicio doméstico estaba retirando las decoraciones navideñas y un montón de estilistas, peluqueros, diseñadores de interiores, camarógrafos, mayoristas de cáterin... etc., abundaban por todos los rincones.

Me cansé de tener que estar encerrada en mi habitación, quería salir de ahí. Opté por quedar con alguien, pero se me hizo imposible.

Tae estaba de resaca, Jin tenía que ayudar en el restaurante, y Suga se encontraba ocupado con RM y Hope con cosas de la banda y, cómo siempre, todo era información confidencial para mí.

Todos los videojuegos que tenía ya me los pasé, no quería releer más libros y ninguna serie actual me llamaba la atención; hasta que una bolsa al lado de los sofás apareció en mi campo visual.

Miles de recuerdos venían a mi mente a cada paso que daba hacia aquella mochila. Por fuera estaba impoluta, pero nada más abrirla, una capa de polvo envolvía todo.

Intacta, se encontraba mi preciosa CANON 7D, con varios objetivos, un par de baterías y el maldito trípode que rompió el perro de Elena.

Elena... Por más que quisiera, ese nombre nunca se iba de mi mente, a pesar de que no parecía darle importancia.

¿Seguirá pensando en mí? ¿Habrá rehecho su vida? ¿Qué estará haciendo? Probablemente dormir, amaba levantarse tarde.

Encendí la cámara con la esperanza de que la batería tuviese carga suficiente, y así fue. En la galería habían cientos de fotos de ella; sola, con amigos, con su mascota, y por último, conmigo.

Me costaba admitirlo, pero no la podía olvidar. Ella siempre fue mi musa, mi modelo perfecta, es decir, ¿cómo iba a tirar a la basura más de 10 años de mejores amigas y 3 de novias?

Una vez me dieron una clase de psicología donde explicaron que la mente de un hombre era como una gran sala llena de baúles, y en cada uno de ellos se almacenaban memorias, opiniones, anécdotas... etc.; en cambio, la mente de una mujer era un solo cable que se liaba y enrollaba entre sí cientos de veces, dando a entender que a la mínima que hablasen de algo, lo que fuese, lo relacionarían con otra cosa y así sin haber un final.

Menuda idiotez.

Estaba más que convencida de que mi mente funcionaba como la de un hombre (como si entre sexos se pensase diferente, repito: menuda idiotez), y Elena, era uno de aquellos cofres que una vez abierto, no encontraría llave para cerrarlo.

sentimientos quiméricos » BTS (pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora