Capítulo 37

665 52 7
                                    


-¿A que mi preciosísima amiga me va a hacer el favor de pagar esta sesión de compras?

Me preguntó Sara nada más entrar a la rambla de nuestro pueblo, donde se encontraban todas las tiendas de ropa. Pues tanto ni ella ni como yo, permitiríamos ir sin ropa nueva a la discoteca del Abern tras tanto tiempo.

-Dalo por hecho. Con tal de joder a mi padrastro gastando su dinero, hago lo que sea-ambas reímos.

-¿Tanta pasta tiene?-me miró con una ceja alzada y una media sonrisa-. ¿No tendrá algún hermano?-preguntó en tono sarcástico.

-Está casado.

-¡Mierda!-se aferró más a nuestros brazos entrelazados y apoyó su cabeza en mi hombro mientras caminábamos-. Echaba de menos esto.

-¿Gastar dinero?

-¡No! Estar contigo, idiota.

-¿Tanto han cambiado las cosas?-asintió y quitó su cabeza de mi hombro.

-Te juro que ha sido horrible-vi en su rostro una mueca triste.

-¿Por qué no me dijisteis nada?-pregunté con un mínimo de enfado en mi tono de voz.

-...-hizo un silencio como respuesta que no me gustó nada.

-Te he hecho una pregunta, al menos respóndeme.

-Huh...-suspiró antes de hablar-. Elena nos prohibió hablar contigo.

Chasqueé la lengua contra mi paladar con rabia. Giré mi cabeza a otro lado y respiré profundamente con los ojos cerrados antes de hablar. Milagrosamente, mis pies no se detuvieron ante el enfado que crecía en mi interior.

-¿Y se puede saber por qué esa tía hizo eso?

-Todavía no lo sabemos exactamente, pero hacía el amago de que solo te quería para ti. Tía-hizo una pequeña pausa-. Que se pensó que me molabas.

-¡¿Qué?!-grité sorprendida. Ambas reímos a carcajadas.- ¡No me jodas!

-¡Sí, sí! ¡Te lo juro tía!-la gente nos miraba de lo alto que nos estábamos riendo.

-En serio esta tía es un espectáculo-dije una vez ya más calmadas.

-No sé. A ver, que yo entiendo que fuisteis mejores amigas, y que es tu ex, pero un poco loca está.

-¿Un poco? Dios, cómo pude estar con alguien así.

-Eso es lo que decimos todas, cariño mío-ambas reímos-. ¿Entramos aquí?-preguntó y se detuvo ante una tienda de ropa moderna.

-Con que compres lo más caro, más gastarás a mi padrastro y más feliz seré yo-rio ante mi comentario y ambas entramos.

✘✘✘

Finalmente, y tras destrozar mis pies rondando por medio pueblo, escogí unos leggins negros, una camisa de tirantes con mándalas blancas y unas bambas blancas nuevas. Me sentía rara al llevar algo blanco, pero no venía mal cambiar de estilo de vez en cuando.

Sara intentó convencerme de que llevase tacones, o al menos botas con algo de plataforma, pero ambas sabíamos cómo acabábamos en las fiestas de esa discoteca, e ir cómoda era algo imprescindible.

Pero sí consiguió engatusarme para que fuésemos a una peluquería. Yo simplemente me alisaría el pelo, pero ella era la reina de la moda, y tenía que ir elegante allá dónde iba. El peinado me costó un pastizal y eso que tampoco era nada del otro mundo, pero lo pagué con una sonrisa de oreja a oreja.

sentimientos quiméricos » BTS (pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora