—Bien, aquí vamos— decía para mí mientras bajaba a desayunar, mi madre ya estaba ahí y me esperaba con una sonrisa cálida.
—Buenos días mi niña, ¿que tal la cita de ayer?— preguntaba Toriel con un tono atrevido, tan solo mencionar eso me hizo enfurecer...
—¿Eso a ti que te incumbe? Preocupate por tus asuntos Dreemurr, luego por los ajenos, nos vemos, ya no tengo hambre— antes de que ella pudiera reprochar o detenerme yo ya había salido y avanzado rápidamente con mi mochila en la espalda.
—Vieja tonta...— pensaba aquella oración en mi cabeza, prácticamente, ya no tenia la misma racionalidad de antes.
Mientras caminaba hacia la escuela me tope con varios alumnos, la mayoría me saludaba pero les daba misera importancia y los pasaba por alto. Del modo que esperaba, comenzaron a oírse murmuros a mi espalda, claro, sobre mí, solo volteaba a verles con una mirada sombría y fría, haciéndoles tener miedo ante mí.
Esto estaba comenzando a agradarme.
Al entrar me dirigí directamente al aula, lo que menos quería era encontrarme con Sans, deje mi mochila en mi asiento y camine en dirección a los patios delanteros, Sans nunca iba ahí porque estaban a la vista de los profesores, así que era un buen lugar para pasar el rato a partir de ahora.
—Wowie, monstruo, ¡que raro encontrarte en esta área!— esa voz... Era perteneciente a Papyrus, lo miré y como siempre este estaba sonriendo, me limite a hablarle y solo le ignore para concentrarme en un libro que tome de mi mochila antes de salir del salón.
—¡Ey! ¡El gran Papyrus te ha saludado monstruo! No seas un bicho raro y mirame, anda, vayamos por...— antes de que terminara de hablar le interrumpí.
—Vete a joder a otro lado, o si no el único que terminara aplastado como un bicho, serás tú
—Oh... M-Monstruo... Yo no quería... Lo siento...— decía mientras su voz se quebraba con cada palabra que salia de su boca, se marcho corriendo con las manos en su rostro hacia cafetería.
Sentía un poco de lástima, Papyrus era una buena persona pero... Él es hermano del imbécil que me engaño, así que no daría excepción alguna.
Ahora que lo pienso, sería divertido hacer sufrir a la gente que Sans aprecia: Papyrus, Undyne, Alphys eran los principales. Papyrus ya estaba fuera de mi lista por ahora, seguía la chica deportiva: UNDYNE.
Una sonrisa se formo en mi rostro, esto estaba mal, pero, lo que hizo Sans era lo que realmente era lo malo, así que, daba igual, solo es una forma de dar AMOR.
Escuche sonar el timbre que indicaba que las clases iban a comenzar, tome mi libro y me dirigí al salón, cuando llegué el profesor ya estaba adentro, pero de todos modos entre como si nada, ese profesor era tan despistado y estúpido que se podría estar vendiendo droga enfrente de el y el ni siquiera se percataría.
—¡Yo! ¡Hola Frisk!— exclamo Monster Kid alegre por verme, le mire fríamente y me senté, le observe de reojo y vi que su expresión cambio a una de sorpresa, bueno, era de esperarse.
—Niñato idiota— pensaba acerca de Monster Kid, ahora que veía, es muy molesto.
En menos de lo que pensaba el receso acababa de comenzar. Salí seguida de Monster Kid, comenzaba a enfadarme esto, caminé hasta detenerme en un pasillo solitario, este aún me seguía.
—¡Y-Yo! ¡Hey! E-Eh escuchado cosas sobre ti y quiero saber si es cierto... ¿Q-Qué significa esa expresión en tu cara?— estaba aterrado, simplemente no decía nada y me seguía observando con una mirada fría pero sínica a la vez.
D e v e r d a d c o m e n z a b a a c a n s a r m e e s t e c h i c o.
—¡Responde!— exclama el chico rubio con desesperación, él comenzaba a temblar y a sudar exageradamente, eso de verdad... Era molesto.
Me acerca el para darle un golpe involuntario, pude lograr ver la cara de sorpresa que tenia este ante esto, sonreí satisfactoriamente cuando sentí como mi puño era recibido en una parte suave de la cara.
Pero no era Monster Kiddo quien lo recibió.
—Mocosa...— enunciaba Undyne mientras tenía su ojo cubierto por su mano, al parecer, esta le protegió del golpe.
Esto no se va a poner bonito.
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The New Life (Undertale ~Frans~) (HIATUS)
FanfictionFrisk es alguien diferente a los demás. Es un monstruo. Pero eso nunca fue razón para que Toriel no le diera un hogar después de hallarla. Ahora ha crecido y tiene que ir a el colegio, y gracias a su destino conoce a toda clase de personas, que le c...