The New Life (Undertale ~Frans~) (HIATUS)

Un día con Sans

   —¡Sans! ¡Sans! ¡Arriba huesos flojos!– escuche decir a mi hermano Papyrus desde el piso de abajo, abrí los ojos lentamente y vi ese techo de madera tan interesante, frote mis ojos y me senté en la orilla de mi cama.

   —Y aquí vamos de nuevo– dije para mi mismo mientras me levantarme y comenzarme a colocar el uniforme del colegio claro a excepción del suéter de este, prefería usar mi chaqueta azul, se ve mas sans-tastico según mi huesuda opinión.

   Después de varios regaños de Papyrus y de desayunar comenzamos nuestro largo camino al colegio.

   —Nye hehehe hermano, ojala nos encontremos a la monstruo, seria lindo ¿no lo crees?– dijo mi hermano con una larga sonrisa en su rostro, no se el por qué, pero, me molestaba eso, que él sonriera así por MI FRISK.

   —Sí hehe– respondí sonriendo levemente, quizás no me agradaba la sonrisa de Papyrus pero si me agradaba la idea de encontrarme con ella. Pero lamentablemente, no la encontramos en nuestro recorrido.

   —¡Huesos flojos!– fueron las palabras mas hermosas para recibirme por parte de Undyne.

   —Heh hola pescado– sonreí a esta a la cual se le notaba el enojo en su feo rostro, siempre me causaba gracia esto.

   —¡Sans! ¡Siempre te he dicho que no le digas así a la presidenta del consejo estudiantil y cabeza de todos los deportes Undyne! Aunque ahora que lo pienso... Es un nombre es demasiado largo hehehe– exclamo Papyrus algo pensante, Undyne y yo reímos levemente.

   —¡Ngah! ¡Buena esa Papyrus! ¡Vamos! ¡Vayamos al salón huesudos!– dijo Undyne mientras levantaba una lanza de luz, quizás se pregunten, ¿por que tiene una lanza de luz? Es para una obra escolar que habrá en noviembre, Undyne hará el papel de la heroína del pueblo, en fin, yo seré una roca hehe.

   Cuando me di cuenta Papyrus y Undyne ya estaban caminando hacia su salón, suspire pesadamente y emprendí mi camino hacia mi salón, yo estaba en clases diferentes a la de ellos, así que daba igual si me iba sólo, mientras caminaba mire por unos segundos la entrada de la escuela, logre visualizar a Alph y a Mettaton.

   —Ah, ese idiota de Mettaton– susurré lo mas bajo posible para que ningún Dumbo me oyera, rodé los ojos y cuando iba a seguir mi camino la vi a ella, a esa hermosa chica de pelaje blanco y cabellos castaños que tanto quería, tan solo en verla me ponía nervioso, por lo que me coloque el gorro de la chaqueta y me fui, ojalá no me haya visto.

   —V-Vamos Sans, hay que ir al l-laboratorio– dijo Alphys mientras jalandome del gorro ya que me había quedado dormido como comúnmente lo hacia en casi todas las clases, opte por levantarme y seguirle, pues, no tenia nada mejor que hacer, por ahora.

   —Hora de comenzar la clase– dijo el profesor mas chiflado de la escuela, Wilson Daniel Gaster, o mejor conocido como W. D. Gaster, me resultaban graciosas sus clases, eran las mas fáciles para interrumpir con mis sensacionales chistes.

   Unos momentos mas tardes

   —Argh, nunca entiendo estas aburridas clases de ese profesor loco, no son de mi fantástico estilo del glamour– dijo Mettaton posando ridículamente como siempre. Alphys como siempre, casi nunca comentaba nada y mi buen amigo "Annoying Dog" (su nombre es Tobías) simplemente se la pasaba con su teléfono y sus audífonos puestos, la verdad me sentía sofocado así que decidí irme a cafetería, total, era receso.

   —¡Yo! ¡Vamos Frisk!– escuche decir a el niñato de Mannuel Kasse mientras compraba unas papas con kétchup, volteé rápidamente y la vi, me quede parado como un idiota observándola hasta que reacciona cuando ella se marchaba acompañada del chico rubio del suéter de rayas y de la castaña del suéter verde y amarillo, no dude ni un segundo para seguirles.

   —Se ve linda con ese suéter– susurré mientras estaba sentado enfrente de un viejo árbol, desde ahí tenia una excelente visión de mi Frisk, hoy trajo un suéter azul y morado, algo peculiar pero muy lindo, se le veía muy bien, hacia resaltar todos los rasgos de ella especialmente sus... ¡Argh dios mio Sans! ¡No pienses en eso!

   Cuando vi que sus acompañantes se alejaban yo comencé en acercarme a ella, de nuevo esa sensación, siempre cuando voy o estoy con ella siento que algo ocurre en mi estómago, y no, no es porque este enfermo o necesite ir al baño, simplemente me pasa...

   —¿Sans?– pregunto una voz cálida que posaba su mano por el frente de mi rostro, me había perdido en mis pensamientos que nunca note cuando llegue con ella, solo reí un poco y dije:

   —Oh, lo siento kiddo, este hueso fácilmente se pierde en el blanco de tu pelaje hehe– como comúnmente lo hacia, le guiñe un ojo, su reacción fue positiva según yo, río y se sonrojo levemente, ese suave sonrojo siempre me volvía loco, me recordaba que debo seguir intentando que esta gran chica se enamore de este patético saco de huesos.

   Y se que lo lograré.