The New Life (Undertale ~Frans~) (HIATUS)

Monte Ebott. Primera Parte.

La calma es un buen motivo para vivir alegre. El caos es un mal motivo para sonreír.

   --¡Mamá! ¡Nos vemos después! --dije alegre antes de salir por aquella puerta del hogar de la persona que me acogió cuando más lo necesitaba, y que nunca en mi vida olvidaré. Así es, hablo de Toriel.

Ella es una señora albina de vestido morado, gentil y amigable, capaz de proteger a quien lo necesite... excepto a su ex esposo.

Continuando con mi recorrido, seguí avanzando, tomé mi trayecto habitual hacia la escuela, mismo que topa la casa de los hermanos Morgansten, Sans y Papyrus, ¡mis mejores amigos! O bueno, al menos uno de ellos lo es.

Él otro, pues... lo considero mucho más que eso, cada vez que lo veo mi corazón se acelera, mi pelaje se eriza y mi cabeza solo puede pensar en una cosa.

En él.

Apresurando el pasó, conseguí llegar a mi amada escuela, la cual, incluso con todos los prejuicios que me rodeaban al ser un monstruo, me hizo gozar de grandes amigos, a quienes guardo en lo más profundo de mi corazón.

El día de hoy me alegraba el hecho de que compartiría otra experiencia genial junto a ellos, ya que en unas horas se llevaría a cabo la obra escolar que Papyrus, Sans y Undyne llevaban tiempo planeando.

Esta última fue todo un reto caerle bien, pero gracias a la ayuda de Monster Kid, pude serle de su agrado, además, de igual forma por el apoyo que ella y Alphys me brindaron, logré triunfar ante Mettaton, quien tampoco se quedó atrás en mi lista de amistades.

Y por último, el director Asgore, ¿qué puedo decir de él? Me salve de que él me expulsará gracias a que todos me apoyaron en permanecer en el sitio donde ahora estoy.

Y estoy determinada a continuar aquí.

Por todos.

¡Por él!

--Parece que lo conseguiste --pronunciaba una suave femenina voz detrás mía, la cual, conocía a la perfección.

--Charlotte...

--Soy Chara, pero no importa, aquí el asunto aquí es otro. Frisk, querida Frisk, ¿por qué no pudiste echar todo a perder y simplemente perderte? ¡Todo esta tan bien sin ti! Asriel solo tenía ojos para mi, todos los estúpidos estudiantes prevalecían sin molestar mi existencia, hasta que tu llegaste, pero, querida Frisk --la castaña realizó una pausa al hablar, pasando su mano por el largo de su rostro para mostrar unos rojos ojos vacíos, seguido de un cuchillo carmesí entre sus dedos-- ¿Qué te hace pensar que eres la única monstruo aquí?

Odio los cuchillos. 

--¡Chara! ¡¿Qué piensas hacer?! --pregunté angustiada y preocupada a la vez, pues apenas había podido esquivar un tajo que fue dirigido hacia mi pecho.

Levanté mi mirada, y así fue como pude aprecuar que el rostro, de la que consideré mi amiga en su momento, se estaba deformando por la ira, además de que empezaba a formarse un pelaje pálido en su cuerpo.

Ella...

También era del subsuelo.

--¡Te mataré! ¡Así no podrás arruinar el mundo que tanto me costó formar de nuevo! --¿de nuevo? ¿a qué se estaba refiriendo? Tantas dudas comenzaban a invadirme, que me hacían titubear ante los ataques que iba recibiendo y esquivando.