[Primavera 2030]
[6 años después de la creación de La cura Salchow]
El aire fresco de la mañana mece las hebras de mi flequillo y bufo por vigésima vez desde anoche, cuando permití que Mari lo cortara.
Después de años dejando crecer mi cabello había llegado finalmente a la altura de mi cintura. Fue un comentario de Viktor sobre lo femenino que me veía y el parecido que tenía con él a mi edad que fui corriendo a la casa de mis suegros, con mis garrapatas a los costados y tijeras en las manos, pidiéndole a Mari que me ayudara con eso.
Ahora siento que quizás fue muy drástico. No porque desde que llegué a la base toda la gendarmería parece tener la necesidad de verme dos veces de pies a cabeza para asegurarse que soy yo, esos imbéciles me dan igual. Más bien es porque me costará un poco acostumbrarme a la ligereza que siento en la cabeza y el aire acariciando la piel expuesta de mi cuello.
—Buen día, Comandante Katsuki.
Buscando al pobre diablo que tiene las agallas de saludarme tan temprano cuando obviamente no estoy de humor, mis ojos se topan con Minami.
El enano al parecer no está al tanto de que llegué a la base militar pisoteando de mala gana y azotando las puertas sin remordimiento alguno, o quizás está muy adaptado a mi mal genio. De otra forma no comprendo cómo alguien se me acercaría cuando ni yo me soporto.
—Hey.
—Deberías animarte. Hoy será el día.
Desde mi lugar, sentado en el capote de un safari verde, en medio del aeropuerto militar a las seis de la mañana con insomnio, frío y probablemente abstinencia, cruzó las piernas y me reacomodo de modo que pueda encarar a Minami Kenjiro, su optimismo y su buen humor mañanero.
—"Es el día" desde hace semanas, idiota.
—Lo sé. No eres el único que cuenta los días, Yuri.
No respondo, repentinamente consiente que estoy siendo un poco maldito con una de las únicas personas que podría comprender como me siento ahora.
—Ya... Disculpa.
— ¡No hay problema! —dice, fiel a su buen corazón y capacidad de perdonar mi mierda —Debo ir a hablar con Otabek antes de la reunión de esta tarde, ¿sabes de qué se tratará?
—Algo relacionado con el presidente Nishigori y la visita que dará al sur del país. —Respondo con indiferencia, concentrado en el cambiar de los colores en el cielo gracias al amanecer. Rosa, naranja y amarillo mezclándose entre las nubes. —Elegirán su escolta. Como tú eres de mi equipo preguntó si no tenía inconveniente de que fueras con ellos, pero le dije que es decisión tuya.
—Hablas como si tú no fueras a estar ahí.
—Porque no lo haré, enano. Ya hablé de eso con Beka, quiero unos días de tranquilidad en casa lejos de toda esta mierda militar. —Gruño. Casi saboreando un par de días durmiendo hasta tarde en mi cama. O hasta que a los integrantes de esta les de hambre.
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Ven conmigo.
Fanfiction[YOI/ Yuuyu] [AU. Post-apocalíptico] Cuando el mundo es arrasado por un virus mortal la única salvación es luchar por mantener tu humanidad. Yuri Plisetsky se pregunta si es necesario seguir viviendo en un planeta que se destruye lentamente, sin em...