—¿Seguro que estarás bien?
—Ajam.
No esperabas una respuesta más larga de Yoongi, por complejo que fuese el tema, te habías acostumbrado a que el rubio fuese un iceberg, uno podía ver la diminuta y helada superficie, siempre consciente que había una inmensa cantidad de verdades enterradas kilómetros bajo la superficie.
Min Yoongi era así y así habías aprendido a quererle.
Un año atrás, tu vida había dado un vuelco al descubrir uno de los mayores secretos que te acercaron a tu mejor amigo: Min Yoongi era un licántropo. Apenas recuerdas mucho de esa época, quizá porque tu vida se convirtió en un cúmulo de caos y confusión.Si los hombres-lobo existían ¿los vampiros también? ¿Los fantasmas? Y lo que más te preocupaba: ¿Los payasos asesinos?
Yoongi pondría los ojos en blanco cada vez que tus fobias salían a la superficie y dejaba de hacerte caso, mirando su celular o sumiendo su atención en la pantalla del computador. Pero luego te acompañaría a casa y esperaría en la puerta hasta ver la luz de tu apartamento encendida.
Así era Yoongi.
Y quizá por esa forma tan sutil que tenía de cuidar a todos a su alrededor sin pretender que nadie se diese cuenta, era lo que había causado que te enamoraras de él.
Y aunque no fuese mutuo, en algún punto llegaste a estar bien con no ser correspondida. Podías conformarte con ser la amiga de Yoongi. La mayor parte de los días podías soportarlo.
➸
Unos suaves golpes en la puerta de tu apartamento te sacaron de tus pensamientos y dejaste el teléfono a un lado para abrir. Un sonriente Namjoon esperaba al otro lado de la puerta, con su perfecta y ordenada hilera de dientes y el par de hoyuelos que le nacían en las mejillas de forma adorable cada vez que sonreía.
Kim Namjoon eran tan atractivo como el resto de su manada.
Tenían cierta reputación en Daegu, sobretodo entre la población femenina, que inconsciente de lo que realmente eran, los conocían como una simple panda de amigos que vivía a las afueras de la ciudad.
—Siento haberte molestado, pero Yoongi no me dejaba ir. —Dijiste como disculpa mientras el líder pasaba adentro, vestido con un cómodo pantalón gris de deporte y un hoodie blanco.
Hizo un gesto con la mano.
—No es molestia visitar a mi chica favorita. —Namjoon te guiñó un ojo despreocupadamente y te sentiste mejor por hacerlo conducir veinte minutos desde la reserva hasta tu casa—¿Dónde están las cosas que quieres que lleve?Lo condujiste hasta la cocina, donde una montaña de envases rellenos de comida y latas esperaban sobre la mesa del comedor. Namjoon alzó una ceja, reprimiendo una risa al ver aquello. Alcanzó un paquete de entre la montaña de comida, frunciendo el entrecejo con diversión.
—¿Galletas de avena?
—La avena es una de las mejores fuentes de energía que existen. Es un súper alimento, he estado leyendo sobre el tema...¡No te rías! —Te cruzaste de brazos casi ofendida por la carcajada de Namjoon. Pero su sonrisa era tan adorable y cariñosa que no pudiste terminar de enfadarte con él.
—Yoongi estará bien. Hemos pasado por esto ya muchas veces...—Sentiste su mano suavemente acariciando tu brazo y el calor de su tacto te reconfortó— La época de celo es complicada para nosotros, pero nadie ha sufrido daños severos en todo este tiempo. Casi nadie.
—¿Casi?
—Hoseok saltó por la ventana el año pasado y se quebró la muñeca derecha. No lo atamos lo suficientemente bien.