Sin salida [ 001 ]

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🍭 ¡ATENCION!
ESTA ES LA SEGUNDA PARTE DE
OJOS VACÍOS, LA HISTORIA LA
ENCUENTRAS EN MI PERFIL 🍭

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—Por favor, no puedes hacerme esto, soy tu amiga —me suplica la pelirosa formando un puchero en sus labios, abriendo los ojos tanto como podía mientras juntaba sus manos frente a su cara en forma de súplica.
—Que ya te he dicho que no puedo, EunByul —chillo con frustración. Ya le había explicado las razones del porqué no podía asistir a la tonta fiesta sorpresa que le estaba organizando a su novio, pero ella se empeñaba en hacerme ir.
—Puedes decirle a tu hermano que estas muy ocupada y venir conmigo —dice metiendo al carrito de las compras varias cajas de cerveza, a lo que yo frunzo el ceño por su comentario.
—¿Lo estas diciendo en serio? —ella asiente con la cabeza—. No puedo creer que seas tan egoísta, sabes perfectamente que llevo más de medio año sin verlo y tu quieres que cancele todo por una fiesta que ni siquiera es de alguien a quien le tenga afecto —EunByul me mira a los ojos por un momento, con la boca entre abierta, analizando por unos segundos lo que acababa de decirle.
—Sí, exacto. Eso es lo que quiero que hagas —afirma con una radiante sonrisa en su rostro, caminado paulatinamente hacia otro pasillo mientras yo la sigo empujando el carrito detrás de ella, y de la nada, me asaltan unas ganas incontrolables de correr hacia ella y arrollarla con el carrito sin tener ninguna pizca de remordimiento al respecto.
—Eres increíble.
—Dime algo que ya no sepa —dice descaradamente girando su rostro hacia mi, guiñándome un ojo mientras sonríe. Bufo con desesperación y me acerco un poco más a ella para que pueda oírme.
—Como sea, si por alguna razón se cancela te llamaré, aunque a pesar de que eso llegase a pasar recuerda que tengo empleo de medio tiempo y clase de ballet —explico jugando con uno de los popotes que venían junto con los jugos que yo iba a comprar—. Y la escuela me consume demasiado.
—Pues les dices que te dio ébola y no puedes ir a trabajar. Fin de la historia, Eun Hee.

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Subo con cansancio las escaleras que dan hacia mi departamento, arrastrando los pies a cada paso que doy. Estaba realmente cansada y fastidiada; últimamente no podía dormir y cuando lo intentaba tenía esas horribles pesadillas que solo lograban alterar mis nervios, y a decir verdad mi trabajo de medio tiempo como cocinera tampoco ayudaba mucho para que yo pudiera descansar, pero necesitaba el dinero.

Al llegar a la puerta de mi apartamento dispuesta a meter la llave en la cerradura, mi vista se topa con un peluche de conejo color blanco que se encuentra en el suelo de mi puerta -bastante grande a decir verdad- sus ojos eran gigantes y muy brillantes, de un color azul claro, así como el cielo, un moñito rosa con puntitos blancos adornaba su casi inexistente cuello, haciéndolo ver aún más lindo de lo que ya era, sus orejas eran bastante largas y se veían realmente suaves, en su pansa gordita y felpuda tenía bordadas las letras J y K en un color amarillo, no tenía idea de que significaran y ni de broma podrían ser las iniciales de mi nombre; en sus patas llevaba una nota pegada de color celeste con muchos brillitos rosas incrustados, también estaba adornada con algunos dibujitos llamativos como huevos de pascua o flores de diferentes tamaños, fácilmente podría hacerse pasar por una invitación a una fiesta infantil:

"Nos vemos pronto, princesa."

Frunzo el ceño en señal de confusión al leer la nota, tomando al gran conejo con una de mis manos desinteresadamente, acomodándolo entre mi brazo y un costado de mi torso, apresurándome en abrir la cerradura para poder entrar a casa y comer cualquier cosa que mi nevera me brindara.

Realmente no me preocupaba por el peluche en mi puerta, bien podría haber sido una broma, o el error de alguien creyendo que la puerta era de la vecina de a lado, como ya había pasado muchas veces en el pasado, así como cuando me dejaron una canasta de rosas con una tarjeta bastante cursi y empalagosa. No era esa clase de personas que recibían regalos ostentosos, tarjetas de felicitaciones ni nada por el estilo, al igual que tampoco era de las personas que ordenaba cosas por internet, llevaba una vida pacifica y aburrida, lo cual para mí era suficiente mientras aún estudiaba; si por error o accidente alguien lo dejó en mi puerta y llegaran a reclamarlo, no me molestaría en lo más mínimo en devolverlo, pero mientras eso no ocurriera se irá a mi habitación a dormir conmigo.

🎀 Sabor Porcelana // J e o n g g u k 🎀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora