Realidad [ 008 ]

2.2K 174 25
                                    


🎀🎀🎀🎀

Es extraño. Mi corazón, por poco que sea, se siente débil y sensible ante cualquier cosa. Me pregunto porqué. Yo hace tiempo que había dejado de tener aquella sensación tan bien conocida del llanto, esa que era mi fiel acompañante en todo momento desde que había pisado este lugar, es un dolor vacío, se siente pero a la vez no. Difícil de comprender hasta que lo padeces en carne propia. Supongo que esa es una de las ventajas y desventajas que tenemos al ser humanos, así como podemos experimentar la satisfacción del amor, también podemos experimentar la sensación del dolor, frío y amargo, sin embargo, hay cosas que van bien acompañadas del dolor. Creí haberme librado por completo de ese tipo de emociones al convertirme en una muñeca, sin corazón, solo lo llevas de adorno en tu pecho a pesar de que palpita, al igual que las lágrimas que emanan de tus oscuros ojos, brillantes y pequeños, tan delicados y bonitos, no transmiten absolutamente nada. Nada es real, estás muerta, tan solo un objeto inanimado fabricado para entretener, asesinar y jugar de mil maneras. Pero no era así, aun tenía por poco que fuera una pizca de sensibilidad y amor en todo mi cuerpo, que debía ser eliminado a toda costa.

[ 🎀 ]

Por primera vez en toda mi estancia en esta casa de muñecas —como había decidido a apodarle a este lugar—, vi a Jungkook con ropa casual, dentro de lo que esa palabra podía definir como "casual" a comparación de sus vestimentas habituales: tan solo una camisa negra ceñida a su torso, dejando ver por encima de la tela su cuerpo bien trabajado y encima una camisa gruesa de botones a color blanco, totalmente abierta, llegándole un poco más arriba de la mitad de sus muslos; unos jeans rasgados de las rodillas acompañados de un cinturón negro, acentuando sus caderas; tenis blancos y un par de lentes de sol negros. Todo en mi mente indicaba que iba a salir como cada semana, al parecer todos aquí sabían a donde iba, todos menos yo, y cada que intentaba preguntarle a Hwa In, JiMin u otras personas que rondaban por aquí se negaban a decirme de que se trataba, provocando que en mi interior solo surgiera aún más la curiosidad.
Sigo recorriendo mi vista por todo su cuerpo desde donde estoy parada hasta que él se da cuenta de mi presencia, levantándose los lentes para divisarme mejor, sonriendo de oreja a oreja, mostrándome sus dientes de conejito, haciéndolo lucir tan tierno. Él deja la mochila negra que sostenía en el suelo, a un lado de la puerta de la entrada, aquella que daba consigo la libertad, ya que a pesar de haberme moldeado perfectamente a lo que el amo e había convertido, aún seguía esa pequeña sensación de querer ser libre, de escapar; Jungkook levanta una de sus manos y me hace una señal para que me acerque, camino hasta donde se encuentra a paso rápido sin perder la postura y me detengo cuando estoy frente a él.

—¿Quieres venir, princesa? —frunzo levemente el ceño en sorpresa al escuchar su pregunta, agrandando levemente los ojos.
—¿Puedo? —pregunto con inseguridad ya que quizá tan solo me estaba jugando una broma. Una muy pesada.
—Tal vez —sonríe nuevamente, agachándose para tomar la mochila por una de las correas y colgársela en la espalda—. Te propongo algo...

Levanto un poco más el rostro para mirarlo directamente a los ojos y escuchar con atención lo que iba a decirme.

—Saldré por un par de horas a atender algunos asuntos y regresaré por ti, deberás estar lista para cuando llegue o de lo contrario no irás a ningún lado.
—¿A dónde? —me apresuro a preguntar.
—Es una sorpresa.
—¿Y por qué tengo que esperar?, puedo ir justo ahora —replico avanzando unos pasos más cerca de donde está, refunfuñando como una niña pequeña—. Estoy lista.
—No puedes ir vestida así, llamarás mucho la atención, ¿crees que voy a permitir que te reconozcan e intenten alejarte de mí? —Jungkook suelta una risilla sin gracia y mira al piso por unos segundos antes de comenzar a caminar hasta la puerta. Había olvidado por unos segundos mi situación, había olvidado que en realidad no pertenecía aquí, que todo esto era contra mi voluntad y que realmente seguía secuestrada—. Y aunque ese fuera el caso... te encontraría, no importa qué pase —susurra lo último, como si estuviera hablando consigo mismo—. Tienes cuatro horas hasta que regrese, muñequita, date prisa.

🎀 Sabor Porcelana // J e o n g g u k 🎀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora