Citas (maratón dos de dos)

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Despertar en los brazos de Sasuke se había convertido en su acción favorita, dormir envuelta en el calor y olor masculino era un relajante y analgésico perfecto.

No se movió temerosa de despertarlo. La noche pasada no se habían atrevido a tocar el tema que los separó una vez que el volvió a la cama y tampoco quería hacerlo ahora, había momentos únicos y ese era uno de ellos ¿por qué arruinarlo?

-No otra vez—Con la voz ronca salió la queja del moreno.

Él se removió para dejar la somnolencia y volvió a arrugar los párpados con fuerza. La luz que se colaba por las cortinas le demostraba lo tarde que era, probablemente ya no alcanzaría la primera hora.

-¿A dónde vas?—Protestó ella negándose a dejarlo ir.

Sasuke se sentó en la cama listo para saltar pero Hinata le tomó del brazo, mirándolo a los ojos.

-Ya se me hizo tarde otra vez—Explicó cerrando los ojos negros y fallando en ahogar un bostezo.

-No vayas—Él la miró serio y luego sonrió mordazmente.

-¿Tú no irás?—Hinata parpadeó y entreabrió los labios, buscando en su cerebro la respuesta sin poder encontrar la lista de pendientes para el día—Si tú vas a quedarte conmigo no tengo objeción de hacer novillos.—Sugirió él mirándola atentamente a la perfecta y carnosa boca.

-¿Hacer novillos? –Hinata soltó una carcajada después de decirlo, las mejillas se le pusieron rojas—¡Cielos soy una mala influencia para ti!

Con el ceño fruncido las manos del Uchiha fueron directo al estómago de la peliazul comenzando una guerra de cosquillas. Sin aire y después de reír demasiado, Sasuke le preguntó al oído.

-¿Entonces pasaremos el día juntos?

-Si—Le dio la respuesta mirándolo a los ojos y con la sonrisa puesta en el apuesto rostro—Todo el día.

-En ese caso deberíamos ducharnos y luego salir por ahí—Anunció el moreno, saltando de la cama y perdiéndose en el baño sin pudor alguno ante su desnudez.

Dudó en seguirlo pero lo hizo. Un ligero mareo vino apenas puso los dos pies en el suelo pero después de cerrar los ojos y abrirlos unos segundos después, todo volvía a ser sólido.

Hinata sonrió cuando se dio cuenta que intentaba cubrir su cuerpo e ignorando la punzada de pudor siguió los pasos invisibles del muchacho. La puerta del baño seguía abierta así que la cerró detrás de ella, en la caja de cristal Sasuke le sonrió invitándola a la lluvia de agua caliente.

-En verdad eres pequeña—Se burló al tenerla enfrente y tener que inclinar la cabeza para verla a los ojos.

Ella sonrió y negó con la cabeza de manera tímida, dándose su tiempo para admirar en silencio y con disimulo el cuerpo masculino.

-Tú eres perfecto—Habló acariciando con los dedos los músculos de acero, sonriendo satisfecha al notarlo tensarse.

-¿Quieres hacerlo en la ducha?

-¿Habrá alguna manera de que tú no quieras hacerlo en todos lados?—Sonrió al preguntarlo, reconociendo que con él, ella deseaba hacerlo en cualquier momento y lugar también.

El Uchiha soltó una carcajada.

-¿Me pones a prueba? –La levantó para cargarla en su cintura, en un movimiento tan natural

Ambos sabían lo que venía, sus cuerpos ya se reconocían, sabían cómo moverse y embonar.

xoxoxoxoxoxo

Un hijo para el imperio HyugaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora