Capítulo 15

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Pasaron los días, la armadura de Sagitario ahora estaba en manos del santuario, el casco apenas fue robado.
Daira cuido a Sam desde que su madre le explico lo que había sucedido ese día, Sam estaba sorprendida, creía que Daira había muerto, ambas comenzaron a hablar de lo que sucedió durante esos años en que la pelinegra dejo el santuario.

Daira: eso no es posible… el santuario esta peor de lo que creía

Sam: y no solo eso, el patriarca quiere matar a los caballeros de bronce con sus propias manos

Daira: eso no me sorprende

Sam: lo bueno es que te encontré

Daira: tienes razón, hay algo que no te eh explicado

Sam: ¿Qué cosa?

Daira: Aioros no era un traidor, el salvo a Athena porque el patriarca la intento matar

Sam: es un maldito…

Daira: yo estuve con él mientras escapaba… pero cuando el ya no podía caminar tuve que seguir mi camino…

Sam: ¿Y Athena?

Daira: no la volví a ver desde entonces, no podía llevarla conmigo, era muy arriesgado

Sam: entiendo

Daira: ya te había hablado de Seiya y los otros caballeros de bronce, en este momento ellos están en la isla del espectro para recuperar el casco de la armadura de Sagitario

Sam: es peligroso que se enfrenten a Geist y sus caballeros de los abismos

Daira: si, pero esos chicos son especiales, jamás se han rendido en las veces que los vi pelear y eso es digno de reconocerse

Sam: ¿Crees que puedan vencer a los caballeros de oro?

Daira: tengo fe en ello, si no lo logran, entonces el mundo estará perdido

Sam: entiendo

Daira: mientras ellos están allá yo cuidaré de ti

                  [Pov normal]

Al día siguiente, Daira fue a la mansión para ver si los caballeros habían recuperado el casco, y así fue, la chica estaba pensando decirles contra quien se están enfrentando y todo lo que deben saber, pero decidió no hacerlo, ellos lo descubrirán solos, vio en la televisión el incendio del coliseo, pero no le dio importancia, pero veia que el rostro de Saori mostraba tristeza.

Daira: estoy muy orgullosa, realmente se merecen el título de caballeros

Seiya: Gracias, aunque no fue fácil, tuvimos suerte

Saori: Daira tiene razón, estoy segura de que lograremos recuperar la armadura

Daira: es algo más complicado que eso

Hyoga: ¿A que te refieres?

Daira: no es solo la armadura, el mundo también esta en peligro, yo nací en el santuario, pase pocos años ahí, pero sé varias cosas

Shiryu: entonces tal vez deberías decirnos esas cosas

Daira: no les puedo decir todo, porque no lo entenderían, además es difícil de explicar

Seiya: no te preocupes, descubriremos la verdad y tus podrás guiarnos

Shun: por cierto, Daira ¿Por qué no te quitas la máscara?

Daira: ¿Q-quieres que me quite la máscara?

Saori: ¿Por qué no?, todos confiamos en ti, no creo que debas guardarnos secretos

Daira: -suspira- está bien, me la quitaré solo cuando este con ustedes

La pelinegra lentamente se quito la máscara, dejando ver su rostro completamente desprotegido.

Los chicos solo le vieron la cara por unos minutos, incomodando un poco a la joven, Saori se dio cuenta y llamo la atención de los caballeros para que Daira dejará de sentirse incómoda

Daira: gracias Saori

Saori: de nada

Daira: recuerden una cosa, muchos querrán apoderarse del casco de oro, y eso no acabará hasta que derrotemos a quien está de tras de todo esto

Seiya: ya veo

Shiryu: será mejor estar preparados

Saori: así será

Daira: por cierto… hay alguien que quiero que conozcan, ella al igual que yo escapamos del santuario, la encontré ayer, Sam ya puedes salir de tu escondite

Sam: hola a todos

Hyoga: Daira, explicanos porque ella esta aquí

Daira: ella escapó del santuario, solo sé eso

Sam: me llamo Sam, porto la armadura de altar

Daira: una armadura de plata

Sam: Daira ya me contó sobre ustedes, son muy valientes

Seiya: si, nunca nos rendiremos

Sam: me alegra oír eso

Daira: bueno, nosotras debemos irnos, nos vemos mañana

Al día siguiente, los caballeros de bronce decidieron ir con sus maestros para hacerles unas preguntas, Seiya iría con Marín y Hyoga con Cristal.

Los demás llevarían a Saori a un lugar seguro, pues el santuario atacaría hasta lograr su objetivo.

             (En el santuario)

Cristal estaba molesto por las acciones del patriarca, y estaba decidido a “decirle” su disgusto personalmente.
Cerca del lugar donde estaba el maestro Cristal, estaba Marín, ella vio como aquel caballero enfrento a los soldados, y también como el patriarca apareció, usando su técnica para controlar la mente de Cristal.

Marín sabía que debía decirle lo sucedido a Seiya, aunque no sabía como, pero lo haría.

El patriarca envió a Cristal nuevamente a Siberia, para matar al caballero de bronce, Hyoga de Cisne.


Continuará…

La hija de Dohko de LibraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora