Al día siguiente la pelinegra se fue a la zona donde vivían los santos femeninos, donde los hombres tenían prohibida la entrada.
Entro y con la mirada comenzó a buscar a sus amigas, las cuales no tardo mucho en encontrar.Daira: ¡Chicas!
???1: ¡Daira!
???2: ¡volviste!
Daira: ¡Athziri!, ¡Ahylla!
Ahylla: te extrañamos mucho
Daira: y yo a ustedes, ¿Dónde están las demás?
Athziri: ahí vienen
???3: ¡Daira! -se lanza hacia ella tumbando a la pelinegra-.
Daira: Auch…
???4: pobre, Haruka bajate de ella, la estás aplastando
Haruka: lo siento
Daira: no te preocupes, me alegra verte de nuevo Sam
Sam: a mi también me alegra verte
Daira: ¿y las demás?
Ahylla: están en sus casas
Haruka: tenemos que ir por ellas, para que todas podamos jugar
???5: Eso no será necesario
???6: sentimos el cosmos de Daira
???7: así que vinimos en cuanto eso paso
Daira: que lindo volver a verlas Selina, Ainhoa y Sarah
Ainhoa: lo mismo digo
Selina: ya todas te estábamos extrañando
Daira: yo también las extrañe, ¿Cómo va su entrenamiento?
Sarah: es algo pesado, pero según nuestros maestros hemos mejorado bastante
Daira: me alegra oír eso
???8: no se olviden de mi, eso seria traición por su parte
???9: así es
Daira: tranquilas, jamás las olvidaríamos, Shaula y Sakura
Sakura: hmn, bueno, si tu lo dices
Shaula: menos charla y más acción, vamos a jugar
El resto del día las niñas realmente disfrutaron su día de descanso, la pelinegra no podía ir a verlas muy seguido, pero cuando lo hacía aprovechaba hasta el último segundo para estar con ellas.
Shion siempre la hacía entrenar a diario, aunque obviamente también le daba días de descanso.
Mientras ellas jugaban las demás amazonas de mayor edad que la de las pequeñas, esas mujeres también las cuidaban al momento de jugar, en ese lugar, las santos femeninos cuidan de las aprendices más pequeñas, o a veces las aprendices adolescentes eran quienes las cuidaban.
Esa era una de las tantas medidas de seguridad que existen en ese lugar, lo que las más pequeñas no entendían era el porque de tanta seguridad, las adultas a veces les explicaban que es porque ningún hombre tiene derecho de entrar ahí, además, así ningún enemigo lograría entrar y matar a las pequeñas aprendices.
En el lugar donde estaban jugando las pequeñas, había como tres santas femeninas cuidándolas, si algo llegase a pasar, tomarían a las niñas y las llevarían donde se localizan las viviendas de las aprendices y santos femeninos.
Todo estaba tan tranquilo que no se dieron cuenta del pasar de un buen rato, aunque aún no era hora de irse.
Las niñas no dejaban de jugar, jugaron de todo, todos los juegos que un pequeño e inocente niño puede jugar con amigos.
Después de que ya no les quedará otra cosa por jugar, aprovecharon el tiempo, se sentaron en círculo y habían comenzado a contar anécdotas de lo que hicieron y les pasó desde la última vez que se reunieron, después de que cada una dijera lo que le pasó y como le fue, se dieron cuenta de que en un mes pueden pasar demasiadas cosas.
Cuando llego el anochecer fue momento de que la pelinegra regresara con su tío, no quería irse y esperar otro mes para volver a ver a sus amigas, pero esas eran las reglas que le impuso su tío, y no podía negarse a cumplirlo aunque no quisiera seguir las reglas.Daira: bueno, ya debo volver…
Ahylla: ¡eso no es justo!
Athziri: no quiero tener que esperar otro mes para poder jugar con ustedes
Sam: realmente esta es una gran injusticia
Daira: lo sé, pero solo somos niñas, no podemos hacer nada al respecto
Ainhoa: eso es cierto… bueno, nos vemos luego
Ahylla: yo quería seguir jugando -hace puchero-
Daira regreso a la sala del patriarca, Shion la hizo que cenara, se bañara y se fuera a dormir.
Al día siguiente continúo con su entrenamiento, pero, eso no era lo que ella quería… realmente ella quería vivir lo que viven los niños normales de su edad, jugar, caer y que alguien le de un abrazo para consolarle, comer dulces y tener los juguetes que quería.
Eso era algo que la pelinegra no podía gozar, tenía que soportar duros entrenamientos, a veces bajo la lluvia, si se caía debía aguantar y levantarse rápido, aunque su tío la cuidara y la entrenara, no recibía mucho amor.
El patriarca y los que veian sus entrenamientos, le decían que si seguía así pronto obtendría su armadura, entonces sería la santo de plata más joven, de hecho, no faltaba mucho para la entrega de armaduras.
Por algún motivo desconocido, la pelinegra no dejaba de tener un mal presentimiento, aunque decidió no decirle a nadie, así duro hasta que llego la hora de dormirContinuará…
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La hija de Dohko de Libra
Fiksi PenggemarDohko de libra, hace tiempo conoció a una hermosa mujer, llamada Sara, la cual era portadora de la armadura de Halcón, tiempo después tuvieron una hija... desafortunadamente Sara desapareció y Dohko tuvo que dejar a su hija para encontrar a su mujer...