U.T. (Pliroy)

Creo que estoy enamorado

Jean, me llevó a conocer partes del campus que no conocía. Como un bar personalizado, cuya ubicación, sólo la tenían los de  tercero. Él me dijo que su banda tocaba ahí, me dío un pase, con el que puedo entrar siempre que quiera. Solo lo vimos por fuera, ya que era parte del recorrido.

Me mostró la canchas; de hockey, baloncesto, entre otros. Le dije que Rusia, era mi país de origen, comentando que las universidades halla, eran igual o más grandes que esta.

Parecía conocer, cada rincón de la escuela. Para finalmente mostrarme, algo así como su base secreta. Está al otro lado de la escuela. Es una aula que esta olvidada. Me dio miedo, ir para ese sector, pero no iba a mostrarle mi cobardía, bueno...no toda mi cobardía.

_ No tengas miedo gatito...

_ NO ME LLAMES ASÍ, IDIOTA.

_ No grites tan alto, nos podrían escuchar._ me cubrió la boca con la mano y lo mordí._ Auch, oye...

_ No me toques. Y no me llames gatito.

_ ¿Cómo quieres que te llame?, si no sé  tu nombre._ abrí mis ojos de asombro. Me la pasaba tan bien con él, que me olvide de presentarme._  y bueno... ¿me lo vas a decir o es secreto de estado?_ fruncí el ceño.

_ Yuri... Yuri Plisetsky.

_ Yuri-chan._ le patie fuerte en la pantorrilla. Por lo visto, le dolió  encerio, esta vez. Se sujeto la pierna con ambas manos y empezó a quejarse._ ¡Ay!,  Yuri...¿por qué me pegas?

_ ¡No soy una mujer idiota!. No pongas el "chan" detrás de mí nombre.

_ Empiezo a creer que te encanta maltratarme.

_ Y yo empiezo a creer que eres masoquista.

_ Tal vez lo sea, solo con Yuri-chan..._ me provocó, con una sonrisa burlona. Lo iba a golpear cuando de repente se hecho a correr._ ¡atrapame si puedes!. ¡Yuri-chan!._ como un idiota, lo perseguí, sin darme cuenta que crucé el patio de la vieja escuela. Cuando caí en cuenta de ello, ya estaba en la puerta del aula._ Está, es mi base Yuri-chan._ dijo aún agitado._ la remodele por dentro, así que no tengas miedo._ quise enojarme pero me avergonce, porque me agarro la mano, llevándome dentro.

Había una mesa en el centro; de madera, seguramente vieja, cubierta con un mantel. La pintura estaba gastada, pero no se veía nada mal. El piso estaba limpió, había un cesto de la basura, tres sillones pequeños, de color rojo, morado y azul. Un pizarrón con tiza nueva en una tablita, unida a este. Tenía algunos libros allí. Un pequeño equipo de música. Con varios CDs apilados, al lado. Un mini ventilador, sobre una de las cinco sillas del curso, que se hallaban alrededor de la mesa.

_ Esto es genial..._ Jean, sonreía orgulloso._ tu base secreta, es lo máximo.

_ Qué bueno que te guste porque..., desde ahora, esta será nuestra. Base secreta.

_ ¿De verdad?

_ Así es. Eres la primera persona a la que le hablo de ella._ caminé hasta quedar frente a uno de esos sillones gigantes._ puedes sentarte. Recuerda que ahora esto. Es de ambos. Solo de los dos. Pero debes guardar el secreto. ¿Lo prometes?

_ Lo prometo._ dije y me senté. Era muy cómodo._ ¿Puedo venir aquí cuando quiera?

_ Así es,_ dejó caer su peso sobre el sillón morado, a la par mía._ cuando quieras._ me miró de reojo, antes de despegar sus labios para hablar._ cuéntame. ¿Por qué Canadá?, ¿no había vacantes en Rusia?_ se burló.

_ Ja ja muy gracioso._ ironicé, poniendo los ojos en blanco._ en realidad quise estudiar aquí porque quería cambiar de aire.

_ ¿Encerio?,_ dijo sarcástico._ está escuela es horrible. Yo no la soporto._ suspiró haciendo la cabeza para atrás.

_ ¿Por qué lo dices?

_ La gente es muy arrimada, incluso los profesores hacen diferencias entre los alumnos. Todo por ser de familia importante. Es un fastidio.

_ Bueno, solo puedes ignorarlo. Además, ¿a quien no le gustaría un trato especial?

_ A mí.

_ Espera... ¿tú recibes trato especial?_ acento con la cabeza._ ¿Por qué?

_ ¿No sabes quien soy?

_ Jean Jacques Leroy. No entiendo lo especial.

_ ¿No escuchaste la fama de la familia Leroy?_me miraba sorprendido. Como si le hubiera dicho que no sabía contar. Me molestó._ ¡No lo sé Leroy!. Te recuerdo, que soy de Rusia.

_ Quizás sea por eso. Me alegra saberlo. Eres muy honesto. Me agradas._ me sonroje ante tal confesión._ no eres como el resto. Mis padres tienen muchos contactos importantes, así como, muchos ahorros guardados en distintos bancos del país. Ellos, también donan miles de dólares cada año, para las universidades. Y está, es una de ellas. Por eso todos son unos arrimados.

_ ¿Y como...?

_ Debo seguirles el juego. No confío en ninguno. Pero tú, ruso, eres diferente. Por eso, a partir de ahora, seremos amigos.

_ ¿De verdad?

_ ¿No quieres?

_ ¡No!, quiero decir, sí. Sí, me gustaría._ reí un poco avergonzado.

_ Bien. Por qué  no me cuentas ¿que pasó?, para que viajaras tan lejos.

_ No me trataban muy bien en la secundaria, por culpa de una mala relación, que terminó mal. Tanto esa persona, como los demás, me humillaban.

_ Lo siento mucho. Pero aquí no debes preocuparte, quién se meta contigo, tendrá que vérselas conmigo. Yo te cuidaré, no estas sólo Yuri-chan._ Pensé en golpearlo, pero me alegró, él tener a alguien, que cuide de mí. Ya que nadie lo hizo en mi otra escuela. "Tengo un amigo. Al fin"._ puedes guardar tus cosas aquí  si quieres. Veremos en que horarios coincidimos, después.

_ Deacuerdo.

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Desde ese día, iba siempre a la guarida, después de clases. Entré  los dos pusimos dinero, para comprar una consola de video juegos. JJ pudo haberla pagado fácilmente, pero yo quise pagar la mitad. De lo contrario, no aceptaría jugar con él. Así que,  esperamos casi una semana, para comprarla, que fue el tiempo, que necesiten, para juntar la mitad de dinero. Ya que él no pudo contra mi terquedad.

Pasábamos mañanas enteras jugando, escuchando música, en algunas ocasiones dejaba que Jean, me leyera uno de sus libros. Los cuales todos era del género de poesía. Resultó ser muy romántico. Otro secreto entre amigos. Yo le confesé algo que ni a mí ex se lo dije.

_ ¿Te dan miedo los truenos?

_ No lo digas así. ¿No puedo tener miedo acaso?

_ Perdóname, no quise decirlo de ese modo. Pero te ves como alguien muy rudo, como quien dormiría con tigres o algo asi_ río. "Qué idiota"._ pero es muy lindo que Yuri-chan, sienta miedo. Así yo puedo protegerlo.

_ Te dije, que no soy una..._ Jean me abrazó fuerte por la cintura y comenzó a acariciar mi cabello, relajandome. Apesar de que solo era una pequeña llovisna,  que golpeaba apenas, el tejado y en las ventanas. Me apretó contra sí, con sus fuertes brazos, dandome refugio, protección.  De algo, que podría perturbar mi calma. No pude replicar, no quería. Si de esta forma, lograba estar tan cerca de él. Le permitiría todo.

_ Ya no tendrás miedo nunca más.

_ Gra...gracias._ dije apenas sonrojado. Jean se veía tal vez, para algunos, muy intimidante. Para las chicas, un "Don Juan". Pero la realidad, solo yo la sé. Es muy dulce, sensible y de gran corazón. Y creo... creó que estoy enamorado de Jean.