Cosas del Destino

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¿Qué le sucede?, piensa que solo porque mi ex estudia con nosotros, voy a ir corriendo tras él. Idiota.

Me dormí pensando una forma de calmar a Jean, sin dejar de lado mi orgullo. Tarea muy difícil para mí. Casi imposible diría yo.

A la mañana siguiente me bañe, me cambié y fui a desayunar. Busqué a mis tíos pero no los encontré, fui a la cocina encontrando una nota que decía que habían salido, y mi comida estaba en el microondas._ suspiré._ desayunaría solo, hoy. No quiero ir a la escuela. No se como enfrentarme a Jean o que decirle. No sé cómo hacerle entender que ya no amo a Otabek.

Ya me encontraba en frente de la universidad, pensando si debería entrar o no. Ya iba a ser hora de mi clase, así que no tuve de otra que entrar. Vi a Jean conversando alegremente con un grupo de chicos, los cuales le prestaban toda su atención. Las historias de JJ era muy interesantes y divertidas, de esa forma se ganaba el amor y respeto de todos. Lo miré fijamente tratando de llamar su atención. Pero cuando se cruzó de miradas conmigo me ignoró.
Fruncí el ceño y caminé a mi clase. De camino allí, tuve que hacer maniobras para sacar los libros de mi mochila, sin tirarlos al caminar. Pero un grupo grande de chicos me pasó por encima y caí al suelo, con todos mis libros. Los infelices esos ni siquiera se voltearon para disculparse, mucho menos se detuvieron para ayudarme.

_ ¡Idiotas!_ les grité. Pero ni se inmutaron, solo soltaron a reír. Fruncí el ceño y me dispuse a levantar mis cosas. En eso veo que alguien me estaba ayudando a levantarlos. Alcé la vista y estaba Jean frunciendo el ceño, recogiendo todos mis libros._ gra...gracias._me animé a decir.

_..._ no tuve respuesta de su parte. No me hablaba pero me ayudó a levantarme, me alcanzó la mochila y llevó mis libros, mientras me escoltaba a mi clase.

_ ¿Jean...?, ¿no piensas hablarme?

_...

_ Estás enojado por algo que todavía no hice. ¿No te parece eso muy injusto?_ Jean abrió la boca para hablar pero la cerró sin decir nada. Me seguía ignorando, seguía enojado. Ante cruzarse una idea por mi mente no pude evitar soltarme a reír, a lo que él me miraba como si estuviera loco._ así que no me vas hablar. De acuerdo._ el frunció el ceño confundido. Yo mordí mi labio y seguí._ gracias mi amor. _ dije rápido y le robe un beso en los labios. Sonreí al ver su cara completamente roja. Yo nunca lo había dejado besarme en la escuela y ahora lo hacía enfrente de todos nuestros compañeros. Los cuáles se quedaron mirándonos._ ¡Así es chicos y chicas! ¡Jean Jacques Leroy! ¡Es mi novio! ¡Qué no se les olvide!_ declaré ante todos, bajo las caras sorprendidas de los allí presentes, incluido el canadiense._ adiós mi rey._ le susurré al oído con una voz suave y seductora. Me di media vuelta y entré a mi clase, luego de  tomar mis libros. Jean se quedó de piedra. Solté una risita traviesa y me senté en mi lugar con una sonrisa triunfal.

Estaba tan emocionado por mi travesura que casi no presté atención a la clase, tampoco a las miradas interrogantes de mis compañeros, que rápido se habían enterado de mi declaración. Estaba pensando en mi siguiente movimiento, estuve  conteniendo un gritó de alegría durante todas las clases, moría de ganas por ver al canadiense. Hoy tenía práctica de fútbol y estaba dispuesto a usar todas mi armas. No pasaría de hoy su enojo. Sino. dejó de llamarme Yuri Plisetsky.

Finalmente el momento llegó. Antes de ir al campo de entrenamiento, pasé al baño a cambiarme de ropa. Respiré hondo, tratando de calmarme, luego caminé hacia el campo de juego. Dejando a todos con la boca abierta; tenía un buzo de color rojo cuyas iniciales eran las de Leroy y un short muy corto, dejando ver mis largas y blancas piernas. Pero lo que nos les dejé ver fue el símbolo de Canadá en mi trasero, ya que lo cubrí con el buzo. También tenía el cabello recogido.

U.T. (Pliroy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora