Idiota, idiota, idiota

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Al final no asistí a ninguna clase.
Después de que lo hiciéramos en el baño, Jean me llevó a un hotel, _ no hace falta mencionar que fue la suite principal._ donde lo hicimos como unas cinco veces más. No me dejó descansar, ni por un momento.

 No tubo piedad, ni conmigo, ni con mi trasero. El cuál ahora me duele, como el maldito infierno.
Ya había oscurecido.
Desde la habitación se podía ver como la hermosa noche caía sobre los edificios, que iluminados por las luces de la ciudad, daban una vista preciosa desde el balcón.
¡Mierda!, olvidé llamar a mis tíos, para avisarles que llegaría tarde.

Intenté levantarme de la cama, pero cuando lo estaba haciendo, me invadió un dolor agudo, que no me daba tregua. ¡Maldito Jean!, ¡Maldito sexy canadiense! ¡Baka!.

No me quedó más opción que volver a recostarme, con mi cara pegada a la almohada. Buscando encontrar una posición cómoda,  que no me hiciera chillar de dolor cuando me moviera.
Una vez cómodo, me disponía a volver a dormir, cuando escuché abrirse la puerta del dormitorio.

_ ¿Cómo dormiste gatito?_ a duras penas me senté en la cama. Miré de reojo al canadiense y luego a la mesita de luz. Y por la cara de esté, seguro notó el aura asesina que me envolvía. Sujeté lo primero que me mis manos alcanzaron de la pequeña mesita, _ no era un florero, pero era un lindo reloj digital, que parecía caro._ sin pensarlo dos veces sé lo arrojé a la cabeza. Él lo esquivo, pero no fue pérdida total, ya que le dio en el hombro. Qué al parecer si le dolió.

_ ¡AY! ¡Yuri! ¡¿Qué te pasa?!

_ ¡¿Te dolió?!_ pregunté irónico._ ¡pues lo siento mucho!, pero el dolor que tú le proporcionaste,  a mí trasero, seguro duele más. ¡Tú maldito estúpido, rey idiota!._ me quejé del dolor, llevando una mano a mi cadera.
Me acosté nuevamente en la cama, boca abajo. No vi a Jean, pero escuché sus pasos. Iba de aquí para allá, incluso salió un momento del cuarto, y volvió a entrar.

_ Toma esto Yuri-chan. Te sentirás mejor si tomas un calmante._ me acercó una pastilla y un vaso con agua. Hubiera rechazado su ayuda por lo que me hizo, como siempre, pero el dolor que sentía, era mucho más fuerte que mi orgullo. Luego de pensarlo un rato, lo recibí,_ de mala gana._ pero lo recibí._ lo siento mucho Yuri...me exedi...es que cuando se trata de Yuri-chan, no puedo evitar comportarme como...

_ ¡Un animal en celo!_ bufé. Él asentó apenado. En verdad parecía arrepentido. "¡Agh...! ¡maldito JJ manipulador!". Tenía una carita de niño regañado. Se veía muy tierno así. De esa forma siempre logra doblegarme._ ¡bueno, ya!. Sólo no hables por un rato o juró que te golpeare. Y donde más le puede doler aún hombre._ él trago duro y se cayó. Pasaron veinte minutos así y ya había hecho efecto el calmante. Me sentí mucho mejor.

Me acosté cómodamente sobre la cama. Boca arriba y con las manos detrás de mí nuca. Suspiré de alivio. Estaba cero kilómetro de nuevo. Miré a mi derecha y vi a Jean sentando en completo silencio, con la cabeza gacha, como niño castigado. Sin poder evitarlo solté una pequeña risita, cosa que llamó su atención e hizo que me mirará con curiosidad.

_ Ven._ lo llamé moviendo mi mano. Pero no se movió. Estaba luchando internamente con sus pensamientos, de que debería hacer. Entonces lo animé nuevamente._ ven, acércate. Ya no me duele. Ven._ Jean sonrió emocionado y podía jurar que vi una cola de perro, moverse en Zik zak, de la euforia que sentía. Se recostó sobre mí y comenzó una competencia de besos, tiernos y dulces.

_ Yuri, realmente lo siento.

_Ya, esta bien. Ya no me duele. El calmante hizo efecto. No te preocupes._ seguimos besándonos por todos lados. Parando luego de largos tramos, sólo para respirar. En eso recordé algo que me hizo apartarlo abruptamente y saltar de la cama en un busca de un teléfono.

U.T. (Pliroy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora