Era una mañana calurosa, mas para la chica que estaba de bajo de Noel el cual la abrazaba como si nunca le fuera a soltar. Al principio le pareció tierno, pues el señor David le comento que el chico necesitaba protección y tal vez en ella conseguiría refugio. Todos saben que Estrella, la madre de Noel, dejo de ser la misma cuando el pequeño Cesar aun era un regordete bebe, todo esto gracias a un poderoso hechizo de una bruja. Para esas fechas Noel a pesar que ya contaba con suficiente edad para cuidarse solo, le afecto mucho lo sucedido, ya que su madre era una de las pocas personas que le hacían controlar a la bestia, las otras dos eran su padre y hermano pero ellos no tenían la capacidad e influencia que Estrella poseía en el. David le contó que su esposa era una de las Lunas seleccionadas con mas poder espiritual , ella controlaba diferentes ramas de la magia, eso sin ser bruja o de otras especies; se dice que Luna previno la maldición de Noel y dio el poder a su madre Estrella para que sus conjuros fueran mas efectivos en su hijo. A ella solo le bastaba hablarle y luego recostarse con el mientras le apoyaba su cabeza en su pecho; justo como ahora el estaba con ella.
David le explico que ella ejercía cierto poder en Noel y que quizás fuera de gran ayuda a la hora de controlar a la bestia. Le parecía perfecto, ella quería que Noel estuviera bien y dejara de manchar sus manos de sangre. Tampoco quería que se encerrara así mismo en el calabozo subterráneo y se sometiera a numerosas torturas para estar débil físicamente y así el demonio no controlara su cuerpo. Otra de las tantas cosas que le dijo el padre de Noel era que este tenia dos hermanos mas que eran como sus hijos, se trataba de dos grandes bestias que ahora mismo no recordaba sus nombres ya que su pronunciación para ella era complicado. Quiso conocerles pero le fue imposible ya que David le dijo que eran sumamente agresivos y peligrosos, solo su amo les controlaba. Dijo que ellos fueron un regalo por parte de un ángel de la luna.
La respiración de Noel en su pecho le causaba cosquillas y la no muy poblada barba de este le causaba comezón. Era frustrante, tenia calor y sentía que estaba pegajosa gracias al sudor de ella y de Noel que se mezclaban. Otra cosa que le incomodaba mucho mas que la primera era que no llevaba su camisa puesta y tenia los pechos al aire, tal vez solo uno porque el otro estaba siendo tapado por la gran mano de Noel. Nuevamente intento moverse para hacer que Noel moviera su cabeza de su pecho, apartara la mano de su seno y dejara de rodear su cintura con una pierna. No pedía mucho...
— Noel, cariño — Susurro acariciando su cabello— Despierta que tengo calor.
— Noel pesas mucho...
— Noel levántate...
— ¡Noel levántate de una buena vez que pesas mas que un camión!— Grito enojada mientras movía su cuerpo como el de un gusano.
Noel, el cual creía que estaba dormido, soltó una pequeña risa seguido de un resoplido.
—No quiero, eres cómoda...
No recordaba que la voz de el chico fuera tan ronca, estaba en problemas si era su lobo el que hablaba. Ese le daba mas miedo que la bestia.
—Muévete que tengo calor—Respondió arisca—Ademas pesas mucho.
Lejos de hacerle caso, Noel giro su cabeza un poco y le dio un pequeño beso en la piel desnuda de Liz. Ella se altero, estaba nerviosa ya que el había empezado a mover suavemente sus dedos de la mano que cubría su pecho y por alguna razón este reacciono a esa suave caricia.
—Noel para ya —Susurro — No esta bien que hagas eso.
—¿Por que no esta bien que toque a mi mate? —Gruño.
Había olvidado la breve explicación que David le dio sobre los Mates. Según el, ella era la pareja destinada de Noel y su lobo era el que mas sentía esa extraña conexión. Las leyes de los licantropos dictaban que todo lobo que encontrara a su pareja debía reclamarla como suya, en pocas palabras era enterrar sus caninos en la unión del cuello y la clavícula de la chica para así mezclar sus sangres y evitar que otros cambia formas se acercaran. Otra manera mas intima era marcarla en la cadera cuando fuera la primera relación sexual.
—Vamos Noel, ya es tarde, levántate para ir a desayunar—La mejor forma de calmar al lobo era hablándole con calma y si no funcionaba la otra opción era seguirle el juego, algo que no estaba dispuesta a hacer.
—No, eres mía—Rugió.
Continuo su camino de pequeños besos hasta toparse el cuello d e Liz, el cual mordió suavemente. Ahora el estaba apoyado en sus antebrazos.
— Noel, dijiste que no me harías daño, que me protegerías. No hagas algo de lo que te arrepentirás, no eres tu...— Le fue imposible continuar porque Noel atrapo sus labios en un suave beso. Era lento y poco a poco iba cediendo, sus labios se movían en una sincronía perfecta. Poco a poco el fue separando sus labios para así darle paso libre a su lengua. Recorrió el labio inferior de la chica y lo succiono levemente para luego final el beso.
—Yo no me arrepentiría de besarte ¿Tu si?
N/A:
Creo que no es justo que yo actualice y ustedes no voten ni comenten. Saludos a las chicas que comentaron el capitulo anterior. Espero que el capitulo se iguale a la cantidad de vistos y votos.
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Tu eres mi Mate
WerewolfElla no era hija de la luna, tampoco la chica débil, con dinero y una familia feliz. El no era el típico hombre lobo mujeriego, con un padre como los mil demonios y una madre como las estrellas, era Estrella, pero no un ejemplo de madre. Un pa...