Llegaron a King Cross a las diez y media. El chofer cargó los baúles de los chicos en un carrito para cada uno y se despidió.
-alguien sabe cómo llegar a la plataforma nueve y tres cuartos- pregunto lia mientras que todos negamos con la cabeza- eso pensé habrá que preguntar-lia y Harry se acercaron a un guardia preguntar pero nos le dio respuesta y al final se molestó pensando que queríamos hacerle una broma. Según el gran reloj que había sobre la tabla de horarios de llegada, tenía diez minutos para coger el tren a Hogwarts y no tenía idea de qué podía hacer. Estaban en medio de la estación con unos baúles que casi no podían transportar, dos bolsitas llenas de monedas de mago y dos jaulas con lechuza.
Hagrid debió de olvidar decirles algo que tenían que hacer, como dar un golpe al tercer ladrillo de la izquierda para entrar en el callejón Diagon. Se preguntaron si debería sacar sus varitas y comenzar a golpear la taquilla, entre los andenes nueve y diez.
En aquel momento, un grupo de gente pasó por su lado y captó unas pocas palabras. —... lleno de muggles, por supuesto...
Harry y anastasia se voltearon para verlos. La que hablaba era una mujer regordeta, que se dirigía a cuatro muchachos, todos con pelo de llameante color rojo. Cada uno empujaba un baúl, como ellos, y llevaban una lechuza. Con el corazón palpitante, los chicos y yo empujamos los carritos detrás de ellos. Se detuvieron y los imitamos, parándonos lo bastante cerca para escuchar lo que decían. —Y ahora, ¿cuál es el número del andén? —dijo la madre. —¡Nueve y tres cuartos! —dijo la voz aguda de una niña, también pelirroja, que iba de la mano de la madre—. Mamá, ¿no puedo ir...? —No tienes edad suficiente, Ginny Ahora estate quieta. Muy bien, Percy, tú primero.
El que parecía el mayor de los chicos se dirigió hacia los andenes nueve y diez. y todos observábamos, procurándoos por no parpadear para no perderse nada. Pero justo cuando el muchacho llegó a la división de los dos andenes, una larga caravana de turistas pasó frente a él y, cuando se alejaron, el muchacho había desaparecido. —Fred, eres el siguiente —dijo la mujer regordeta. —No soy Fred, soy George —dijo el muchacho—. ¿De veras, mujer, puedes llamarte nuestra madre? ¿No te das cuenta de que yo soy George? —Lo siento, George, cariño. —Estaba bromeando, soy Fred —dijo el muchacho, y se alejó. Debió pasar, porque un segundo más tarde ya no estaba. Pero ¿cómo lo había hecho? Su hermano gemelo fue tras él: el tercer hermano iba rápidamente hacia la taquilla (estaba casi allí) y luego, súbitamente, no estaba en ninguna parte. No había nadie más.
—Discúlpeme —dijo lia a la mujer regordeta. —Hola, pequeños —dijo—. Primer año en Hogwarts, ¿no? Ron también es nuevo-Señaló al último y menor de sus hijos varones. Era alto, flacucho y pecoso, con manos y pies grandes y una larga nariz.
—Sí —dijo Harry—. Lo que pasa es que... es que no sabemos cómo... —
-¿Como entrar en el andén? —preguntó bondadosamente, y todos asentimos con la cabeza. —No te preocupes —dijo—. Lo único que tienes que hacer es andar recto hacia la barrera que está entre los dos andenes. No se detengas y no tengas miedo de chocar, eso es muy importante. Lo mejor es ir deprisa, si están nerviosos. Vallan ahora, ve antes que Ron.
- de cuerdo – dijo Dawson algo preocupado empujando su carrito collo la mujer nos había dijo luego paso su hermana luego lia, Harry y por último yo, aunque creo que todos pedíamos a los dioses que no nos chocáramos con la pared, pero al cruzar Una locomotora de vapor, de color escarlata, esperaba en el andén lleno de gente. Un rótulo decía: «Expreso de Hogwarts, 11 h». todos miraron hacia atrás y vimos una arcada de hierro donde debía estar la taquilla, con las palabras «Andén Nueve y Tres Cuartos».
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YO SOY ANASTASIA jACKSON
FanfictionHola me llamo anastasia Jackson y les voy a contar mi historia pero para ellos debe advertirles que si son iguales es decir y tienes esas raras o cosas raras de pasa a su alrededor ya no lean este libro puede ser que descubran que soy como yo y...