capitulo 10

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Esa noche Filch nos llevó a nuestros castigos

Hagrid se acercó nosotros, con Fang pegado a los talones que bueno que Acua nos acompañaba. El Llevaba una gran ballesta y un carcaj con flechas en la espalda.

—Menos mal —dijo el semi-gigante—. Estoy esperando hace media hora. ¿Todo bien, chicos? -

—Yo no sería tan amistoso con ellos, Hagrid —dijo con frialdad Filch—. Después de todo, están aquí por un castigo

. —Por eso llegáis tarde, ¿no? —dijo Hagrid, mirando con rostro ceñudo a Filch—. ¿Has estado dándoles sermones? Eso no es lo que tienes que hacer. A partir de ahora, me hago cargo yo. —

-Volveré al amanecer —dijo Filch— para recoger lo que quede de ellos — añadió con malignidad. Se dio la vuelta y se encaminó hacia el castillo, agitando el farol en la oscuridad.

Entonces Malfoy se volvió hacia Hagrid. —No iré a ese bosque —dijo, y Harry tuvo el gusto de notar miedo en su voz.

—Lo harás, si quieres quedarte en Hogwarts —dijo Hagrid con severidad—. Hicisteis algo mal y ahora lo vais a pagar

. —Pero eso es para los empleados, no para los alumnos. Yo pensé que nos harían escribir unas líneas, o algo así. Si mi padre supiera que hago esto, él...- dijo Draco

—Te dirá que es así como se hace en Hogwarts —gruñó Hagrid—. ¡Escribid unas líneas! ¿Y a quién le serviría eso? Haréis algo que sea útil, o si no os iréis. Si crees que tu padre prefiere que te expulsen, entonces vuelve al castillo y coge tus cosas. ¡Vete!

Malfoy no se movió, pero Miró con ira a Hagrid, pero luego bajó la mirada.

—Bien, entonces —dijo Hagrid—. Escuchad con cuidado, porque lo que vamos a hacer esta noche es peligroso y no quiero que ninguno se arriesgue. Seguidme por aquí, un momento. Los condujo hasta el límite del bosque. -dijo Levantando su farol, señaló hacia un estrecho sendero de tierra, que desaparecía entre los espesos árboles negros. Una suave brisa les levantó el cabello, mientras miraban en dirección al bosque

. —Mirad allí —dijo Hagrid—. ¿Veis eso que brilla en la tierra? ¿Eso plateado? Es sangre de unicornio. Hay por aquí un unicornio que ha sido malherido por alguien. Es la segunda vez en una semana. Encontré uno muerto el último miércoles. Vamos a tratar de encontrar a ese pobrecito herido. Tal vez tengamos que evitar que siga sufriendo.

—¿Y qué sucede si el que hirió al unicornio nos encuentra a nosotros primero? —dijo Draco, incapaz de ocultar el miedo de su voz.

—No hay ningún ser en el bosque que os pueda herir si estáis conmigo o con Fang y Acua —dijo Hagrid mirando a mi cachorrito—. Y seguid el sendero. Ahora vamos a dividirnos en dos equipos y seguiremos la huella en distintas direcciones.

Hay sangre por todo el lugar, debieron herirlo ayer por la noche, por lo menos.

—Yo quiero ir con Fang y Acua —dijo rápidamente Draco, mirando los largos colmillos de los perros.

—Muy bien, pero te informo de que Fang es un cobarde, aunque Acua no tanto—dijo Hagrid—. Entonces yo, lia, Harry y Hermione iremos por un lado y Draco, Neville: Anastasia, Acua y Fang, por el otro. Si alguno encuentra al unicornio, debe enviar chispas verdes, ¿de acuerdo? Sacad vuestras varitas y practicad ahora... está bien... Y si alguno tiene problemas, las chispas serán rojas y nos reuniremos todos... así que tened cuidado... en marcha.

El bosque estaba oscuro y silencioso. Después de andar un poco, vieron que el sendero se bifurcaba. Harry, Hermione, lia y Hagrid fueron hacia la izquierda y Draco, Neville, Fang, Acua y yo nos dirigimos a la derecha. Anduvimos en silencio, con la vista clavada en el suelo. De vez en cuando, un rayo de luna a través de las ramas iluminaba una mancha de sangre azul plateada entre las hojas caídas.

YO SOY ANASTASIA jACKSONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora