Los monstruos también se enamoran.

|Planes de Vida.|

*narra Oliver*

—Mañana se casa, sabes era algo tonto el pensar que sentiría algo por mi, ¿quien podría sentir algo por mi? incluso tu te fuiste...

—Yo no me fui, siempre voy a estar aquí, prometí algo ¿no?.

—Si ahora se supone que no puedo estar sin ti, solo por un error, no puedes dejarme de una vez Gerard, si me equivoque contigo y con el tambien, pero no puedes casigarme por siempre.

—JAJAJAJAJA Tu..... me destruiste, tu me volviste esto, tu me convertiste en un monstruo tu...... ¿de verdad esperas que te deje en paz?, ¡sabes que es esto, sabes de quien es esto?

°flashback°

—Hola.

—¿Quien eres?

—Oh me mude a el departamento de a un lado, solo pase a saludar -dijo con una gran sonrisa

—Si como sea, yo debo irme así que adiós.

—E-espera, ¿vas a la universidad?

—Si, estos departamentos solo los rentan a estudiantes, supongo que tu también vas....

—Si vallamos juntos- y sonrió.

—Yo soy Oliver Sykes.

—Mucho gusto Oliver, yo soy Gerard Way. 

°Fin del Flashback°

—Siempre sonreías y eso me hacia sonreír también, tu cabello tan negro y largo me volvía loco, siempre me gusto tu cabello.

Me levante deje un cigarro encendido sobre la lapida y comencé a caminar a el parque....nuestro parque.

*narra kellin*

Llegue a la caja de arena que ocupan los niños para hacer sus bobos castillos de arena y me tire sobre el, el sentir la arena tocar mi piel me recordó a ese verano con Vic y con los chicos.

Todo en ese verano era tan claro, mi amor por Víctor, y mis planes de vida con el, nos casaríamos, adoptaríamos unos gemelos y los cuidaríamos como a nuestras vidas  hasta su adolescencia, una vez que crecieran los dejaríamos y nos mudaríamos a un casa alejada de todo y viviríamos nuestros últimos años en esa casa, pero ahora que lo pienso fue un sueño muy infantil y estúpido.

Cerré los ojos y trate de poner mis pensamientos en claro, mi yo del pasado ya estuviera corriendo de regreso a la casa de Vic para lanzarse sobre el besadlo y pedir perdón, pero ahora, ¿acaso no lo aras? eres un estúpido Kellin Quinn.

—¿No deberías estar en una despedida de soltero o algo por el estilo?

Abrí los ojos rápidamente y ahí estaba, el motivo de todas mis dudas.

—Oh, si lo olvide, pero ya todos deben estar ebrios y el que tendrá que cuidarlos seré yo.

—Entonces tendré que acompañarte.

—Si claro.- me senté he hice un espacio en el pequeño cuadro con arena para que se sentara.

—Bueno, espero que no te moleste que este un poco ebrio jajaja 

—Ya lo suponía, pero no importa.

—Entonces cuéntame sobre tu boda, supongo que sera una de las mejores.

—Si, sin duda esta planeada para ser de las mejores.

—Espera, creo que no nos hemos presentado.

—Cierto, chico del columpio, yo soy Kellin Quinn.

—Oh muy buen nombre, yo soy Oliver Sykes.

—Supongo que ahora podemos seguir, y que pasa contigo Oliver, seguro que tienes novio.

—No.... el murió.

—Oh, lo siento pregunte algo.. que..

—No te preocupes, el aun esta conmigo.....  siempre esta aquí.- señalo su cabeza y yo sonreí.

—¿Lo amaste?

—Mas que a mi vida.- sonrió y siguió hablando- lo ame demasiado, su sonrisa me hacia sonreír, aun que había veces que me molestaba que sonriera todo el tiempo.

—Entiendo lo que sientes, con Vic es así, lo ame tanto, pero ahora, es como si... el amor tuviera fecha de caducidad...

—Solo deben ser nervios amigo, los nervios te hacen pensar cosas raras.

—Si, pero hay algo, algo que me hace dudar sobre mi amor por el.- voltee a verlo, y el me miro a mi.

—Esto que sientes pasara, tu lo amas, si no lo amaras no te casarías mañana.

—Oliver.... besarme otra vez.....-pude ver como sus ojos se abrían por la impresión.

—¿Q-que?- me miro. 

—Desde que me besaste la otra noche no he podido pensar en otra cosa, solo quiero confirmar lo que siento, quiero hacerlo antes de que sea tarde.

—No debes hacer esto.- se levanto y sacudió la arena de sus pantalones.- mañana te casas Kellin Quinn.

—No, espera.- me levante y lo tome del brazo.- por favor.

—Ahhh.- suspiro- pero después no me culpes Kellin Quinn.

Se soltó del agarre de mi mano, me tomo por las mejillas y me beso de nuevo, lo pude sentir, esa sensación en mi, la misma sensación que con Vic ya no sentía.

—¡KELLIN QUINN BOSTWICK!, ¿QUE DEMONIOS CREES QUE HACES?.-Esa voz, definitivamente va a matarme.

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