Los días continuaron pasando y aquel joven apuesto que se acercó aquel lunes, no volvió a aparecerse. Tenía la esperanza de que algún día volviera por estos rumbos. ¿No le habrá agradado la atención que recibió? ¿Se habrá incomodado con el lugar?. puede que esté hablando demasiado rápido, y sacando suposiciones que no van al caso, puede que ese chico ni si quiera sea de la ciudad, puede que fuese un turista y por casualidad se pasó por la cafetería. Aunque no puedo negar que me fascinaría volver a verle entrar por esa puerta.
A diario mucha gente pide cafés y pedazos de torta, pero sin duda ninguna de ellas produce sobre mi ese tipo de emociones de aquella tarde, nunca es tan emocionante, y nunca son tan tremendamente atractivos.
-Natalia
17-01-2010
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Cartas al joven del café
RomanceElla nunca se cansó de escribir, ella nunca se cansó de amar. Quien diría que algo efímero podría convertirse en algo duradero, apasionado, arrebatado.