Haz comenzado a asistir a la cafetería dos veces por semana, y por lo que veo, amas el café con un pedazo de torta, puesto que es lo único que has ordenado desde la primera vez que nos visitaste, así que te diré "el joven del café". Ya han pasado casi 2 meses desde que comenzaste a venir mas seguido, la pena me consume y no he sido capaz de si quiera preguntar tu nombre. Aunque hoy decidí hacer algo nuevo, no sé como lo hayas tomado, junto con tu café puse una pequeña nota con un "buenos días" sobre ella, no dijiste nada al despedirte, creo que no te percataste de ella. Quiero que sepas que he estado reuniendo fuerzas para un día de estos poder acercarme y tener la valentía de presentarme. Tu sonrisa sigue siendo igual de cálida y cautivadora.
De: Natalia
Para: El joven del café27-02-2010
ESTÁS LEYENDO
Cartas al joven del café
RomanceElla nunca se cansó de escribir, ella nunca se cansó de amar. Quien diría que algo efímero podría convertirse en algo duradero, apasionado, arrebatado.