Paradise (CAMILA CABELLO Y TÚ) ✔

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-Voy a extrañarte demasiado flaca. _dijo mi padre abrazándome con fuerza.

-Te visitaré el verano que viene, papá. No te preocupes. _le devolví el abrazo con la misma fuerza.

Pasajeros con destino a Carolina del Norte por favor dirigirse a la puerta 2-b.

-Llegó la hora de dejarte ir mi niña. _papá me sonrió con aflicción y yo lo abracé nuevamente.

-Te amo, papá. Dile a Sofi y a mamá que también las amo. _tomé mi maleta y le envié un beso.

-También te amo Karla.

Empecé a caminar con mi maleta hasta la puerta indicada, le mostré mi pasaporte a la azafata y después de verificar que todo estaba en orden, entré a la cabina del avión a encontrar mi asiento. Afortunadamente estaba junto a la ventana y tenía la vista del día perfecto que hacía en Miami.

Minutos después el avión empezó a ascender y gracias a que no había dormido en toda la noche, mis párpados se cerraron en un segundo.

Charlotte - Carolina del Norte

-¿Es usted Camila Cabello? _preguntó un hombre de traje y corbata llegando hasta mi.

Fruncí el ceño antes de asentir lentamente con la cabeza.

-Es un placer conocerla, soy Andrew Mitchell. Su padre me dijo que la buscara en cuanto bajara del avión.

-¿Mi padre lo envió? _seguía con el ceño fruncido.

-Así es señorita, por favor acompañeme. _miré con algo de desconfianza al hombre pero después recordé que mi padre me había hablado de una sorpresa entonces empecé a seguirlo.

El estacionamiento del aeropuerto estaba más o menos lleno, pero al menos se podía mover con facilidad. Andrew paró frente a un convertible negro y yo levanté una ceja.

-¿Qué es esto?

-Esto señorita Cabello, es su nuevo auto totalmente listo para su uso. Solamente necesito su firma para confirmar que le fué entregado correctamente. _Andrew me extendió un lapicero negro pero yo estaba demasiado anonadada para recibirlo.

-¿Mi... Mi auto? _pregunté lentamente recibiendo una sonrisa del hombre.

-Totalmente suyo, pero sigo necesitando su firma. _agitó el lapicero y yo solté la manija de mi maleta.

-Lo siento, que torpe. _murmuré dejando mi firma en el pedazo de papel blanco y devolviéndole después el lapicero a su dueño.

-Bueno, creo que oficialmente es suyo. Que lo disfrute señorita Cabello, que tenga buena vida. _Andrew me entregó las llaves de mi nuevo convertible.

-Gracias Andrew. Ten una buena vida.

Cuando me aseguré de que no había nadie observándome, empecé a celebrar silenciosamente y después volví a mi postura seria. Guardé mi maleta en la cajuela y entré a mi nuevo convertible con mi maleta de mano la cual dejé en el asiento a mi lado.

Después de tocar con suavidad el volante, coloqué la llave en su lugar y el auto encendió con potencia. Salí del estacionamiento directo a mi destino.

Aberdeen - Carolina del Norte.

Hace dos semanas me gradué de la Universidad de Bellas Artes y después de enviar miles de hojas de vida, recibí una llamada del director de un instituto ubicado en Carolina del Norte, donde necesitaban con urgencia una maestra que dictara la clase de artes y manualidades. Como necesitaba experiencia y las prestaciones eran muy buenas, consulté con mis padres y ellos después de analizarlo con cabeza fría aceptaron, mi padre se negó rotundamente a que yo aceptara el piso que el trabajo me ofrecía, me compró un departamento.