Paradise (CAMILA CABELLO Y TÚ) ✔

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Pasé mi mirada por mis hermanos y amigos que no paraban de mirarme como si estuvieran jugando al que primero parpadee.

Creo que debería decírselos.

-Si estamos jugando a no parpadear, exijo la revancha. _dije mordiendo mi sándwich y sintiendo mis ojos picar al no parpadear.

-Camila Cabello es tu novia... _murmuró Carter aún sin parpadear.

-Prácticamente. _me encogí de hombros sintiendo una lágrima correr por mi mejilla.

-Por primera vez en mi vida te envidio, ______. _dijo mi hermano tallando sus ojos.

¡Ja! Primer eliminado.

-No es nada del otro mundo, chicos. _dije intentando con todas mis fuerzas no cerrar mis ojos, ardían como el mismísimo infierno.

-Tienes 17 años, Camila es mayor de edad. Es nuestra maestra y tú su alumna, lo que ustedes tienen es ilegal... ¡Me encanta! _Alex aplaudió orgullosa parpadeando muchas veces.

¡Segunda eliminada!

-Camila Cabello es tu novia... _repitió Carter cerrando sus ojos. -¡Tu jodida novia! Nunca me sentí más orgulloso.

Tercer eliminado.

Lauren y yo nos quedamos mirando unos segundos más hasta que ella se rindió y empezó a parpadear. Después miró a Caden y extendió su mano.

¡Ja! ¡Gané putos!

-Quiero mis 20 dólares, Cannon. _dijo mi amiga ojiverde triunfante mientras yo rascaba mis adoloridos ojos.

Mi hermano refunfuñó sacando el billete y entregándoselo a mi mejor amiga, Lex y Carter rieron mientras que yo los veía confundida.

-¿Por qué le das un billete? _era muy obvio el por qué. Lastimosamente para mi no.

-Porque apostamos que te atreverías a decirle lo que sientes a Camila en un límite de tiempo. Yo dije un mes y Caden dijo tres. _mi ojiverde sonrió orgullosa y yo me crucé de brazos.

-Eso no se hace. _negué con la cabeza y ella rió dándome un abrazo, se sentó en mis piernas y escondió mi rostro en su cuello, mis manos fueron a su cintura la cual me encargué de apretar en un abrazo de oso.

-Lo siento bebé. Pero mira el lado bueno, tengo 20 dólares para invitarte a ositos de goma. _jugó con sus cejas en cuanto se alejó un poco de mi.

Sonreí como niña pequeña volviendo a abrazarla. Cuando Alex nos hizo separar, mis ojos fueron a las mesas de maestros donde unos ojos café oscuro me miraban disgustados.

¿Qué le pasará? ¿Por qué está tan roja? ¿Tendrá fiebre? No me gustaría que se enfermara, ya no la vería tan seguido.

Me quedé mirándola mucho tiempo hasta que los chicos me llamaron para irnos a los baños con el resto de nuestro grupo. La siguiente clase que tenía era gimnasia, pero era reemplazada por arte con mi hermana. Eso quería decir que vería a mi chica por un cuarto de hora.

Llegué junto a mi hermana al salón hablando de cualquier tema y saludando a una distraída Camila que no paraba de mirar unas hojas en su escritorio. Como soy tan torpe, y estaba distraída mirando la perfección hecha humana que tenía frente a mi, no me fijé en la persona que estaba delante de mi y por poco se cae. Suerte que logré estabilizarla.

-Lo siento, lo siento, lo siento. Soy una idiota, no te ví. ¿Estás bien? ¿Te hice daño? _hablé con rapidez examinando a la pelirroja que tenía frente a mi.

-_______... ¡______! _gritó cuando vió que no podía parar de hablar. -Estoy bien, no te preocupes, solo fue un pequeño tropiezo. _colocó sus manos en mis hombros y sonrió de una forma... Extraña. -Tú tranquilizate que no pasó nada.