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-Mani ya sabes que Dinah no puede beber tequila porque al día siguiente no se la aguanta ni su madre. _le recordé a mi mejor amiga quien me estaba preguntando que bebida ofrecían para su evento de esta noche.

-Eso ya lo sé, Mila. Pero aún así ella ya está ordenando las botellas.

-Entonces adviertele que si bebe entonces tú no la vas a cuidar.

-Buena idea, Mila. Pero como ya tenemos el tema de mi novia solucionado... Hablame de la tuya. _dijo con voz emocionada.

-¿Qué quieres hablar de la mía? _me mordí el labio intentando ocultar mi sonrisa.

-Pues... ¡Todo!

-¿Todo es que es la persona más dulce de este mundo? ¿Qué tiene la sonrisa más tierna y encantadora que alguien pueda tener? ¿Qué sus ojos brillan más que las luces del norte? ¿Qué sus caricias logran sacudirte el alma?

Suspiré y sonreí como tonta enamorada y antes de seguir hablando Mani me interrumpió.

-¿Te importa si me voy a vomitar los unicornios que se apoderaron de mi cuerpo en cuanto empezaste a hablar?

Las carcajadas mías y las de Mani eran lo que más se escuchaba por el teléfono.

-Me alegra mucho que estés feliz, Mila. Eso sí, ten mucho cuidado.

-Lo tendré, Mani, lo tendré.

-Debo dejarte, Dinah ya destapó la primera botella... Te quiero, adiós.

-También te quiero, adiós.

La llamada terminó y mientras guardaba mi teléfono con una sonrisa, giré mi cabeza y me encontré con el rostro preocupado de mi novia.

-Amor... Aún es temprano para que estés aquí. _me acerqué a ella y le di un pequeño beso en los labios.

Beso que no correspondió.

-¿Está todo bien? _fruncí el ceño escuchando como empezaba a toser.

Empecé a asustarme al verla palidecer y ahogarse con más fuerza, finalmente reaccioné y busqué en el bolsillo de su chaqueta de cuero el inhalador.

Disparé en cuanto la boquilla estuvo en su boca y finalmente la ayudé a sentarse mientras el aire volvía a sus pulmones... De paso, a los míos también.

-Deja de meterme esos sustos, Cannon. _le "regañé" acariciando su mejilla.

-Lo siento... Es solo que debo decirte algo y me puse nerviosa. _dijo respirando hondo y yo paré mis caricias en su mejilla.

-Muy bien, ahora la nerviosa soy yo. Dime que quieres decirme. _me senté a su lado con el pulso acelerado.

¿Querrá terminar conmigo? ¿Ya no me quiere? ¿Ed Sheeran se retira de la música? ¡¿Que mujer, que?!

-Mamá sabe de mi relación contigo... Y quiere que vayas a cenar.

Todo se volvió negro.

(...)

-Camz... Camz, despierta. _escuché la voz de mi novia a lo lejos.

-Mi cabeza... _musité sintiendo una punzada de dolor en mi cabeza.

-Lo siento, amor. Caíste demasiado rápido para mi gusto y no pude evitar que te golpearas la cabeza. _dijo con voz apenada.

Cuando ya recobré totalmente mis sentidos fue cuando me di cuenta de que estaba todavía en el salón de clases y que mi cabeza estaba sobre las piernas de la chica del beanie.

Paradise (CAMILA CABELLO Y TÚ) ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora