Capítulo 3

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Era un poco más tarde que el anochecer, pero aún no era medianoche… demasiado temprano para irse a la cama. Ryeowook comenzó a caminar solo por las calles.
Aunque le había dicho a Minamikawa que tenía trabajo pendiente, no había nada que tenía que hacer a lo que se le podía llamar trabajo. Los varios negocios en los que había invertido iban de maravilla, así como los pequeños hoteles que le pertenecían a Ryeowook, los cuales se encontraban ubicados por toda Europa.
Era una época en la que si tenías dinero, la vida no era para nada complicada. Mientras Ryeowook observaba a una solitaria mujer caminar frente a él, pensó que más que cualquier otra cosa, estaba muy agradecido por la tranquilidad.
Las mujeres en este país son realmente energéticas.
—Ten cuidado—, Ryeowook se advirtió a sí mismo, retiró su mirada de la mujer y comenzó a caminar nuevamente.

Caminar detrás de una mujer es caballeroso, ¿correcto? Especialmente porque él no tenía ningún deseo en tener relaciones sexuales con esta mujer, así que ¿por qué quería seguirla?
Todos tienen secretos de los que no quieren que los demás se enteren. Aun Ryeowook, quien parece ser tan perfecto, tenía su propio secreto. No le gustaba que mujeres trabajaran para él, por lo cual el bar de chicos, donde todo el personal era masculino, era perfecto para él.
Leyes de igualdad laboral habían sido aprobadas antes de que él se percatara. Si dirigiera una enorme empresa, por supuesto que tendría que contratar mujeres o los grupos feministas vendrían tras de él.
En este país, un gerente no podía decir que simplemente no le gustaban las mujeres. Las oportunidades de trabajo eran iguales para hombres y mujeres así como las oportunidades para divertirse eran también iguales para hombres y mujeres.
El invierno había llegado y el frío viento de la noche se sentía muy bien. Odiaba el calor del verano. En el verano las mujeres exponían más piel. Solo el pensarlo lo deprimía.
Ryeowook caminó sin rumbo y cuando al fin se percató de sus alrededores, se encontró en uno de los barrios bajos de la ciudad. Anuncios vistosos se encontraban dispersos en todas partes y el olor a comida con ingredientes baratos se podía oler en todo el lugar.
Una mujer que se encontraba a fuera de una de las tiendas se encontraba viendo a los hombres caminando en la calle. Cuando vio a Ryeowook, inmediatamente le dio una de sus mejores sonrisas, pero como parecía tan distraído, no se atrevió a llamarle.

—Así que aún existen lugares con tiendas peligrosas como estas—, se murmuró a sí mismo.
Repentinamente se percató de un hombre el cual se encontraba rodeado por cuatro o cinco hombres más. Esta era la clase común de problemas que se encontraba uno en este tipo de lugares. Ryeowook intentó ignorarlo y seguir avanzando, pero al ver que los ojos cafés del hombre parecían de alguna manera brillar rojo detrás los mechones de cabello desaliñados, provocó que se detuviera a observar.
—Solo estaba preguntando por una dirección—, protestó el hombre con una voz ronca y clara.
—Comiste algo, ¿no? Tocaste a una de las mujeres, ¿verdad? ¡Tienes que pagar!
— ¡No voy a pagar tanto dinero por un terrible plato de fideos fritos! ¡Ustedes están locos!
—Pareces ser alguien fuerte, pero el actuar rudo solo hará que te metas en más problemas.
Con estas palabras, uno de los miembros de la pandilla agarró inesperadamente la camisa del hombre. El hombre removió dicha mano de su camisa. Mientras lo hacía, otro hombre intentó golpearle, pero el hombre le respondió con un poderoso golpe que lanzó a su atacante al suelo.
Ryeowook se recostó contra un sucio anuncio y sonrió con deleite mientras observaba el conflicto.
El peleador vestía una camiseta sin mangas debajo de una chaqueta de cuero. Mientras peleaba furiosamente, la chaqueta se movía, dando pequeñas muestras de su musculoso pecho, muestra que satisfacía el sentido estético de Ryeowook.
Absorto, se murmuró, —Que hombre más hermoso.
Al parecer, los gustos de Ryeowook, se diferenciaban de aquellos impuestos por las normas de la sociedad.
Cabello descuidado y largo, jeans sucios, chaqueta negra de cuero…y aunque el rostro del hombre estaba lleno de vitalidad y era atractivo, la mayoría de personas no lo llamaría hermoso. La mayoría de personas preferirían hombres como los que se encontraban trabajando para el bar de chicos de Ryeowook; con sus apariencias nítidas y sentido de estilo, eran considerados como la belleza ideal de un hombre.

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