Capítulo 4

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Anthony, el mayordomo, raras veces mostraba sus verdaderas emociones. Pero cuando Ryeowook regresó a casa, no intentó tan siquiera esconder su descontento.
-Bienvenido a casa, señor. Como lo pidió en su llamada telefónica, he preparado la cena.
Mientras volteó a ver al mayordomo este estaba realizando una reverencia.

Ryeowook lucia la expresión que mostraba un niño mientras este era regañando. -Hazte cargo de su herida por favor, luego prepárale un baño y un cambio de ropas para él.
-Lo siento muchísimo, pero no hay nada en esta casa que se le ajuste a alguien como a su invitado.
-Una bata estará bien.
Kyuhyun caminaba libremente alrededor de la habitación, pero era imposible saber si se encontraba escuchando la plática de los dos hombres.

La sala estaba cubierta con una alfombra elegante y un sofá a la moda hecho por un diseñador europeo bastante popular se encontraba sobre ella. Las luces habían sido bajadas, por lo que la habitación estaba envuelta en sombras. En un punto, una lámpara brillante iluminaba una pintura de una de las paredes.
Parecía ser una pintura hecha por un artista de fama mundial, pero a Kyuhyun le faltaba el conocimiento para saber si se trataba de una pieza real o no.
Al otro lado de la sala, a través de una inmensa puerta de vidrio que se extendía de suelo a techo, había una amplia terraza con una vista nocturna al puerto. Como si todos los pensamientos de dormir fueran olvidados, las luces de la ciudad en la orilla opuesta brillaban con intensidad.
El viento había incrementado y las nubes se estaban disipando permitiéndole a la luna brillar. Era una noche hermosa, pero Kyuhyun parecía estar nervioso. Se negaba a acercarse a las ventanas y continuaba temblando, sus manos metidas dentro de los bolsillos de sus jeans.
-Por aquí, señor.
-Su nombre es Kyuhyun...Cho Kyuhyun.
-Sí, señor...por aquí, Kyuhyun-sama. Después de curar su herida por favor siéntase libre de utilizar el baño. Me avergüenza que lo único que podamos ofrecerle sea una bata para vestir mientras cena.
Kyuhyun parecía irritado al escuchar esto y el mayordomo levantó las cejas.

-Al parecer se quedará con nosotros esta noche, por favor no dude en utilizar todas las instalaciones-.El mayordomo hizo un movimiento como para mostrarle que debía salir de la habitación.
Mientras lo hacía Kyuhyun movió su cabeza y vio fijamente a Ryeowook. -¿Que estoy haciendo aquí? No pertenezco a un lugar como este. Hay algo raro en todo esto.
-En el auto mencionaste que tenías hambre. Mientras comemos, puedes contarme todo acerca de este amigo al cual buscas y mañana te ayudaré a encontrarlo-. Ryeowook le sonrió.
Aceptando esto siguió al mayordomo, observando sus alrededores.
- ¿Me pregunto si le gusta el vino? No, tal vez un escocés, cerveza o champagne sería más adecuado. O quizás un Sake japonés sea lo mejor.
Ryeowook felizmente examinó las etiquetas de las botellas en el bar que se encontraba entre la sala y el comedor. Había un pequeño refrigerador lleno de botellas con etiquetas que raras veces eran vistas en Japón, tomó una lata de jugo, la vertió en una copa de vino y bebió. Levantó su vaso en un pequeño brindis. Por alguna razón su pálido rostro tenía un poco de color. Como si se sintiera un tanto ebrio, Ryeowook comenzó a cantar una vieja canción inglesa por debajo de su aliento.
-Ryeowook-sama-. El mayordomo regresó después de mostrarle el baño a kyuhyun y lanzó un ataque verbal. -¿Está realizando este acto terrible nuevamente?

-No te preocupes tanto. Es un joven muy hermoso, ¿cierto? Está lleno de vitalidad y al contrario de muchos japoneses de hoy en día, no huele mal.
-Debe controlar este impulso suyo. Si quiere una mascota, debería buscar un pájaro o algo.
-No te preocupes demasiado, Anthony. Solo voy a pasar la noche platicando con él y teniendo un banquete de ojos con su cuerpo y luego lo regresaré a donde lo encontré.
- ¿En serio? Lo que sea que haga, por favor no se lo lleve a su cama. - Los ojos de Anthony, mas color gris que azul se llenaron de sospecha cuando Ryeowook no lo vio directamente a los ojos.
-Aun yo quiero tener un poco de diversión de vez en cuando.
Aun cuando dijo esto con un suspiro, el mayordomo, cuyos oídos eran sorprendentes a pesar de su edad, lo entendió claramente.
-Ryeowook-sama, si llega muy lejos, se arrepentirá después. No me gusta cuando está alterado. Es una persona con un corazón gentil, más de lo que usted cree.
-Gracias, Anthony. Tanto por tu bienestar como por el mío, te prometo que no llegaré muy lejos.
-Gracias Ryeowook-sama. ¿Qué vino debería preparar para la cena?
- ¿Qué cenaremos?
-No tuve mucho tiempo para prepararme, así que lo único que tenía a la mano eran filetes de carne.

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