Secret Moon

Capítulo 9

Su casa se encontraba cerca, estacionó su auto y al intentar bajarse lágrimas comenzaron a caer de sus ojos.

—Esto es tan patético, estas lágrimas deberían secarse cuando uno se hace mayor. Contrólate Ryeowook. Olvídate del salvaje con personalidad múltiple. Probablemente logres encontrar a alguien mejor trabajando en tu propio bar.
Ryeowook secó sus lágrimas con la manga de su chaqueta y comenzó a salir de su auto. Mientras lo hacía, los perros del vecindario comenzaron a ladrar ruidosamente. Era un extraño evento, se preguntaba si algo había sucedido. Cuando se dirigía hacia la puerta principal, se percató del porqué los perros ladraban… de alguna forma, kyuhyun ya se encontraba ahí. Había llegado antes que él en vehículo, pero su respiración ni siquiera estaba agitada. Estaba recostado contra la puerta principal como si él también, se acabara de bajar de su auto.
—¿Se te olvidó algo? — Preguntó Ryeowook, su mano la cual estaba alzada para alcanzar el intercomunicador se quedó en el aire.
—Pensé que eras del tipo al cual le gustaba jugar—. Kyuhyun alzó su propia mano y tomó la mano de ryeowook que se encontraba paralizada en el aire. Besó la mano del vizconde como este había besado la suya con anterioridad, kyuhyun buscó su mirada. —Si fuiste capaz de abandonarme con tanta facilidad, entonces no pudiste haberte encariñado conmigo.
—Nunca has experimentado un corazón roto, así que jamás podrías entender.
—Estabas llorando, ¿no es así?
—¿Y si lo hacía?

Kyuhyun se recostó contra la puerta, bloqueando cualquier salida. Tomó nuevamente la mano de ryeowook y comenzó a besarla.
—¿Qué estás haciendo? ¿Pensé que te ibas a casa? ¿Por qué estás haciendo esto?
El tan solo experimentar el toque de los labios de Kyuhyun contra su piel, lo llenaba de una dulce expectación. Cuando recordó lo de la noche pasada, un calor se expandía por todo su cuerpo.
—Fuiste muy cruel así que esto es la venganza.
—¿Cruel?
—Me obligaste a caminar en una noche de luna.
—Eres tan engreído, ¿creíste que estaba triste solo porque dijiste que te irías a casa?— Ryeowook intentó retirar su mano, sin embargo kyuhyun la tomó con más fuerza halando en un abrazo.
—Deberias valorarte más. Pude haberme ido de esta casa si hubiese querido, ¿por qué crees que esperé pacientemente todo el día a que te despertaras?
—Las mentiras y los juegos no van contigo—. Ryeowook dirigió su mirada hacia los ojos de kyuhyun y se derritió. Era una palabra fuera de moda, pero no había otra manera de describir lo que sentía. Era un tanto desafortunado, pero el lado salvaje de kyuhyun era justo su tipo. Debía de encontrar al joven demasiado dominante y arrogante, pero cuando Kyuhyun utilizaba la fuerza, no podía resistirse.

Como si pudiera leer la mente de ryeowook, kyuhyun lo tomó de la barbilla y levantó su rostro. Parecía que estaba a punto de besar a ryeowook, quien se encontraba sin ninguna ruta de escape.
—No me conoces. Cuando estoy así las mentiras y los juegos son fáciles para mi, si no te gusta mantenme alejado de los rayos de la luna.
—Puede ser demasiado tarde para ello, tu lado peligroso es demasiado atrayente.
Kyuhyun acercó más su rostro al de ryeowook y dijo con confianza, —Si me amas tanto, entonces haz lo que te digo. Ryeowook, prométeme que no tendrás secretos conmigo, si lo haces, te daré mucho más de lo que te di anoche.
—Yo… no tengo secretos.
—Creo que si los tienes.
—Tal vez si, si me haces nuevamente el amor, te los diré—. Acarició la mejilla de kyuhyun y trató de acercarlo. De repente la puerta principal se abrió y la pareja, aún abrazándose quedó perpleja.
—Lamento tanto el interrumpirlos, pero me preocupaba que los vecinos pudieran escucharlos. Por favor, entren y continúen con lo que estaban haciendo—. El mayordomo abrió completamente la puerta y la sostuvo mientras los invitaba a pasar.
—Lo siento, Anthony.
—No se preocupe, señor—. Mientas Anthony cerraba y le colocaba pasador a la puerta, los dos se besaron con pasión.

Ryeowook se quitó su abrigo, todo esto al mismo tiempo que devoraba los labios de Kyuhyun. El abrigo cayó al suelo a sus pies, y como una sombra el mayordomo lo recogió sin decir una sola palabra. Se quedó parado pacientemente esperando a que los dos se separaran.
Finalmente lo hicieron y ryeowook sintió su energía drenada con un solo beso. Sus rodillas no resistieron su peso y comenzó a colapsar. Kyuhyun lo sostuvo sobre su hombro y le habló al mayordomo.
—¿Viejo?
—Discúlpeme señor, mi nombre es Anthony Sterns. Por favor diríjase a mí por el nombre de Anthony—. El mayordomo se paró más erguido y tenía un aire de estar ofendido.
—Lo siento, bueno entonces, Anthony, quítale los zapatos a ryeowook.
Obedientemente el mayordomo le removió los zapatos.
—Kyuhyun-sama, el traje de Ryeowook-sama fue confeccionado por uno de los mejores de Londres. La camisa es de seda y los botones fueron hechos de una extraña concha marina, le suplico que cuando se los quite lo haga con cuidado.
—Anoche fue mi primera vez y perdí el control por completo. Hoy, no creo ser tan brutal. No te preocupes—. Kyuhyun rió desdeñosamente y subió las escaleras, ryeowook aun en su hombro.
El mayordomo se dirigió a kyuhyun quien se estaba retirando, —Kyuhyun-sama, la habitación de Ryeowook-sama se encuentra casi al final del pasillo, un poco más lejos que la habitación de huéspedes. Les llevaré algo de beber.
—Bueno.
Durante la conversación, ryeowook permaneció sin moverse. ¿A caso había sido solo el beso el que lo había dejado sin energía? La verdad es que se le había acabado todo el ímpetu.
—Siento como si estuviera flotando— habló en voz baja y sus ojos permanecieron cerrados mientras era llevado por las escaleras. Por lo general, no se quedaba sin energía tan de repente. Quizás anoche después de todo había sido demasiado violenta. Sus intenciones eran actuar como siempre, pero quizás el estar con alguien quien parecía jamás cansarse sería un problema.
O quizás se debía a que Ryeowook no se había enamorado en mucho tiempo y esto lo había drenado emocionalmente.
—Esto es extraño… existen dos Kyuhyun-shi’s y parece que me estoy enamorando de los dos.
—Bueno, si existen dos de nosotros, será mejor que no traiciones a ninguno de los dos. Jamás me he involucrado con alguien antes, porque no pensé que habría alguien capaz de sobrevivirlo. Ahora te has convertido en alguien preciado para mí.
—Entonces, no vuelvas a decir que te vas a casa.
—Esta mañana, pretendía irme a casa, pero he cambiado de opinión. De alguna manera, no puedo dejar de pensar en ti.