Capítulo 11

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Cuando la luna salía, cada noche era como una fiesta ruidosa. Kyuhyun literalmente exudaba tensión, comía más, bebía más y cada noche usaba el cuerpo de Ryeowook hasta hacerlo gritar.
Luego, llegó la luna llena. El gran círculo color rojo sangre se elevó lentamente sobre la ciudad. Parecía estar tan cerca que se podía tocar y ni siquiera las luces neón podían opacar su brillo. Casi había alcanzado su apogeo.
—¡Es hora de festejar!— Por primera vez en su vida, kyuhyun vestía con un traje que había sido mandado a confeccionar especialmente para él. El material era de un color plateado y ryeowook le había dado una corbata que combinaba con éste, diseñada con un patrón de lunas.
—Se ve muy bien en mí, mejor de lo que pensé.
Ryeowook también estaba complacido, kyuhyun definitivamente lucía muy bien. Sería difícil encontrar a alguien que tuviera el mismo atractivo. A Ryeowook le recordaba a uno de esos gánsteres de la época de la prohibición.
—Después de todo, los costureros japoneses son realmente buenos. Han logrado convertir al bárbaro número uno de Japón en algo parecido a un caballero—. Aún la broma pesada de ryeowook no pareció afectar su humor. Mientras se admiraba a sí mismo en el espejo, kyuhyun le quitó el corcho a una botella de champaña y bebió directamente de la botella.
—Ryeowook-sama, ¿saldrá esta noche?— El mayordomo lucía preocupado.
—No te preocupes… kyuhyun solo quiere salir a beber esta noche.
—Salieron anoche y antenoche. Kyuhyun-sama parece estar bien, sin embargo me preocupo por su salud.
—No te preocupes, estoy bebiendo mi suplemento cuatro veces al día. Estoy bien.

—Nuestra cuenta de comida ha incrementado mucho últimamente.
En contraste al tono preocupado del mayordomo, Ryeowook se escuchaba muy feliz. —No estoy sorprendido. Solía pensar que la cocina era un lugar en el que solo se preparaba el té, pero ciertamente se le han dado muchos usos últimamente.
El mencionado hombre el cual era el que había hecho que la cocina tuviera dichos nuevos usos, se colocó sus zapatos nuevos y rió: —Ryeonggu, es hora de irnos.
—¿A dónde deseas ir esta noche? ¿Qué te parece a algún parque temático?
—Quizás deberías ir a tu bar de vez en cuando— sugirió inesperadamente.
Pensando que quizás kyuhyun aún sentía dudas por Minamikawa, ryeowook levantó una ceja y preguntó —¿Qué estás planeando?
—Quiero ayudarte de alguna manera. No creo que esa clase de bar vaya contigo… deberías de abrir un bar de mejor clase.
—Gracias por la oferta, pero…— Era su turno de sentirse inseguro. ¿Qué tal si kyuhyun sentía alguna clase de deseo por las mujeres que llegaban al bar? Ese pensamiento lo molestaba.
—Estoy bien ahora. Sin importar cuánto investiguemos, mi cuerpo no va a cambiar. Pero más que eso, quiero trabajar por tu bien. Durante el día cuando no puedas moverte, trabajaré en tu lugar.

Mientras Ryeowook abotonaba el saco de su traje de tres piezas, pensaba que las palabras de kyuhyun, parecían más a aquellas habladas por su otro yo y se preguntaba si acaso era la champaña la que estaba hablando.
—Gracias. Aceptaré tu valiosa oferta. Sin embargo, deberás comportarte como todo un caballero en todo momento en el bar. Esa es realmente mi única fuente de ingresos aquí en Japón.
—Lo entiendo, señor. No subestimes mi habilidad de aprendizaje.
Los dos hombres dejaron la casa juntos. Ryeowook lanzó una mirada a los alrededores de la casa. Estaba preocupado que Ohata estuviera por ahí, observándolos. Desde aquel primer día, no había visto rastro de aquel hombre. Si el profesor se había olvidado acerca de ellos o rendido, ryeowook estaba agradecido, sin embargo, no creía que ese fuera el caso.
Después de que ingresaron en el auto, ryeowook abrió su bolsa, sacó la carta de Ohata y se la entregó. Confiaba que kyuhyun hubiera sido honesto cuando habló antes y quería regresarle el buen gesto.
—¿Qué es esto?
—¿Acaso ya lo olvidaste? Esta es una carta de amor de aquel tipo cuarentón con el que fui a encontrarme la noche que me seguiste.
—¡Púdrete!— Kyuhyun arrugó la carta y iba a tirarla, pero Ryeowook lo detuvo inmediatamente.

—Mírala cuidadosamente. No está dirigida a mí. Es una carta de amor para ti.
—¿Para mí? ¿Por qué recibiría algo así de aquel tipo cuarentón?
—¡Léela! Cálmate y léela con cuidado.
Kyuhyun abrió la ya arrugada carta y comenzó a leerla.
—No te lo dije antes porque no quería que te fueras con él. Al parecer no importa cuanto haya vivido, aún no he madurado. No confiaba en ti y por eso hice algo tan estúpido.
—De ninguna manera iría con él. No sé quién demonios es.
—No está escrito ahí, pero creo que quiere vender el secreto de tu maravillosa fuerza al laboratorio científico que esté dispuesto a pagar más.
Como si no hubiera entendido la primera vez, kyuhyun comenzó a leer nuevamente la carta. —No dice eso en ningún lugar.
—El primer error que cometió Ohata, fue el habérmelo dicho todo a mi primero. Como sabes, puedo leer con facilidad las intenciones verdaderas de la gente. Esta habilidad única permite a los vampiros sobrevivir en la ciudad.
—Bueno, ¿por qué no vino a mí directamente?
—Creo que su plan era asegurarse que su oferta no sería rehusada.
—¿Exactamente cuánto sabe este tipo?
Ryeowook no tenía respuesta para esto.

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