1: Encuentro

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A pesar de que llevo buscando trabajo desde que me gradué, no he logrado nada, paso de entrevista en entrevista. Además, la razón por la cual he podido sobrevivir hasta ahora y por la cual aún puedo darle dinero a mi madre es un poco vergonzosa. No es como que hiciera algo malo o delictivo, pero no quiero que nadie sepa que trabajo como "acompañante" en un club. Creí que sería algo fácil de ocultar, de hecho he sido capaz de ocultarlo casi un año. Sin embargo hoy era uno de esos días en los que mi suerte prácticamente era inexistente.

Me encontraba vistiendo un traje de maid, en este trabajo es común el que a veces me hagan vestir como una chica, claro que los clientes estaban al tanto de que era un chico, sin embargo, más que alejarlos y asquearlos, eso aumentaba más el morbo aquellas personas que venían a adquirir nuestro servicio. Esta noche en particular, me fue asignado el trabajo de atraer clientes que iban pasando cerca. Sí, estar vestido con este traje y tener que hacer el ridículo en la calle, ese era mi tarea del día de hoy.

Había logrado llamar la atención de un grupo de tres hombres y con mi palabrería estaba a punto se lograr que entraran al local, pero la voz de alguien familiar lo estropeó todo, no solo eso, hizo que el mundo entero se me cayera. — ¿Eren? ¿Qué... estás haciendo aquí? — Preguntó mi mejor amigo mirándome desconcertado, no era para menos. No dije nada, no podía, jamás me hubiera atrevido a decirle a alguien en qué consistía mi trabajo nocturno, ni siquiera a Armin. Lo ignoré y seguí intentando hacer que los hombres entraran. Armin trató de hablar conmigo una vez más, pero las condiciones no eran las mejores, así que se rindió por completo al acercarse a mí y susurrarme que hablaríamos después. Iba a responder que yo no quería hablar del tema no ahora, ni después, pero ya se había ido.

Estaba cansado de tratar con hombres borrachos y que en ocasiones trataban de sobrepasarse sin haber pagado por ello, estaba nervioso por la conversión que me esperaba una vez que me encontrara con Armin y estuve devastado cuando al llegar a casa lo primero que ví fue a Mikasa hablando precisamente con el chico rubio. Al menos mi madre no parecía estar en casa todavía, últimamente ha estado tomando turnos de noche.

—¡Eren! Bienvenido, ¿quieres un poco de té? — Preguntó mi hermana. Los saludé débilmente y acepté el té, hecho que la obligó a dejar la sala para ir a la cocina.

—Adelante... — Aproveché que estábamos a solas para hablar — Se aceptan burlas siempre y cuando no termine implicando a mi madre o a Mikasa. — Traté de bromear mientras caía sobre el sillón de un solo golpe. — Pero antes, déjame decirte que no tuve otra opción, sabes que mi familia nunca a tenido mucho dinero. — Todo lo que salía de mi boca en este momento era absurdo, Armin es mi mejor amigo y sé que jamás se burlaría de mí, supogo que si estaba diciendo todo eso era porque en el fondo, muy en el fondo, tenía un poco de envidia; él sí que tenía un buen trabajo, es más, desde que se graduó las ofertas le llovían. Se supone que Armin es mi amigo... yo no debería estar teniendo esta clase de pensamientos, me siento patético.

—Eren, yo no te estoy juzgando — Es injusto, ¿por qué es tan comprensivo?

—¿Crees que soy... algo repugnante? — Ya no sé ni lo que estoy diciendo, ahora quería llorar. Desde el principio nada de esto fue fácil y ahora que me habían descubierto, el estrés acumulado estaba desbordándose de alguna forma.

—Yo no he dicho nada de eso. Por supuesto que no, qué ideas tienes.

—¿De que están hablando? — Armin sabía ser diacreto, aún no le había dicho nada a mi hermana. Llegados a este punto, no quiero que nadie a parte de mí, se lo diga. Tenía que salir de mi propia boca ahora mismo.

—Mikasa... hay algo que debo contarte, ahora que Armin lo sabe, creo que tú también debes saberlo, así entre los dos podéis ayudarme... si no es mucha molestia, claro — Miré en dirección a Armin y este asintió la cabeza.

La persona Indicada para mí [Riren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora