—Me han despedido.
Los chicos no sabían cómo reaccionar debido a la impresión de aquellas palabras, hasta que Eren habló.
—¿Por qué? — Fue la pregunta más lógica que pudo hacer al instante.
—Había que recortar gastos innecesarios... no he sido la única en irse. Prefieren pagar la liquidación a seguir pagando los años que aún me quedaban del contrato, claro.
—N–no pasa nada mamá, no te preocupes. Tu recién graduado hijo buscará trabajo. — Dijo mostrando gran optimismo y alarde el chico. — No debes preocuparte por Mikasa, me aseguraré de que ella también acabe de estudiar.
—Siento que estoy siendo la principal causa de sus preocupaciones. — Dijo afligida la chica después de eso.
—No pienses eso, no es así... de todas formas estaríamos en aprietos. ¿De qué viviríamos? La comida, facturas y arriendo de la casa no se pagan solas
—Pero. — Enseguida fue interrumpida.
—Pero nada. No te preocupes, debes estudiar mucho. Algún día tú también trabajarás y lo harás en un puesto alto del gobierno, estoy seguro.
—Gracias. — Su voz sonaba dulce y su mirada, que aunque fija en el suelo, reflejaba inmensa gratitud.
Los segundos pasaban en minutos, los minutos en horas, las horas en días y los días en meses. Carla, la madre de Eren, había hallado ya varios trabajos, para ser exactos tres.
—Mamá no es bueno para ti... terminarás enfermando.
—¿Crees que estoy vieja?
—No es eso, pero no es bueno que te excedas.
—Estoy bien. Debo hacerlo, por vosotros. — La mujer le dedicó una sonrisa, de esas cuando tratas de demostrar que estás bien, pero en el fondo no lo estas tanto. — Sé que has estado en varias entrevistas ya.
—S–sí pero... todavía no ha llamado nadie. Aun así, mañana volveré a recursos humanos, Isabel dijo que me ayudaría.
—No te preocupes no hay prisa.
—No te puedo dejar todo a ti.
—Eren no me agobies más. Si te la pasas diciéndome que me voy a poner mal, pues de verdad me voy a poner mal.
Y de nuevo... el tiempo siguió pasando, claro, ¿cómo no habría de hacerlo? Le hubiera encantado descubrir la forma de detenerlo, pero simplemente no se podía.
—Isabel, por favooor, ¡debe haber algo más!
—Lo siento Eren, sabes que hago lo imposible para buscarte un trabajo. Siempre tienes la opción de hacerte niñero, seguir un curso de idiomas y dar clases o seguir un curso de belleza y.
—Isabel... ¿y de dónde demonios saco el dinero para esos cursos? ¡Agh! — Gruñió de frustración. — Escucha, debo trabajar cuanto antes.
—Pensé que tu madre también llevaba ingresos.
—Le dije que ya conseguí empleo... — Dijo desviando la mirada.
—Y supongo que la convenciste de dejar casi todos los trabajos que tenía, ¿cierto?
—¡Pues sí! ¡¿Qué más iba a hacer?! Solo quiero protegerla. — Soltó un chasquido. — Aunque... es una pena que aun así, se haya quedado con el trabajo que más dinero da pero que más pesado es el horario.
—Te entiendo... y entiendo eso también pero, no tienes por qué ser tan exigente. Trabaja en lo que sea, hasta eso yo te seguiré ayudando.
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La persona Indicada para mí [Riren]
أدب الهواةEren es una persona que ha tenido ya demasiadas relaciones personales, podría decirse que es un "experto". Sin embargo, él en realidad no sabe lo que es el amor verdadero hasta que conoce a Levi, aunque este podría no ser la persona indicada para él...