La persona Indicada para mí [Riren]

17. Empate

Eren y Floch quedaron bastante impresionados por la decoración del lugar, aunque era Eren el que más puesto que no había asistido a muchos eventos así en su vida.

Había luces simulando ser diamantes en el techo y suelo, algunos pequeños y otros grandes. La distribución de las mesas también era increíble y en cada una de ellas había un arreglo floral que no daba la impresión de haber sido barata. Manteles de color blanco era de lo más normal allí, pero no pasaba desapercibido el que combinara muy bien con la alfombra dorada que estaba en el centro y por el que cada persona podía caminar para llegar a su mesa.

Buscaron una mesa en la cual acoplarse e iban "paseando" hasta que Eren escuchó que alguien lo llamaba desde una mesa. Era Marco. Podía sentirse aliviado porque estar en compañía de alguien a quien no conocía se estaba volviendo incómodo. Quería volverse su amigo, pero todavía no sabía de qué hablar con él. Si tenía más gente a su alrededor seguro lo lograba.

—Hola Eren — Saludó Marco en cuanto llegó a la mesa. Junto al pelinegro también se encontraban Annie, Bertholdt y Jean. — Vamos, sentaos. — Dijo agradable como siempre.

—¿Amigo tuyo? — Preguntó Jean mirando curioso a Floch.

—Sí. — Respondió Eren y lo presentó.

—Es un gusto conocerlos.

—¿En qué sección trabajas Floch? — Le preguntó Marco.

—Bueno yo...

—Es el secretario de la directora de la empresa, más bien de su esposo. — Explicó Eren apático.

—¿Enserio? Eso suena increíble. — Dijo Marco, tratando de ser amigable con él.

—Tampoco es la gran cosa — respondió rascándose la nuca. Aunque tratara de ser modesto, su sonrisa dejaba ver que en realidad le gustaba ser alagado.

—Yo creo que sí, debes haber tenido muy buenas recomendaciones para ser ahora la mano derecha del señor Ackerman.

—Ya deja de adularlo Marco — habló Jean. Eren regresó a verlo y aprovechó para molestarlo.

—Tranquilo Jean, nadie va a quitarte a tu queridísimo Marco. — Marco se puso rojo al escuchar hablar así a Eren y encima, delante de otras personas.

—¿Por qué no cierras ese pico que tienes por boca?

—¡¿Qué dijiste?!

Otra vez empezaron a pelear. Para los demás era muy común ver esta situación a diario en la oficina, incluso Marco ya había dejado de intentar detenerlos. Todos estaban tranquilos, todos menos Floch que asustado trató de evitar que siguieran.

La verdad era que Eren y Jean por sí solos ya eran muy difíciles de tratar, tenían un carácter bastante peculiar.

—Oigan cálmense — dijo Floch intentando frenar a Eren cuando estaba a punto de levantarse de la silla.

Pero no fue por el noble acto de Floch que ambos se detuvieron antes de lanzar cualquier goloe a la cara del otro, sino que más bien, el evento iba a enpezar enserio.

En el escenario que tenían en frente acababan de hacer acto de presencia Petra, Levi y quienes Eren supuso, los padres de Levi.

—Buenas noches con todos los presentes — habló el señor —, es un orgullo para mí estar aquí de pie frente a ustedes para conmemorar el trigésimo aniversario de nuestra editorial. Si bien hace seis años que dejé la empresa a cargo de mi hijo y su esposa...

Para Eren todo se volvió un "blah, blah". Ignoró todo el discurso del señor Ackerman, el de su esposa, el de Petra y lo hizo con muchísimo más gusto el de Levi.