16. Juego

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A pocos días del trigésimo aniversario de la editorial, Levi se encontraba en el despacho de Petra para discutir los últimos preparativos de la fiesta.

—¿Está todo listo o falta algo más? — Preguntó ella poniéndose más cómoda sobre su silla y soltando los papeles que sostenía, sobre la mesa.

—Solo una cosa, que des tu aprobación para el tipo de invitación que se enviará a los empleados.

—Ah... ¿Cuáles usamos para los ejecutivos? — Abrió el cajón de su escritorio para sacar las pequeñas invitaciones de muestra. En total eran seis tipos.

—Las de color blanco.

Petra se quedó observando con detenimiento la invitación señalada, la comparó con las demás y al final terminó eligiendo otra que era de color negro.

Con todos los preparativos listos, Levi salió del despacho de Petra y se dirigió al suyo. Antes de entrar, habló con su secretario.

—Floch, asegúrate de tener el número de empleados en nuestras sucursales de Tokyo. Tendrás que encargarte de las invitaciones, toma — sacó la invitación de muestra que tenía en el bolsillo interior de su blazer y se la entregó.

—Entendido. — Respondió con la eficiencia que su jefe esperaba de él. Levi no podía estar más satisfecho con un empleado así; se dio la vuelta y ya iba a entrar a su despacho, cuando el chico lo llamó y preguntó: — Señor, ¿a qué hora saldrá hoy?

Era habitual que su secretario hiciera este tipo de preguntas, dependiendo del trabajo que le aguardaba en la lista que el chico manejaba. Así que contestó.

—Supongo que esperaré a que Petra termine para irme con ella a casa... como a las nueve o diez de la noche.

—¿Quiere que le traiga algo de comer cuando vuelva?

—No hace falta que te molestes, gracias. No he tenido hambre en los últimos días.

—¿Quiere que agende una cita con algún doctor?

Levi sonrió levemente. — Preocúpate por ti mismo, que yo puedo cuidarme solo. Y ve rápido a hacer las invitaciones. Por cierto, debes enviarlas a las nueve de la mañana, que no se te olvide.

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◇◇◇◇

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—Eren, él tiene una responsabilidad con la que cumplir, tiene una empresa que manejar con su esposa.

—Pues que lo haga, ¡no me importa! Lo que me jode es que... me haya dado una falsa esperanza. Dijo que me quería y me besó... Por... ¿Por qué lo hizo? — Por un momento sus ojos denotaban tristeza, como si estuviera a punto de llorar. Pero enseguida dejó esa "tontería" de lado y regresó al enfado que sentía. — Me ilusionó y luego bye, adiós, ¡eso no se hace!

—¿No se supone que eras un experto en darte cuenta cuando alguien juega contigo? — Dijo Armin, no con ánimo de restregarle en la cara que su experiencia poco o nada le había servido, o bueno..  talvez un poco sí. Sin embargo, también se sentía mal por Eren y quería ayudarlo.

—...

Era ahora cuando Eren se daba cuenta de que había sido insensible con respecto a la situación de Armin, a él de verdad le gustaba Erwin...

—Armin perdóname, talvez estaba equivocado y él solo.

—No — interrumpió el rubio —, tú tenías razón y yo me equivoqué. Te dije que jamás podrías enamorarte y aquí estas. Sé que Erwin no quería nada serio conmigo.

La persona Indicada para mí [Riren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora