18. Estrategia

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—Eren, tu amigo es un psicópata. No tienes idea del miedo que tenía.

—Perdón, enserio perdóname. — Se disculpó el aludido.

—Tranquilo. En el fondo lo entiendo pero... creo que eso fue algo exagerado, ¿o es que tiene problemas de ira? — Se expresó con fastidio.

—Con la gente que le cae mal yo diría que sí. Jean puede llegar a ser un tanto agresivo, te lo digo por experiencia. Hay que tener cuidado si se lo va a provocar.

—Pero no hice nada, enserio. Mi intención no era molestarlo.

—Aun así, te la pasaste toda la noche hablando y "simpatizando" con su novio; lo hiciste encender alguna especie de alarma.

—Yo no sabía que era su novio — enarcó una ceja mientras cruzaba los brazos — y como ya dije, no hice nada.

—Tranquilo, no tienes por qué explicarme nada. — Le dijo serio. Floch sintió que el castaño no le había creído, no con esa expresión. Sin embargo, Eren volvió a hablar porque notó la inseguridad del pelirrojo. — Está bien, no creo que hayas querido hacerle nada.

Floch enseguida cambió de cara a una más tranquila y alegre.

—¿Enserio? Gracias por creer en mí —  Se acercó a darle un abrazo amistoso a Eren, el típico abrazo de haber salido triunfante de algo. Le dio unas palmadas en la espalda, dándole a Eren la confianza suficiente de hacer lo mismo. Aunque al segundo, Eren lo abrazó con más sentimiento. ¿Por qué? Porque acababa de notar a cierta persona de pelo negro y baja estatura observándolos desde lejos.

Levi los había seguido. Pero no tenía intención de ocultarse, estaba de pie y cruzado de brazos. Se quedó quieto esperando a que el abrazo de ese par terminara. El abrazo acabó pero todavía no había dado un paso al frente, cuando Eren tomó la mano de Floch y decidió salir corriendo. Eso no lo hizo por molestar, sino porque la mirada de Levi daba miedo, cualquiera que lo viera y apreciara su vida huiría.

Floch no entendía bien lo que estaba pasando, solo observaba cómo su mano estaba siendo sujetada por la de Eren. No se sentía incómodo ni nada por el estilo, era solo que la mano de Eren estaba fría, más bien helada. No sabía cuánto más aguantaría sosteniendo aquella mano.

Corrieron hasta la parada de bus más cercana. No hablaron de nada y mucho menos Eren le había explicado la razón por la que había salido corriendo llevándolo a él. Pero todo eso ya daba igual, no quería preguntar tampoco, era momento de que cada quien volviera a su casa.

Eren hizo de buen amigo de Floch – a pesar de haberse conocido ese mismo día – y esperó a que este se subiera al autobús correcto. Floch no era el tipo de persona que necesitara ser cuidado por alguien, hasta sentía que su ego había sido "herido" en cierta forma por haberle dado esa impresión a Eren. "¿De cuándo aquí acá me han visto cara de niño?" se preguntó un poco mosqueado, mirando a Eren desde la ventana del autobús. Ah, ese chico era lindo, podía dejarlo pasar de alguna forma.

Sonrió a través del cristal y agitó su mano para despedirse. Eren hizo lo mismo y el bus arrancó.

—Corres muy rápido. — Alagó a sus espaldas. Pero su tonl de voz no era propio de alguien que hacía un cumplido.

—¿Qué quieres ahora Levi? — Preguntó Eren hastiado de la noche.

Dio media vuelta para encontrarse con el de cabello oscuro, esperando verlo agotado por tener que correr detrás de él, pero no fue esa imagen la que llegó a ver. Lo cierto era que Levi ni siquiera había hecho el intento de perseguirlos. No era difícil saber a dónde se dirigían, ninguno tenía auto.

La persona Indicada para mí [Riren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora