La persona Indicada para mí [Riren]

6: Amistad

-¿Eren?

-Levi.

Estaba sorprendido, incómodo, molesto, muchas cosas en realidad. No sabía la razón por la cual él estaba aquí y no tenía otra forma de averiguarlo más que preguntándoselo directamente a él.

-Trabajo aquí. - Fue su respuesta.

-¿Ah sí? - Traté de fingir que no me interesaba. Me subí al ascensor en el que desgraciadamente solo estaríamos nosotros dos. - Nunca mencionaste algo sobre trabajar en una editorial.

-Lo iba a hacer. Hasta consideré ofrecerte trabajo, pero ya lo habías encontrado tú mismo.

-Qué coincidencia - dije apático. - Hoy empiezo a trabajar aquí.

-¿Eres una especie de acosador?

-¿Ha? Perdona, pero ese "asunto" entre tú y yo quedó atrás. No tenía ni la más mínima idea de que trabajabas aquí.

-Espera - dijo frunciendo el ceño -, dices que el "asunto" está resuelto. ¿Estás diciendo entonces que... - De golpe acortó gran parte de la distancia que estaba entre nosotros, hasta acorralarme en una esquina del ascensor - ya olvidaste lo que sentías por mí? - su tono de voz se había reducido en gran manera, lo que la hacía sonar un poco ronca y... casi muero por eso. - ¿Sabes? Yo... - No lo dejé continuar porque ya lo había apartado lejos de mí. ¿Qué pretendía hacer con todo eso? Qué molestia. Ni siquiera quiero imaginar lo que iba a decir, dar falsas esperanzas a alguien, de algo que sabes que jamás va a pasar es lo peor que puedes hacer. Prefiero que se mantenga callado.

-Por favor, evita tener el menor contacto posible conmigo. - No quería ser grosero, pero si no demostraba ser firme jamás me tomaría enserio. En teoría creo que ni siquiera lo hace ahora porque soy muy joven. El ascensor se detuvo y sin siquiera voltear a ver me despedí. - Ten un buen día. - Dije, pero no obtuve ninguna palabra de vuelta.

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"Sabes yo... " Aún si Eren no me hubiera detenido, no iba a decir nada más después de eso. Hablo enserio, no tengo idea de qué venía después, por lo que creo que era literalmente nada, pero no me sorprende tanto. Últimamente carezco de sentido común, y temo que sea Eren quien lo provoca. Era inevitable haber ido en el mismo ascensor que el chico, pero sí estana en mis manos no cruzar palabra con él, en cuyo caso fallé rotundamente, no solo eso, también lo acorralé sin ningún propósito en concreto. Es molesto, muy muy molesto el tener que lidiar con mis propios pensamientos porque no van a ninguna parte.

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-Hola soy Eren Jaeger y desde hoy trabajaré aquí.

-Bienvenido, yo soy Thomas. Sígueme - Me llevó hasta estar delante de un hombre cuya cara denotaba su cansancio. - Franz, el nuevo ya ha llegado

-Oh genial - enseguida se puso de pie y cambió su expresión a una más animada, como si de alguna forma mi presencia fuera a hacer de menos su trabajo. Por mi bien esperaba que no. Se presentó conmigo y luego se dirigió a las demás personas que estaban en el mismo departamento.

-Chicos, él es Eren y desde hoy forma parte de nuestro equipo de edición, por favor, llevaros bien con él. - Volteó a verme. - Eren te presentaré a todos - No supe qué tan común era que esto sucediera en cada empresa, talvez tenía que ver con la forma de trabajar de cada superior. Sea como fuera, fui arrastrado a visitar puesto por puesto - Él es Marco.

-Hola, un placer. - Dijo muy alegre.

-El de por allá es Reiner.

-¡Bienvenido! - Gritó desde la lejanía.