Charlie
Era de mañana, todo estaba oscuro y había mucho ruido, sonaba el despertador y Fifi me sacudía diciéndome que se me hacía tarde para ir a la escuela. Yo me sentía cansado y muy adolorido, me dolía la cabeza y juraría que estaba hirviendo. Fifi noto que estaba mal y fue por un termómetro. Tenía fiebre. Trate de levantarme pero no pude, Fifi me recostó y me dijo que no tratara de escaparme o me regresaría a la cama.
Me quede en mi dormitorio, pero el lado bueno era que no tenía que ir a la escuela.
Hoy Fifi era la que me cuidaba y yo era el enfermito. Se fue por un rato y regreso con un traje de enfermera, le pregunte de donde saco el traje, pero no me quiso decir.
Se recostó encima de mí y empezó a tomarme otra vez la temperatura, luego me dijo que me iba a curar con un abrazo, no funciono pero me sentí más tranquilo.
Fifi me trajo el desayuno a la cama y también desayuno conmigo, y me robo unas frutas de mi plato.
Pasaron unas horas y yo seguía igual. Fifi trataba de animarme haciendo cosas raras pero yo no podía hacer mucho.
Eran como las dos de la tarde y Fifi me subió la comida y luego se fue.
Termine de comer y recupere un poco de fuerza como para levantarme y caminar. Baje a la sala y Fifi jugaba con dos peluches. Trate de no hacer ruido para espantarla y justo cuando ya estaba atrás de ella me acerque a su oído y le dije, "¿A qué juegas?". Ella salto y trato de esconder los peluches detrás de su espalda.
-¡Amo! ¿¡No tienes que estar en tu cama!?
-Creo que he mejorado un poco.
-¿Y qué haces aquí?
-Solo baje para ver como estabas. ¿Qué escondes detrás de ti?
-¿¡Yo!? Nada, no es nada
Me acerque a ella y logre robarle los peluches.
-Dámelos por favor... Charlie malo.
-Que tiernos- dije mientras observaba los peluches. Uno era idéntico a mí y el otro era igualita a Fifi -Somos nosotros-
Fifi se puso muy roja. Luego se me ocurrió hacer que los peluches se besaran y eso provoco que Fifi se pusiera muy nerviosa y me los quitara.
-No hagas eso- dijo abrazando los peluches.
Yo solo le acaricie como siempre el cabello, pero por un momento me sentí mareado y casi me caía, por suerte Fifi me agarro y me sentó en el sillón.
En ese momento Fifi trato de llevarme al doctor pero le dije que más al rato. No era porque le tuviera miedo, solo que no sabía si iba a poder llegar con tan poca energía y con los mareos.
Después de hora y media fuimos con el doctor. Él me receto unos medicamentos y regresamos a casa.
Ya era de noche y yo me recosté un rato. Luego fui a cenar y antes de dormir Fifi me dio las medicinas, después fui a dormir ya que mañana tenía que justificar mi falta y tenía que ir descansado.
Fifi
Charlie fue a dormir muy temprano y como no tenía nada que hacer me puse a ver una película de la T.V. Había una que me intereso, era animada y de amor. La vi durante dos horas y me encanto. Había unos tramos donde me imaginaba que la protagonista era yo y el chico era Charlie.
Cuando acabo fui a ver a Charlie. Él dormía y yo me recosté a su lado y le di un beso en la mejilla para que luego yo pudiera dormir.
Ya era de día y el amo se había ido a la escuela. No sabía si eso era buena idea, él seguía enfermo y yo lo quería cuidar. Cuando regreso le di un fuerte abrazo y casi nos caímos.
Después de la comida le dije que si quería jugar un rato conmigo y el acepto. Yo quería jugar con él en la consola, pero él quería jugar con los muñecos. Yo no quería jugar con él con mis peluches porque me daba mucha pena que el supiera por qué los había fabricado.
Lo convencí y empezamos a jugar en la consola. Yo me senté en sus piernas y él me tomaba las manos. Yo me sonroje y trate de que no me viera. Pasaron las horas y yo rompía cosas y Charlie era el que me veía jugar.
Era tarde y decidimos cenar. Después tome las medicinas y le dije a Charlie que abriera la boquita, después le di la cucharada de jarabe. Por un momento quise saber a qué sabia su jarabe, pero no me dejo beberlo.
Fuimos a la cama y yo me recosté encima de él casi dándole un abrazo.
Espere unos minutos a que se durmiera y cuando esto paso me acerque a su mejilla para darle un besito, pero él se dio la vuelta y le di un beso en la boca. Charlie despertó y me quedo viendo como lo besaba.
Los segundos del beso parecían eternos pero cuando acabo me separe de él. Él estaba muy rojo y creo que yo igual.
Él pronuncio mi nombre con un tono dulce. Yo me puse muy nerviosa y salí corriendo del cuarto para ir a la sala.Charlie
Yo dormía y de la nada Fifi me beso en la boca. Nos vimos directamente y cuando dije su nombre ella salió corriendo con una cobija. Yo la perseguí pero por un momento la perdí de vista.
Entre a la sala y ella se escondía debajo de la cobija. Me senté a lado de ella y paso un minuto de silencio hasta que ella hablo.
-Lo siento- dijo en voz baja.
-No te preocupes, pero, ¿Por qué me besaste?
Ella se quitó la cobija y casi con lágrimas en sus ojos me contesto.
-Fue un accidente, solo quería darte un besito en la mejilla, pero tú te moviste. No fue mi intención... Ella empezó a llorar.
Yo le limpie las lágrimas y la mire de frente.
-No es necesario que llores...
-Es que quiero que estés bien, y te beso la mejilla todas las noches... solo para saber que estas bien... Ella volvió a llorar.
-Ya, no quiero que llores- le limpie sus lágrimas y me levante. La tome de la mano y la levante. Fuimos al cuarto donde dormimos más tranquilos.
En la mañana baje a la cocina y Fifi me esperaba. Cuando llegue Fifi se lanzó contra mí y su rostro estaba casi pegado al mío, yo sentí una sensación nueva. Ella luego se apeno y se alejó dándome la espalda.
Yo sabía que estaba nerviosa, así que me acerque y sin pensarlo le di un beso en la mejilla. Ella se dio la vuelta y me vio con sus ojos tiernos, luego solo coloco su cabeza en mi pecho. Yo no sabía qué hacer.
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Mi neko maid
RomanceCharlie es un chico que vivía solo hasta que conoció a Fifi, una chica con la cualidad de transformarse en neko cuando quiera. Ella para pagarle el favor a Charlie de haberla salvado, se convierte en su sirvienta. Con el tiempo aprenden a vivir junt...