Dando la vida.

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Fifi
Charlie ya iba a regresar de la escuela y yo lo esperaba en la puerta para abrazarlo y besarlo. Yo esperaba y no llegaba, luego escuche una voz diciéndome "¿A quién esperas?" Me di la vuelta y era el amo, salte sobre él y empecé a llenarlo de besos. Le pregunte como había entrado y me dijo que entro por la ventana para probar algo nuevo.
Le entregue un sobre que le había llegado. Él lo abría y yo trataba de ver que era, saco unos billetes de él y luego me dijo que lo tirara, pregunte si podía ver, me dijo que sí. Era una carta de Renata que decía que le daba dinero para que me dejara y se fuera con ella. Tire la carta y luego fui con él.
-¿Entonces me vas a dejar?
-Claro que no, tú siempre serás mía y unos pocos billetes no harán que cambie de opinión.
-Te quiero amo.
-Yo igual. ¿Ahora que tenemos dinero quieres salir a algún lado?
Decidimos a donde ir luego nos pusimos en camino al parque temático, era grande y muy emocionante, solo lo había visto desde afuera pero esta sería la primera vez que entro.
El lugar realmente era grande y quería subirme a todos los juegos.
En la tarde comimos unas hamburguesas en uno de los puestos y luego volvimos a divertirnos, aunque no fue buena idea subir a la montaña rusa después de comer, casi vomitaba.
Nos quedamos hasta la noche donde nos subimos al carrusel, era romántico. Ya nos salimos y regresamos a casa juntos, y cuando entramos olíamos mal, Charlie me pidió que me bañara pero yo no quería, él insistía y yo me negaba hasta que dije que sí, siempre y cuando nos bañáramos juntos, él tuvo que aceptar y luego los dos entramos a la tina. Charlie me miraba y durante mucho tiempo desviaba la mirada.
-¿Estas bien amo?
-Si...
-Te vez nervioso
-Es que esta es la segunda vez que te veo desnuda y... no sé qué me pasa.
-¡¿Me estás viendo?! Charlie pervertido!!!
-Lo sé, yo quería evitar esto, lo siento.
-Pervertido. Pero tú eres mi amo ¿no?- me acerque a él y me coloque encima de sus piernas y pegue mi pecho con el suyo -Y mi trabajo es hacerte sentir bien amo-
-Fifi, ¿Qué quieres hacer?
Desde ese momento empecé a tentar a Charlie de distintas formas y yo me divertía haciéndolo. Cuando salimos Charlie estaba muy rojo y yo lo abrazaba del brazo, luego nos vestimos para ir a dormir.
Los días pasaban y nuestra relación mejoraba, el a veces me compraba flores, o chocolates, incluso bolas de estambre, pero mientras no estaba me llagaban cartas amenazantes de que me iban a matar si no dejaba a Charlie, ya sabía quién las escribía y eso era lo que me aterraba.

Charlie
Los días de escuela eran cada vez más difíciles, y estar separado de Fifi era triste, me gustaría que ella estuviera sentada a mi lado con un uniforme escolar, se vería muy linda.
Casi era todo normal a excepción de que Carol se veía muy preocupada y me advertía que cuidara a Fifi ya que Renata tramaba algo contra ella, yo intentaba hacer que Carol dejara a Renata pero ella no quería por lo que ella era capaz de hacer para perjudicarla. Lo último que me dijo era que Renata no estaba sola, tenía un socio.
Yo regresaba a casa y algunas veces la veía hablando con otro hombre y realmente empezaba a tener miedo.
Cada vez que llegaba a casa veía a Fifi espantada y cada vez más preocupada. Los primeros días ella me mostro unas cartas que le mando Renata y con ella metimos una denuncia, pero la policía no la encontraba, era como si hubiese desaparecido.
Cada día llegaban más cartas y no volví a ver a Carol ni a Renata. Fifi se preocupaba cada vez más y habían días en los que lloraba porque pensaba que iba a morir, incluso había días en los que me llevaba a Fifi a la escuela escondida dentro de mi mochila, y no dejaba que la tocaran.
Era preocupante todo esto y fui a pedirle ayuda a los vándalos que una vez trataron de llevarse a Fifi. Me los encontré en su callejón y me saludaron como uno de ellos, les conté la situación y ellos decidieron ayudarme a cambio de que no pusiera cargos contra ellos por lo de la otra vez. Acordando todo, ellos empezaron a entrenarme y a veces me daban algo de información que conseguían por las calles.
Ya paso un mes y todavía llegaban esas cartas, Fifi casi no salía del cuarto y muchas veces lloraba, yo seguía entrenando con mis nuevos amigos después de clases y realmente aprendí defensa, y querían que usara una pistola pero yo me negué.
Trataba de contactar con Carol pero en vez de eso me llego un mensaje que decía que la dejara en paz, por un momento creí que era de ella pero había un tramo donde no concordaba, por lo que llegue a la conclusión de que ella no me estaba escribiendo. Jeff y otros amigos de ella se enteraron e hicieron todo lo posible para encontrarla.
Volviendo con Fifi. Ella realmente estaba mal, casi no comía y su alegría desapareció. No me gustaba verla triste por lo que organice una salida para distraerla. Ella acepto y esperamos al fin de semana para irnos.

Fifi
Ya era sábado y realmente no quería salir, pero no podía quedarme aquí siempre. Charlie preparo todo y luego nos fuimos a un parque y era muy verde.
Nos sentamos debajo de unos árboles. Yo no soltaba al amo y él a mí tampoco. Sacamos la comida y el me daba de comer en la boquita. Empezaba a jugar y realmente me hacia reír.
Estábamos riendo y luego tres sujetos se acercaron a nosotros, uno de ellos era Renata y los otros traían trajes. Sentía que los había visto antes pero no lo recordaba.
-Yo les había advertido- dijo Renata mientras uno de los sujetos sacaba un arma.
Charlie me empujo y el tipo fallo el disparo, luego Charlie se acercó a uno y lo desarmo. Yo trate de ayudarlo pero Renata saco un cuchillo y me ataco, no me dio pero no me dejaba pasar. Ella estaba muy enojada y cuando parecía que me mataría, Carol salió de un arbusto y empujo a Renata y empezaron a forcejear.
-¿Qué haces tonta?
-No dejare que lastimes a mis amigos
Mientras ellas peleaban yo fui con Charlie, pero de la nada Renata me lanzo a un árbol y con el cuchillo me trato de apuñalar, cerré los ojos pero no sentí el filo, sin embargo, Charlie estaba enfrente de mi con el cuchillo en el estómago. Él aun tenía fuerzas y tiro a Renata, luego dos disparos se escucharon y llegaron unos policías. Se llevaron a Renata y sus compañeros y fui corriendo a ver a Charlie. No se levantaba, aun respiraba pero no se movía, Carol llamo a una ambulancia.
En el hospital, recostaron a Charlie en una camilla y luego un doctor salió a decirme que tal vez no podría despertar. Empecé a llorar y Carol me consoló, diciendo que ella tenía la culpa, pero no era cierto.
Regrese a casa y no podía dormir, llore durante horas y el único recuerdo que me llegaba era de él recibiendo el cuchillo en vez de mí.

Mi neko maidDonde viven las historias. Descúbrelo ahora