Mi neko maid

Cambio de roles (Parte 2)

Charlie:
Era de mañana y Fifi lavaba platos y yo tomaba un café, acabe mi café y fui a ayudar a Fifi, terminamos con los platos y luego nos acordamos del trato que teníamos, ya me sentía mal por no haberlo cumplido bien.
Nos volvimos a cambiar y continuamos con nuestras nuevas vidas normales. El hecho de haber cambiado de roles también involucraba a la consola y ella fue la primera en jugar, luego me uní yo y el hecho de que fuera el sirviente no significaba que le podría ganar, aun así ella se divertía destrozándome en todo, excepto en las carreras, ahí era el campeón. La serie de ella había empezado y siempre la acompañaba. Aunque la serie fuera un poco rara también era buena y muy entretenida. Ella me pidió que fuera a cómprale dulces y cosas para que ella cocinara.
En la calle caminaba tranquilo hasta que la loca de Renata me encontró y trataba de hacerme platica, yo realmente sabia sus intenciones y hacia lo posible para irme pero ella insistía y no me dejaba pasar, busque formas de sacarla sin tener que tocarla pero en un intento dijo que mataría a Fifi, escuche eso y lo único que hice fue tirarla al suelo y amenazarla de lo que pasaría si intentaba tocar a Fifi. Me retire y compre toda la comida. Regrese rápido y Fifi me esperaba para que cocináramos juntos. En la cocina solo observaba a Fifi y me preocupaba que Renata cumpliera su amenaza, si lo intentaba tenía que evitar que Fifi corriera peligro.
Terminado ya todo solo fuimos a dormir para luego tener toda la noche, sin embargo me seguía preocupando por ella.

Fifi
Nos volvimos a despertar y Charlie estaba un poco raro, le pregunte y me dijo que no me preocupara pero yo no podía dejar de preocuparme si él estaba mal, le di un abrazo y le pedí que me lo dijera, y le tuve que recordar que yo era la ama ahora. Me dijo que se preocupaba por mí y que la tal Renata quería asesinarme, luego yo también me preocupe pero él me dijo que daría su vida por mí si fuese necesario, yo no quería que él diera la vida, yo lo quería vivo y a mi lado siempre. Sonrió cuando le dije eso y tomándome de la mano me dio un beso y yo me alegre de que lo hiciera.
Salimos y todo estaba oscuro, solo había luz lunar y la de las farolas de las calles. Le pedí a mi nuevo sirviente que nos mandara a un lugar divertido, pensé que diría que era imposible a estas horas de la noche, pero no, Charlie me cargo de caballito y durante todo el camino se movía mucho, a veces sentía que me iba a caer pero era muy divertido. Recorrimos toda la ciudad hasta que nos detuvimos en un parque, había muchos juegos y eran para niños, pero Charlie aun así entro.
Era raro, se sentía mágico, como si volviera a mi niñez, pero ahora tengo a Charlie, me subió a un columpio y empezó a balancearme en el y cuando me volvía a acerca a él, nos besábamos. Cambiamos de juegos y realmente reía como niña pequeña, nunca me había divertido tanto en mi vida.
Se hacía de mañana y teníamos que salir antes que llegara un policía y nos regañara por estar metidos en ese lugar sin permiso. Caminamos hasta casa y yo no soltaba el brazo de Charlie.
Paso el día cuatro y ya solo me quedaban dos días para mandar a Charlie, el último domingo todo volvería a la normalidad y el lunes el regresa a la escuela, quería aprovechar estos días para estar con él.
Hoy quería invitarlo a salir otra vez en la noche a un lugar tranquilo donde pudiéramos estar solo y posiblemente dormir sin miedo a algo malo, como un pequeño campamento para nosotros dos.
Limpiábamos el cuarto y era un verdadero desastre, como un campo de guerra, estuvimos casi todo el día limpiando y ahí se fui uno de los míos, le dije a Charlie sobre mi plan pero no había tiempo y me sentía un poco triste por no poder ir con Charlie, pero él siempre tenía buenas ideas.
Recogimos la sala y luego empezamos a mover todos los muebles. Con unas cobijas armamos una tienda de campaña y Charlie tomo una linterna y un colador, y apagando las luces hiso que la casa estuviera llena de varias estrellas, yo estaba impresionada y realmente contenta.
Charlie se acercó y me invito a bailar, luego se escuchaba un vals y tomando su mano empezamos a bailar en medio de la sala, yo imaginaba a Charlie con un traje bonito y elegante y a mí con un lindo vestido blanco bailando con él y sintiendo sus manos en mi cintura.
Nos besamos y bailábamos mientras duraba la canción y nuestros cuerpos se juntaban cada vez más hasta que nos recostamos en el piso, él empezó a tocarme y yo dejaba que lo hiciera, nuestros besos eran más apasionados y antes de poder llegar a hacer alguna otra cosa escuchamos un ruido raro en la cocina, Charlie fue a revisar que paso y me dijo que se cayeron unos platos. Regreso y nos recostamos en una alfombra con una cobija y almohadas, mirábamos el techo hasta dormirnos.
Era mi último día y solo pensaba en lo de ayer, no es que fuera una pervertida pero, si esos platos no se hubieran caído, Charlie y yo hubiéramos... hecho el amor. Pensar en eso me pone muy nerviosa, pero quería sentir esa sensación de unirme a Charlie.

Charlie
No puede ser, porque me comporte así ayer, ahora Fifi a de creer que soy un pervertido, y tal vez no me quiera hablar. No era del todo mi intención, si he querido avanzar en nuestra relación pero creo que me gano el momento.
Ella me hablaba y tenía que atenderla, fui y ella estaba muy nerviosa, le pregunte si le pasaba algo pero al momento de tomar su mano ella la quito y se ponía más nerviosa. Ella me dijo que solo preparara el desayuno, comida y lavara platos, luego mi día estaría libre. Acate sus órdenes y cuando las cumplí me puse a jugar a la consola.
Fifi seguía muy nerviosa pero cuando me acercaba ella se volteaba y subía al cuarto. No sabía si me había excedido y trataba de borrar la culpa jugando con mis amigos en online.
Pasaron unas horas y Fifi me llamo, termine la partida y subí al cuarto, ella me esperaba y estaba en ropa interior, yo no sabía cómo reaccionar y al verla, en serio me sentía demasiado raro.
-No pienses nada raro, solo quiero demostrarte todo el amor que te tengo.
-¿Fifi? Tú realmente, ¿quieres hacerlo?
-Te dije que no pensaras en nada raro. Aunque, realmente...
-Fifi, enserio, tu y yo...
-No sigas hablando, estoy muy nerviosa por esto.
Yo me acerque a ella y tomándola de las manos le dije
-Fifi, si realmente quieres hacerlo solo me tienes que decir, además, creo que también quiero unirme más a ti.
Ella levanto su mirada y observándome me beso y me recostó en la cama, me quitaba la ropa y yo a ella la poca que traía, luego nuestros cuerpos se tocaban, ella era bastante suave. Estábamos haciéndolo y cuando terminamos no me acordaba de nada.
En la mañana ella se veía extraña, no se movía como siempre, parecía un poco torpe. Tome su mano y le serví café.
-Charlie, ¿qué tanto me amas?
-Fifi, yo te amo demasiado.
-¿Y si estoy embarazada?- decía nerviosa
-Tendremos unos gatitos muy bonitos.
-Lo dices enserio.
-Claro, pero será mejor esperar a que nos casemos para formar una familia.
-Te amo mucho Charlie- en ese momento ella me abrazo.
-Yo igual Fifi, yo igual.
Terminamos de desayunar y salimos de paseo para disfrutar mi último día de vacaciones juntos.