Nekos, nekos y más nekos.

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Charlie
Fifi y yo regresábamos de hacer la compra. Los dos reíamos y jugábamos por el camino. Todo iba normal hasta que en nuestro camino se cruzó un neko blanco.
-¿Trueno?- dijo Fifi al verlo.
El gato siguió su camino y Fifi empezó a perseguirlo, y yo la perseguí a ella.
Atravesamos algunas calles y callejones, y casi me atropellaban dos coches.
Cuando Fifi lo alcanzo, se agacho y empezó a hablar con él.
-¿Miauu?
-Nya
-Miau, nya miu
-Nyaaaa
Ellos hablaban en gatuno, o eso creo, por lo que yo no entendía ni una palabra. Luego ella se levantó y con el neko en sus brazos se dio la vuelta.
-Charlie, saluda a Trueno. Miau, nyaa ñya.
Luego el neko me saludo y yo a él.
-Fifi... ¿Podrías tener... más cuidado cuando... corras?- dije cansado
-Lo siento amo- se disculpó -¿Podemos llevarlo con nosotros? Porfavooooooooooooor.
Yo acepte y regresamos a casa, con las bolsas un poco rotas y con la experiencia de que casi volvía a morir por un coche.
Dejamos todo y nos recostamos en el sillón. Ambos estábamos cansados y lo único que hice fue abrazar a Fifi, luego nos íbamos a besar pero el neko se puso en mi cabeza.
-Noo, Trueno, nyaa ñya.
Cuando él la escucho se bajó de mí y luego nos besamos.
Descansamos un rato y luego Fifi preparo la comida. Yo me quede en la sala y cuando miraba a ese gato sentía que me observaba con ganas de matarme. Lo ignoraba pero al desviar la vista él se acercaba más, por lo que no podía desprevenir me.
Fifi nos llamó para comer y fuimos a la cocina. Nos preparó rica comida y como siempre ella robaba de mi plato y me dejaba con media comida.
Fuimos a descansar y después de unas horas dormimos. Durante la noche, Fifi se enrollaba encima de mí y el otro neko encima de ella. Solo me preguntaba cómo me despertaría mañana sin tirarlos.

Fifi
El amo ya se iba a la escuela y me quede en casa y Trueno me hacia compañía. Hacia todas mis tareas y él me seguía y hablaba con migo.
-¿Entonces él es tu amo?
-Sí.
-¿Y por qué no te escapas? Creí que no querías volver a pasar por lo mismo.
-Lo sé, pero Charlie es muy lindo conmigo y me trata como...- yo suspire
-¿Cómo te trata? Si te molesta o lastima yo mismo le saco los ojos- dijo tirando un cojín.
-No hagas eso- recogí el cojín -El amo realmente me trata como una princesa, me cuida, me protege y no me pidió nada por salvarme la vida, tres veces.
-Entonces tú y él, son amigos.
-Somos novios
-Enserio.
-No te rías, él es lindo, comprensivo, guapo, carismático, bueno, tierno...
-¿Fifi?
-..., amigable, agradable, sexi, cariñoso,...
-Fifi.
-..., amoroso, romántico, lindo, detallista...
-¡Fifi!- me dijo ya gritando.
-Perdón, creo que me deje llevar.
-Sí, pero aun te acuerdas de tu pandilla ¿verdad?
-Claro. ¿Y qué paso con Copo y Ñiumy?
-No lograron escapar. Estábamos escondidos buscándote y el tipo de control animal nos encontró y se los llevo, trate de alcanzarlo pero el camión iba demasiado rápido.
-Entonces hay que salvarlos. ¿Te acuerdas si el camión tenía algo escrito?
Luego fuimos a la computadora y buscamos hasta que dimos con el blanco. Nos preparamos para salir pero empezó a llover. No podíamos salir así que creamos un plan para salvarlos. Trepáramos todo, pero nos faltaban las bombas y corta vidrios.
En ese momento llego Charlie. Como siempre me lancé sobre él y nos besábamos. Después le pedimos ayuda y cuando le contamos el acepto, aunque parecía que no se llevaba bien con Trueno.
Llegamos al lugar y me daba un poco de miedo, estaba oscuro y habían perros ladrándome. Trueno siempre fue valiente y no parecía tenerle miedo a ellos, pero yo si les temía, en especial cuando se ponen violentos. Abrase a Charlie y se envolvía en mí y me cubría. Llegamos a la oficina y un señor nos atendió. Al principio parecía bueno pero poco a poco parecía malo.

Charlie
El dueño del lugar empezaba a comportarse con cierto disgusto y algo raro cuando miraba a Fifi y a Trueno. Llegaron dos empleados y al parecer uno de ellos reconoció a Trueno. Decía que era el gato que se le escapo y luego trato de arrebatárselo a Fifi. Aunque odia a ese gato, odiaba más ver a Fifi llorar. Sin dudarlo embestí al sujeto y le dije a Fifi que tomara las llaves y corriera. Los otros dos sujetos empezaron a perseguirla. Trate de acompañarla pero primero me tenía que quitar de encima al que tire. Empezamos a golpearnos y después de muchos golpes lo deje en el suelo, aunque yo estaba muy cerca de terminar igual, pero Fifi me motivaba a no caer. Corrí dentro del lugar y escuchaba gritos, los seguí hasta que logre ver a Fifi que aun corría de los dos sujetos, me volví a lanzar contra ellos y al tirarlos se cayeron unas jaulas vacías encima de nosotros. Quedamos atrapados y fue entonces cuando aquel gato regreso y trato de sacarme jalando de mi zapato, ayudo un poco y luego ya logre salir un poco y cuando estaba cerca de ser libre, uno de los sujetos tomo mi pierna, pero Trueno le rasguño y me soltó. Luego paso Fifi corriendo con otros dos nekos y me grito que volviéramos, salimos y aunque nos mojamos mucho regresamos a casa sanos. Los nekos se sacudieron y Fifi hiso lo mismo. Descansamos y luego Fifi me presento a los otros dos. Uno se llamaba Ñiumy y era un gato tigre, la otra se llamaba Copo y era blanca.
Les serví un tazón de leche a cada uno y luego un vaso de leche a Fifi.
Paso la noche y Fifi durmió con sus amigos y me sentía un poco celoso, era la primera vez en mucho tiempo que ella y yo no dormíamos juntos.
Me levante y al bajar veía a Fifi hablar y despedirse de sus amigos, cuando me vieron, Fifi me pidió que la acompañara. Me despedí como pude pero no entendía su lenguaje, por lo que Fifi se ofreció de traductora.
-Gracias por todo- dijo Trueno en su idioma.
-No te preocupes.
-Y por favor cuida de Fifi, si la llegas a lastimar yo mismo te saco los ojos.
-Ella está en buenas manos. No te preocupes.
-Ñyaa, mia nya- Fifi ya no tradujo.
-Me da pena, ¿enserio debo decirlo?- le dijo Fifi a Trueno. Él la miro y ella acepto.
-Dice Trueno que te da su permiso para que nosotros seamos novios y que está feliz de que tú me cuides.
Antes de irse, Trueno y yo estrechamos nuestra mano y pata y luego los tres se fueron.
Cuando le pregunte a Fifi que por que se fueron, ella me dijo que tenían que continuar con su vida, y cuando le pregunte qué porque ella no los acompaño me dijo que su nueva vida era a mi lado. Cuando dijo eso yo me en contenté y la bese tan fuerte que al vernos ella estaba totalmente roja del rostro, como si fuera nuestro primer beso.

Mi neko maidDonde viven las historias. Descúbrelo ahora