8 vidas

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Charlie
Renata iba a lastimar a Fifi así que me interpuse y recibí una apuñalada. Me desperté y estaba en una camilla de hospital. Pregunte por Fifi y tuvieron que venir doctores y guardias a controlarme, ya cuando me calme le pedí a un enfermero llamar a Fifi.
Un doctor me cuido hasta que llego Fifi por la puerta a gran velocidad, me abrazo y antes de poder besarnos unos guardias la sacaron. Me quede solo y luego empezaron a lanzar ropa por la ventana. Luego entro Fifi como neko y cuando volvió a su forma humana me pidió que no la viera hasta que se vistiera. Cuando termino se lanzó sobre mí y nos besamos, luego se recostó en la camilla y nos dormimos, paso la noche y llego un doctor enojado, nos regañó por dormir juntos en la camilla.
Me hicieron un diagnóstico y podría salir del hospital en unas horas. Estaba feliz aunque no pudiera moverme tanto hasta que me volviera a acostumbrar. Iba a tener que pasar una semana en casa.

Fifi
Charlie había regresado y por primera vez dependía totalmente de mí, y aunque era cansado, era lo mejor que podía hacer para el amo. Lo alimentaba, jugaba con él, le ayudaba a correr, y lo bañaba, algo muy divertido para mí.
Un día hable con Carol y organizamos algo para que James y Charlie se reconciliaran. Pensamos en llevarlos a un buen restaurante y engáñalos para que tuvieran que hablar entre ellos. Sacamos una cita en un restaurante medio lujoso y cuando llego el día los llevamos sin que sospecharan nada. Charlie me preguntaba mucho sobre dónde íbamos y yo solo le decía que era sorpresa. Cuando llegamos, Carol se acercó y me fui con ella despidiéndome de Charlie con un beso. Luego llego James y se sentó enfrente de él. Carol y yo nos sentamos en otra mesas y desde cierta distancia los veíamos a ambos, al principio no hablaban mucho pero después de medio plato de sopa hablaron como hermanos, se contaban muchas cosas, sus aventuras, lo que hacían, y con eso empezaban a reír. Terminaron su comida y salieron. Nosotras los seguimos y caminaron por las calles durante horas hasta que terminaron. Nosotras fuimos con ellos y Carol tomo de la mano a James y yo abrase del brazo a Charlie.
-Charlie, ¿ella es tu novia?- dijo James.
-Sí, es la mejor novia que podría existir.
-Entonces cuídala. Una enfermera, de verdad,- dijo mirándome -me dijo que ella venia todos los días a verte.
Charlie me observo y luego se despidió de su hermano. Regresamos a casa y el amo me tomo de la cintura, se pegó a mi sin darme cuenta ya me estaba besando. Era tarde y decidimos ver una película, así que baje unas cobijas y Charlie hiso palomitas. Vimos varias películas hasta que nos dormimos.
Yo me levante y recogí las cosas, luego prepare el desayuno y espere a que se levantara. Cuando por fin lo hiso él se sentó y tenía la cabeza agachada.
-Charlie ¿qué pasa?
-Nada no te preocupes.
-Dime, sabes que me pongo triste si tú lo estas.
-¿Te puedo preguntar algo?
-Si lo que quieras.
-¿Quién es Thomson?
-¡¿QUÉ?! ¿Cómo lo conoces?
-En el hospital, durante mi sueño, una voz de fondo me decía que tu debías estar con él y...
-¡NOO! Yo quiero estar contigo y no con ese tipo que me lastimo.
-Él es tu antiguo amo, ¿cierto?
-No quiero volver con el- dije agachando la cabeza.
-Y yo no permitiré que te lleve- dijo con lágrimas en los ojos -No quiero. ¿Sabes cómo me sentía?, ¿Sabes lo doloroso que era no poder sentir tu mano aunque tú estuvieras ahí?
-Charlie, tu...
-No quiero volver a alejarme de ti, jamás, por que en verdad te amo... y... y- el no soporto las lágrimas.
Yo fui a su asiento y lo abrase lo más fuerte que pude, luego lo recosté en el sillón de la sala y coloque su cabeza encima de mis piernas. Con una mano acariciaba su cabello y con la otra agarraba su mano. Yo cantaba una tierna canción de cuna y hacia que él se tranquilizara. Después de unos minutos, el amo dormía y yo lo deje en el sillón. Me preocupaba que cosas malas fueran a pasar y que Charlie terminara otra vez destrozado.

Charlie
Pasaron unos días y todo había vuelto a la normalidad. Tenía que regresar a la escuela y terminar varias tareas.
Yo estaba listo para irme, solo me tenía que despedir de Fifi e irme. Al momento de salir Fifi me beso y luego se metió a la casa.
En la escuela me encontré con mis amigos y me dieron la bienvenida. Las clases eran igual de aburridas pero ya no me podía quejar, pronto me titularía.
Termine y regrese a casa, todo era normal y también la bienvenida de Fifi, esperarme detrás de la puerta y besarme cuando la abriera. Realmente extrañaba esta tranquilidad.
Cuando íbamos a dormir, Fifi me miraba gentilmente, tenía una cara de niña pequeña y tenía los cachetes inflados. Yo se los revente y ella volvió a inflarlos, repetimos eso hasta que ella me tomo de las manos y empezó a revolvernos en las cobijas. Reímos cuando nos quedamos atorados y luego dormimos.
En el sueño, Fifi y yo caminábamos por la ciudad, había neblina muy densa y no había gente, solo ella y yo. Caminamos por unos minutos y luego la perdí de vista, la busque por un tiempo y luego vi a un policía, me acerque a él pero poco a poco daba miedo. La sombra de su gorra le tapaba los ojos. Me acerque más y a lo lejos vi a Fifi detrás encerada en una jaula.
-Si la quieres salvar tendrás que ir con ella- me dijo lanzándome una llaves -Pero, mientras corras te disparare por la espalda- termino, y sacando una pistola se apuntaba a la cabeza -Tú eliges.
Yo tenía las llaves y si lo observaba sabría por donde iría la bala. Me lancé hacia Fifi y cuando llegue a su jaula la abrí y ella salió, pero antes de poder hacer otra cosa, sonó el disparo de una pistola y la bala llego tan rápido, por suerte esta solo paso enfrente de mis ojos y cerca de cuello de Fifi.
-Tuvieron suerte, aunque ustedes solos se salvaron. Solo les recuerdo, tarde o temprano vendré por ustedes, y espero que sea con mi última bala.
Luego se retiró, desapareciendo entre la niebla.
En ese instante me desperté de golpe. Mire a Fifi y ella seguía dormida, abrazando mi pierna y colocando la suya y su cola encima de mi rostro.
Trataba de entender, no sé qué era, ni quien era ese sujeto, pero presiento que algo malo vaya a pasar.

Mi neko maidDonde viven las historias. Descúbrelo ahora