VII

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Ah, ¿Quién es Markus?

Bueno, ese idiota es mi hermano. Ahora, se están preguntando...
"¿Cómo es eso posible si tú fuiste creado por un científico hace más de 50 años?"

Pues, veamos... Gerald Robotnik fue un científico muy prestigiado y envidiado por todos, ya que presumía tener muy buenos resultados, en cuánto a mí, "La última forma de vida perfecta y suprema".
Un día, cuando yo tenía algunos años de ser creado, Gerald tuvo que ir en nave a la Tierra, dejándome encargado con María...
En el camino, se encontró con un mugroso niño llamado Markus, al cual adoptó y lo llevó consigo de regreso, y para acabar de molestar, trajo a sus amiguitos tontos también... Pues, así técnicamente nos hicimos "hermanos"... Irritante ¿Verdad? Simplemente no lo soporto, Gerald nunca me dijo cómo los encontró, pero no me importa, ese idiota es un dolor de cabeza para mí, y me arrepiento de haberlo conocido.

Ahora, solo espero que ese imbécil me saque de aquí.

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*Narra Amy*

Finalmente, llegó Shadow, me pregunto... ¿Con quién habrá hablado? ¿Tiene amigos? ¿Compañeros de trabajo o algo así?
Como sea, no me incumbe.

Pasa un rato y sin poder hacer nada, ¿Qué tanto harán los que están condenados por cadena perpetua?

De repente, de nuevo, abren la celda, ésta vez no nos dijeron para qué, solamente me sacaron a mí.
Me llevaron a un cuarto extraño, pero bastante elegante. Por supuesto que fui esposada y acompañada de un policía.

— ¿Qué hacemos aquí? — Pregunté preocupada.

— Ya lo verá. — Respondió  seriamente el policía.

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La murciélaga, el zorro y el equidna estaban esperando al detective encargado de su caso.
Lo ven llegar con unos cuantos papeles y documentos.

— Bien, chicos... — Dijo un erizo de pelaje rubio y ojos verdes. —Los principales sospechosos ya han sido preparados para el interrogatorio.

— Muchas gracias detective ¿Nathaniel, cierto? — Preguntó el zorrito.

— No hay de qué, para servirle, así es, Detective Nathaniel. — Dijo, retirándose aquel erizo.

— Bien, aquí vamos. — dijo Rouge.

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— Pasajeros del vuelo 312 a Möbius Beach, favor de reportar su pasaporte con su  identificación oficial, para luego empezar a abordar el avión. Gracias por elegir volar con nosotros. — Dijo una voz femenina perteneciente a una azafata a través de un micrófono.

— Hey, imbéciles, es hora de llevar los pasaportes. — Dijo un Yīndáo Lí de cabellos grises.

— Tú no me dices qué hacer, Juaneto. No me estés molestando, estoy ocupado. — Dijo otro Yīndáo Lí de pelo morado, quien estaba presionando botones al azar de una máquina de videojuegos.

—  ¡Órale Marín, que no tenemos todo tu tiempo! Aprovecha que tuvimos suerte para comprar boletos a la última hora. Aparte de que ya hemos perdido vuelos anteriores veces. — Mencionó  ésta vez, el mayor de los Yīndáo Líes, un pelirrojo pecoso de ojos azules.

— Bien, bien. — Dijo Marín, tomando su maleta. — Markus, ¿Para qué te necesita Shadow?

— Sepa la fregada, pero me alegra poder ayudarlo. Ya sabes, es mi hermano. — Volvió a decir el pelirrojo.

— Yo pensé que te odiaba.

— Jajajaja, no me odia, me repudia.

— Jajajaja, ya entendí, ya entendí...

— ...

— Vale, hay que irnos ya. — Añadió Juan.

— Ya, vamos... — Mencionó Marín.

Los tres amigos tomaron sus respectivas maletas y dieron los documentos necesarios.
Minutos después se encontraban en el avión que los dejaría en su destino; Möbius Beach.

— Y, ¿Con quién dejaste la casa, animal? — Preguntó Juan hacia Markus.

— Con Rosita y con Ximenita, ya sabes que ellas no hacen nada — Dijo el mencionado.

— Sólo espero que no se les ocurra hacer una fiesta y destruirla en una sola noche. — Dijo Marín.

— ¡Como si no lo hubiéramos hecho antes! — Mencionó de nuevo Juan, para luego empezar a reír. — ¿Verdad?

— No fue mi culpa. — Dijo Markus, mientras se acomodaba en su asiento.

— Hmp, ya lo veo, pero... ¿Qué me dices de la patrulla que estabas muy cerca de chocar, idiota? — Añadió Marín.

— ... Chale, me humillaron bien ojete.

— ¡Jajaja! Creo que volviste a caer. — Mencionó Juan, quien empezó a hacerle cosquillas a Markus.

— ¡Jajaja, detente! — Exclamó Marco. ¡Ahhhhh! ¡Ahhhh, ya que me excito!

— ¡Jajajajajaja! ¡Cállate, jodido enfermo! — Exclamó Juan.

Así se la pasaron gran parte del viaje; riéndose y divirtiéndose como siempre lo habían hecho. Les esperaba un largo viaje para poder llegar a tiempo mañana, sino, Shadow se desquitaría con los tres.

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*De vuelta en Möbius B.*

— Muy bien, pasen por aquí. — Dijo Nathaniel guiando a lo que quedaba del Sonic Team. — Ustedes se quedan en ésta sala en donde escucharán todo el interrogatorio con los sospechosos, ¿Vale?

— Vale. — Mencionaron los tres al unísono.

— Sólo desearía que Amy nos acompañara. —  Habló triste el equidna.

— Yo también. — Dijo Rouge, con algo de melancolía.

— ¿Dónde estará? — Preguntó  Tails preocupado.

— Ni idea... — Respondió la albina.

De repente, una pequeña pantalla se enciende y muestra la dichosa sala de interrogación, mostrando a su querida amiga color rosa.

— ¡¿Amy?!

EN LA CELDA - Shadamy 🎇¡Actualizada!🎇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora