-Dazai, tengo una pregunta muy importante que hacerte.
Kunikida fijó sus ojos dorados en su compañero, que le dio pie a la cuestión elevando una ceja con cierta dejada elegancia natural. Ambos estaban bebiendo después de un largo día de complicadas y agotadoras misiones, acababan de empezar. Primer bar, y la segunda cerveza le había dado al rubio el valor suficiente para plantear eso que llevaba días torturándolo.
-Sé sincero, por favor. ¿Eres gay?
-¿Qué? -El suicida empezó a reírse, llevándose el vaso a los labios-. ¿Estás de broma?
-En realidad va en serio. Hace semanas que tengo esa duda.
-No, no soy gay, Kunikida-kun. A mí me gustan las mujeres.
"Y los hombres siempre y cuando sean más altos que yo..." Pero había preguntado si era o no gay. La bisexualidad es otro tema distinto.
-¿Sólo?
-Em... mayormente. No me verás proponerle suicidio a nadie más.
-¿En serio?
-Que sí, pesado.
-Vaya.
Kunikida parecía bastante decepcionado, como si hubiera esperado o incluso deseado otra respuesta. Y su compañero volvió a levantar esta vez ambas cejas con una mirada algo burlona.
-Tengo una idea. -Comenzó el suicida, analizando la situación y deduciendo lo que le pasaba de verdad al idealista-. Bésame. Así te convencerás de las cosas.
-¿Qué? Eso no tiene ni pies ni cabeza. Te recuerdo que ambos somos tíos y acabas de negar que te gusten.
-No pongas en mi boca palabras que no he dicho. Y hazme caso. Las cosas quedarán claras para ti; no hablo precisamente de mi sexualidad.
Doppo se quedó unos minutos cavilando la oferta. Sin embargo, Osamu era impaciente en contadas ocasiones. Esta fue una de ellas. Sin molestarse en preguntar, lo agarró por la camisa y juntó sus labios de manera brusca. No abrieron la boca, pero la fuerza del contacto labial fue suficiente. Quizá unos cuantos clientes del establecimiento y ese camarero con cara de borde los estuviesen mirando, pero les importaba entre poco y nada. No se demoraron mucho tampoco, no fue un beso intenso. Se limitaron a poner una boca contra la otra, como si se dieran un golpe. Aunque el rubio pudo notar como los labios contrarios eran más suaves que los de cualquier mujer que hubiese conocido antes. Dazai había cerrado los ojos y Kunikida los tenía abiertos como platos. Cuando el suicida se separó, mordiendo juguetón con los propios el labio inferior del idealista, este primero sonreía. El otro estaba más sonrojado de lo que jamás lograría ponerlo cualquier licor.
-Esto se llama beso platónico. -Le dijo-. El próximo podría ser romántico.
-¿Y entonces eres...?
Dazai se dio una palmada en la frente ante la expresión anonadada de su compañero. Y luego sonrió.
-Soy bi, Kunikida-kun.
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Kiss me, Kunikida-kun [BSD yaoi] [Kunikidazai fanfic]
FanfictionConjunto de drabbles inspirado en un reto que me encontré por Tumblr: el askfic kiss meme. Y que sí, que dice ask, pero no va a ser necesario que nadie pida nada, tranquilos. Ya me encargo yo de enseñaros todos esos besos que Kunikida y Dazai pueden...