Capítulo 11

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Al amanecer, pude ver lo cansado que estaba mi rostro con las ojeras que llevo por no dormir. Aún seguía pensando en lo que sucedió anoche, en la sensación que invadieron mis labios cuando fingía estar durmiendo. No sabia como reaccionar al ver a Jack ni como tomarlo, nunca he besado a alguien antes y mi primer beso se lo llevó un chico.

Lo peor de todo es que no lo encontraba para nada desagradable, no se que pensar sobre esto.

Jack seguía durmiendo y mi padre aún no llegaba a casa, lo más probable es que fuera directo al trabajo. Esperó que la visita de ayer lo haya ayudado un poco, no me gustaba ver como cada vez iba perdiendo motivación en todo.

Bajé a la cocina para preparar el desayuno para mi y para Jack. No sabía cocinar mucho, por lo que solo planeaba hacer algo sencillo.

Mi celular vibró cuando terminé de preparar todo. Era un mensaje de ese bastardo.

[Número Desconocido]

Desconocido: Buenos días querido, ¿amaneciste bien?

Basil: ¡Corta esta mierda y dime quién eres antes que te exponga a la policía!

Desconocido: Me lastimas que preguntes quien soy cuando ya me conoces, hemos hablado incluso. Sin mencionar que no recomendaría que hables con la policía, no si quieres seguir viendo a tu padre.

Mi respiración se detuvo al leer el último mensaje, temblando por las imágenes que venían a mi cabeza.

Esperaba que estuviera malinterpretando sus palabras, que estaba delirando, pero la fotografía que envió después confirmó mi mayor pesadilla. Mi padre apareció amarrado en una silla, su cabeza sangrando por una herida, posiblemente lo golpearon con un objeto pesado para dejarlo inconsciente.

Perdí la fuerza en mis piernas y caí al suelo, dejando mi celular caer a un lado.

—¡Basil!—Jack, quien bajó justo para verme en el suelo, corrió a mi lado—. ¿Estás bien? ¿Qué sucedió?

Quería decirle, quería decirle todo lo que estaba pasando. Sobre el acosador, sobre la muerte del director y su madre, las fotos, mi padre, todo. Pero al pensar en lo que me envió, en como tiene a mi padre en sus manos, me era imposible. No podía decir nada, me sentía impotente.

El dijo que ya habíamos hablado antes, que ya nos conocíamos. Las personas con las que he hablado desde que me empezaron a llegar esos mensajes las podía contar con una sola mano.

Jack, Drake, William y el profesor Gilbert.

Ellos eran las únicas personas que han llegado repentinamente a mi vida, las únicas personas que podría ser el acosador.

—Basil, estás pálido y tu cuerpo está frío. Creo que lo mejor es que subas a descansar. —Jack apoyó su mano sobre mi mejilla mientras me miraba preocupado.

Mis ojos comenzaron a arder al verlo y, sin previo aviso, lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas, sorprendiendolo.

—No vayas a la escuela hoy, voy a explicar tu ausencia para que puedas descansar, ¿ok?—Sus dedos limpiaron las lágrimas que caían y sus labios se acercaron a mi mejilla, depositando un beso—. Te acompañare hasta tu habitación.

No dije ninguna palabra y solo lo seguí mientras me guiaba de la mano hasta la habitación. Al momento que me acosté y mi cabeza tocó la almohada, todo el cansancio acumulado por lo de hoy me llegó de golpe y caí dormido al instante.

Lo último que recuerdo antes de dormir fue algo suave tocando mi frente y unas palabras de Jack que no logré escuchar.

.

.

No sabía cuánto tiempo pasó hasta que desperté. Tenía demasiada sed por lo que bajé a buscar agua y refrescarme.

Jack parecía no haber llegado aún, debe de estar en la escuela todavía.

Cuando estaba por volver a mi habitación para relajar mi mente, alguien golpeó en la puerta. No podía tratarse de Jack ya que él tenía llave, tampoco debe ser el profesor Gilbert por la hora. Por un momento pensé que se trataría de Drake, pero al abrir la puerta me lleve con la sorpresa de ver a William del otro lado.

—¿William? ¿Qué haces aquí?—pregunte sorprendido. Era la persona que menos esperaba encontrar en la puerta de mi casa.

—Ha pasado un tiempo desde la última vez que te vi y estaba preocupado por cómo te fuiste la otra vez, por lo que decidí hacerte una visita —sonrió mientras me miraba—. Espero que no te moleste mi visita.

—No te preocupes. No tengo nada que hacer por el momento, por si quieres pasar.

No pensé que fuera extraño el cómo obtuvo mi dirección, quizás me vio entrar en algún momento ya que mi casa no estaba tan lejos del parque donde siempre lo veo. Sin mencionar que me vendría bien un poco de compañía por el momento.

William pareció alegrarse aún más luego de que lo invitara a pasar, pero justo cuando entro y estaba por cerrar la puerta, otra voz me detuvo.

—Basil, ¿estás bien? Me tenías preocupado—Drake apareció de la nada, mirándome de pies a cabeza como si estuviera verificando que no estuviera lastimado ni nada por el estilo.

No esperaba ver a Drake también hoy, y lo que más me sorprendió es que no se encontraba solo.

—Espero no molestar con mi visita, me tenias preocupado—Gilbert estaba justo detrás de Drake, con su habitual sonrisa.

Sin mencionar que Jack justo venía llegando detrás de ambos, luciendo algo molesto al notar a las otras dos personas.

Antes de poder decir algo al grupo, un mensaje que me dejó más sorprendido aún llegó.

"Como tanto quieres encontrarme, juguemos un pequeño juego. Si ganas, obtendrás una recompensa; si pierdes, recibirás un pequeño castigo <3.

Estoy entre tus nuevos invitados, ¿puedes descubrir quien soy ahora?"

Acosado Por Un Psicópata [BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora