Acosado Por Un Psicópata [BL]

Capítulo 32

Intenté acercarme al lado de William cuando sentí como algo chocaba contra mis piernas, deteniéndome. Al mirar abajo, me sorprendió ver al hermano pequeño de la chica aferrándose a mis piernas.

Sus manos temblaban pero no parecía querer soltarme, y su acción fue tan repentina que ni William ni la chica se lo esperaban. No sabia como reaccionar, pero sentí que el ambiente parecía haberse vuelto pesado, y la expresión de William no era para nada buena.

Sus ojos miraban fijamente al niño en mis piernas, como si deseara alejarlo con fuerza de ahí. Escondí al pequeño detrás de mí de manera inconsciente, lo que causó que su expresión empeorara.

—Basil, ¿qué crees que debo hacer con ellos?—Levantó el rostro de la chica, quien lo miraba con odio—. Ya no tienen utilidad, y nunca perdonare el daño que esta mujer te hizo. Puedo eliminarlos sin problemas.

Deslizó el cuchillo por la mejilla de la chica, dejando un pequeño corte mientras sonreía. No sabía si sería capaz de hacer algo para ayudarlos, no creía que William los dejará ir sin hacerles nada, era poco probable.

Lo único que podía hacer era tiempo.

—¿Quienes son ellos?

Wiliam me miró por unos minutos, como si estuviera pensando en algo, antes de responderme.

—No entiendo porque quieres saber quienes son cuando morirán pronto, pero no me importa responder. Después de todo, es una pregunta que me has hecho tú —sonrio, mirandome con obsesión antes de desviar su mirada al niño detrás de mí—. El nombre de esa cosa detrás de ti es Miles. Lo retuve en esta casa solo para obtener una herramienta que pudiera utilizar en todo momento.

Sus palabras eran frías, como si no estuviera hablando de una persona sino de un objeto. La chica temblaba con una ira que era obvia en su rostro al escucharlo hablar.

—Como debes haberte dado cuenta, esta perra desobediente es su hermana —arrastró por el pelo a la chica, arrojándola frente a mi—. Su nombre.... creo que era Catherine o algo así. Sus padres eran cercanos a los míos, por lo que la conocí cuando era pequeño. Nunca pensé que sería tan útil hasta ahora, pero nunca esperé que se atreviera a hacerte daño sabiendo las consecuencias que vendrían.

Volvió a levantar por el pelo a la chica, Catherine, para luego azotar su rostro contra el suelo. Sentí como el pequeño Miles temblaba a mis espaldas, era obvio que estaba viendo lo que estaba sucediendo a su hermana en estos momentos.

William parecía listo para darle fin a su vida, por lo que pregunté algo para distraerlo.

—¿Qué les pasó a tus padres?—Sus movimientos se detuvieron al escuchar mi pregunta, relajando la tensión en mi cuerpo—. Son los que están colgados en el sótano, ¿no? Creo haber visto algunos cuadros de ellos, pero no parecían muy armoniosos.

Su expresión fue de sorpresa, no esperando que preguntara sobre su familia, pero luego comenzó a reír. No entendía lo que estaba pasando ni que encontraba divertido de mi pregunta, pero no parecía estar enojado ni triste sino.... feliz.

—Me alegra ver que quieres saber más de mí, pero ahora no es el momento para eso, Basil —apoyó su pie sobre la espalda de Catherine, impidiendo que se moviera—. Ahora es el momento del juicio, no puedo perdonar lo que esta perra te hizo sin importar que. Así que, dime Basil. ¿Cuál crees que debería ser su destino?