Capítulo 31

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Me quedé sentado por unos minutos antes de levantarme y buscar la casa de William. Era obvio que el lugar donde se encontraba era su casa, y que la chica de antes debe de estar con él en estos momentos, pero no sabía la ubicación exacta. Solo era consciente de que el lugar estaba cerca del parque, por lo que busqué por los alrededores hasta encontrar un lugar que parecía ser el correcto.

Era una mansión, nunca me había fijado en ella antes ya que no era un lugar muy habitado y se encontraba algo apartado. Lucía abandonado, pero podía vislumbrar como algunas luces parecían estar encendidas, indicando que alguien se encontraba dentro.

Caminé hasta la entrada y la puerta no se encontraba cerrada, por lo que entré y vi el lugar donde perdí la consciencia por última vez.

El suelo se encontraba con sangre y el oso de peluche que la chica había tenido, estaba tirado cerca de la puerta. No podía ver a nadie presente en el primer piso y tampoco escuchaba algún movimiento, por lo que no debían de estar aquí.

Pensé que tal vez estarían en el sótano y me acerqué a la puerta, pero antes de poder abrirla, escuché un grito proveniente del segundo piso. Me alejé del sótano y subí las escaleras hasta llegar al familiar pasillo. No sabía en qué habitación se encontraban, por lo que primero me dirigí hacia la única que conocía, el lugar donde había despertado por primera vez en este lugar.

Abrí la puerta y miré alrededor, pero no era el lugar correcto. Estaba vacío, sin ninguna señal de William o la otra chica.

En el momento en el que cerré la puerta, escuché un golpe proveniente de la habitación al final del pasillo. Reconocí la puerta como una de las que no pude abrir cuando exploré el lugar antes, pero al momento en el que apoyé mi mano en la manilla de la puerta, se abrió.

—¿¡Basil!?—William se sorprendió al verme abrir la puerta—. No esperaba que volvieras tan pronto. Pensaba ir a buscarte apenas terminara aquí.

Al abrir la puerta por completo, pude ver todo lo que estaba sucediendo dentro de la habitación. William tenía agarrada del pelo a la chica rubia de antes en una mano, su rostro lastimado y su cuerpo cubierto de cortes, y en otra llevaba un cuchillo. Parecía listo para darle fin a su vida, pero la chica seguía luchando con esperanza de librarse, aún cuando sus esfuerzos eran en vano.

No quería ver como perdía su vida frente a mis ojos, por lo que alejé mi vista de su cuerpo solo para darme cuenta que había alguien más en la habitación. Un niño pequeño se encontraba oculto en un rincón, temblando mientras derramaba lágrimas de miedo. Su apariencia era idéntica a la de la chica, por lo que debía tratarse de su hermano que ella mencionó antes.

—He-hermana —llamó el pequeño entre lágrimas, mirando con miedo como su hermana era arrastrada por el pelo—. De-deja a mi her-hermana.

—¡Miles, cierra los ojos! ¡Pronto estaremos bien!—Gritó la chica, levantando sus manos y enterrando sus uñas en los brazos de William.

Al ver sus acciones, William la arrojó hacia la pared y pateó su estómago con fuerza. El pequeño grito asustado al ver lo que pasó, corriendo rápidamente hacia el lado de su hermana pero ella lo detuvo con la mirada, advirtiendo que era peligroso acercarse.

Cerré mis ojos, tratando de calmar mis nervios antes de volver a abrirlos y mirar a la persona que estaba parada al lado de William, aunque él no era capaz de verlo.

Pronto todo terminará y volveré a tu lado.

Acosado Por Un Psicópata [BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora