Mi Estupido Jefe

1.Trabajo

Que se vaya a la mierda la gente que me decía que no iba a conseguir mis sueños de irme a vivir al estranjero. Mirarme! Quien esta ahora en New York eee?! Tragaros ahora vuestras palabras narcisistas de mierda.

Vale, a lo mejor exajero un pelin, pero cuando le decía a alguien que quería venirme a Estados Unidos se reían en mi cara. Y pues como la buena chica que soy mirarme! Estoy viviendo mi sueño.

Mi nombre es Makenzie Morgan, si, lo se, un nombre muy Americano para ser Española. Cosas que tiene la vida. A mis padres les encantó ese nombre cuando vinieron de vacaciones — luna de miel— y pies ahora me llamo así Makenzie.

Tengo dos preciosos hermanos de 7 años. Natalia y Dylan. Dyaln, si, muy americano también. Mis padres me tuvieron relativamente joven, por la sencilla razón de que me llevo 11 casi 12 años con mis hermanitos. Sip, eso conlleva a que soy una vieja de 18 casi 19 años. Si, nada mas e sudo mayor de edad y he podido volar del nido lo he echo.

Llevo en la gran manzana una semana en la que me e dedicado a decorar mi pequeño piso, no es que sea enano ni nada parecido, la verdad es que tiene dos habitaciones una cocina americana unida al salón y dos baños, uno en la habitación y el otro en el pasillo. Y también me dedico a cuidar de los hijos de la vecina para conseguir dinero para comer.

Esos demonios se llaman Ashley y Logan, tienen cinco años. Y no paran de gritar y ponerme la cabeza con un bombo.

—MAKENZIEEEEEEE—grita la vecina sacandome de mis pensamientos.

—Digame señora Lordhyrd?— digo lo mas calmada posible.

—Los endemoniados hijos de la señora Parker han echado lejía en mi ropa!!

Contengo las ganas de echarme a reír ahí mismo y le oído disculpas.

Entro en mi apartamento otra vez y busco a esos diablillos de pelo rubio.

—Se puede saber que hacéis?

Están saltando en mi cama y el pequeño Logan haciendo volteretas. Si se abre la cabeza no sera mi culpa.

—Mak, queremos que nos enseñes a hablar español — dice directamente la pequeña.

—Encantada, pero eso no quita que le hayáis tirado eljia a la ropa de la vecina — pongo los brazos en jarra y los miro.

—Esquw su ropa era fea, auieriamls arreglarla— se excusa Logan.

—Si no fueran tan adorables y me hubiera echo tanta gracia les castigaría. Ahora los dos para casa que tengo que buscar trabajo — los bajo de la cama y ellos vuelven a corretear.

Camino por el pasillo de mi edificio siguiendo a los demonios que corren hasta su casa. Llamo a la puerta y la maravillosa Janin Parker me abre la puerta.

—Makenzie! Muchas gracias por cuidarlos. Que vaya bien la búsqueda. Esta noche ven a cenar.

Asiento y salgo  de su casa decidida a encontrar un trabajo de una vez por todas.

Las calles de la gran manzana son súper agetreadas y hay que ir esquivando a gente. La verdad eso me encanta, desde pequeña en alguna fiesta o festival era la única que conseguía excabullirme por entre la gente, y esto ahora ayuda mucho la verdad.

Diviso una panadería y entro a ver si necesitan algún trabajador. Pero nop, me echan a patadas.

Presiento que será una tarde muy larga.

[...]

Por lo menos de  veinte sitios me ha echado por no querer, cito textualmente : "No queremos extranjeros sin experiencia"
Mentira! Lo que no quieren es a alguien listo que sabe que le pagan menos de lo permitido.

Resoplo a mas no poder y me siento en un banco al lado de un abuelo que da de comer a las palomas. Este mi mira y se rie.

—Un mal día señorita?— dice simpático.

—Y que lo diga señor— bufo.

—Que la atormenta?

—No encuentro trabajo. — digo volviendo a bufar.

—Tienes acento, de donde eres?— este Abuelito es muy curioso.

—España.

—Me encanta ese país! Es una maravilla, y la paella! Ummm— se relame— y los toros! Solo he ido a dos corridas y casi me da un infarto cuando un toro corría hacia mi. Menos mal que estaba detrás de la barrera.— el ancianito se ríe.

—Yo se hacer paella. Y en mi pueblo hacen toros por la calle y yo solía correr delante con mis amigos— recuerdo esos viejos tiempos hasta que..... Bueno, da igual.

—Y como te llamas?

—Makenzie.

—Bonito nombre, por un momento pensé que te llamarías Maria o algo por el estilo.

—Que va!

—Y que GE trae por la gran ciudad?

—Toda mi vida soñé venir a vivir aquí, trabajr, estudiar, formar una familia todo eso — digo mirando al sueño.

—Me gusta que tengas sueños.

Me río, la verdad es que este anciano es muy simpatico, por lo menos algo me alegra el día.

—Y cuantos años tienes? Pareces muy jovencita.

—Tengo casi 19.

—Uy! Si, si que lo eres.— dice riendo.

Me río con el y admiro mi alrededor. Lleno de gente corriendo de aquí para ya, porque lo mas seguro es que lleguen tarde, hombres con el típico traje y maletín, mujeres con el típico café y los tacones mata pies.

—Señorita Makenzie, yo podría ayudarla con lo de su trabajo.

—Enserio?! Se lo agradeceria un montón.

—Y de que querrías trabajar?

—Me da igual, la verdad, lo único que quiero es conseguir dinero para vivir y ayudar a mi familia.

Asiente y seguimos el camino. A los pocos minutos estamos parados delante de un edificio gigantesco de cristal con las iniciales gigantes que son CS

Entramos y me quedo alucinada.

—Makenzie, estas en Industrias Collins, espero que te guste este sitio.

—Es una maravilla señor.

—Llamame Mark.

—Como el de el logo?— digo frunciendo el ceño.

—Exactamente. Soy Mark Collins, ese mismo Mark. El jefe de la empresa — abro los ojos como platos— no me mires así. Estas contratada.

Enserio!! Voy atrabajar aquí?! De la emoción le doy un abrazo, pero al darme cuenta de que es mi jefe me aparto rápidamente.

—Lo siento señor Collins.

—No es nada Makenzie, y llámame Mark.

Sonrió de oreja a oreja, esto no me puede estar pasando a mi.

—Gracias por esto Mark. Se lo agradezco millones— digo al borde de las lágrimas

—Jaja, no es para tanto mujer. Mañana quiero que estés a primera hora en mi despacho vale. Te lo explicaré todo.

—Una cosa. No tengo ropa formal— agacho la cabeza.

—No te preocupes. Mira, Megan, la secretaria te acompañará.

Dirijo la mirada acia la chica que ha dicho Mark. Es muy guapa la verdad y tiene pinta de tener mi edad. Creo que nos llevaremos bien.