Mi Estupido Jefe

7. Barcelona.

—You and I we're flying on an aeroplane tonight
We're going, somewhere where the sun is shining bright
Just close your eyes, and let's pretend we're dancing in the street
In Barcelona
Barcelona
Barcelona
Barcelona

»Well get up up on the dancefloor, move, it's a Saturday night
I fell in love with the sparkle in the moonlight
Reflected in your beautiful eyes, I guess that is destiny doing it right
And dance like they do in the Mediterranean
Spin you around me again and again and
You're like something that God has sent me
I want you baby, solamente.— tarareo mientras salimos del aeropuerto.

Aghhh adoro esta ciudad, aunque solo haya estado aquí una vez en mi vida.

—Porque cantas Barcelona?— dice el entrando en el coche.

—Poruque estamos en Barcelona ugh— digo obvia.

Rueda los ojos, al igual que yo. Me meto en el coche, que es un tesla, de los caros y nuevos, que como no, el millonario de Drew tiene que tener.

Según me ha explicado estaremos ocho días en España, y iremos a las cuatro ciudades mas importantes, Barcelona, Valencia, Madrid y Sevilla, en ese orden y estaremos dos días en cada una. Mañana mismo tenemos que ir a la reunión aquí en Barcelona, y hoy sera relax en el hotel o ir a ver algo.

Entramos en el hotel de cinco estrellas y subimos a la habitación.

—Como que tenemos que dormir en la misma habitación?!— se queja.

—No lo entiendo señor— dice la chica del mostrador en español.

El suspira y me mira para que hable.

—El pregunta que porque tenemos que dormir en la misma habitación.

—Porque cuando hicieron la reserva solo pidieron una, y ahora estamos completos y no podemos dar otra habitación. lo siento.

Asiento y cojo la llave de la habitación, después de sus indicaciones cojo mi maleta y comienzo a caminar.

—Entinces tendremos que dormir juntos?— pregunta alcanzando me.

—Así es.

El bufa.

«Amí tampoco me hace gracia»

Me tomo mi tiempo en abrir la puerta de la habitación por la puta tarjetita. Siempre joden la vida. Cuando mas necesitas abrir la puerta menos funciona.

Entramos en la habitación y me quedo pasmada, como me a dicho la chica es una de las mas grandes, que suele ser la de la noche de bodas. Y no sabes la gracia que me ha echo eso.

Recorro la habitación que tiene unas vistas de infarto, un ventanal gigante esta justo delante de la cama y ese ventanal dirije a un balcón enorme con piscina. Hay un baño de lo mas grande y un sofá delante de una televisión de pantalla plana.

—Veo que miras mucho el sofá, dormidas ahí— manda.

—Ja! Yo pienso dormir en la cama. Tu mismo — digo y me en cojo de hombros.

El rueda los ojos y bufa.

Me en cojo de hombros y salgo al gran balcón.

Mierda! Se ma ha olvidado el paquete de cigarros. Tendré que ir a comprar.

Entro dentro de la casa y cojo dinero, que por suerte no había cambiado a dolares.

—Donde vas?

—A buscar un estanco. Te vienes y ves la bella Barcelona?— digo haciéndome una coleta alta.

—No tengo nada mejor aje hacer.

Lo miro de arriba a abajo y mi vista cae en si rolex.

—Como no vayas con cuidado tu rolex será robado — digo ríendo.

—Ya ves que problema mas grande.

Ruedo los ojos. Los millonarios y su dinero.

Salgo de la habitación con el ssiguiéndome de cerca, veo que se guarda la tarjeta en la cartera llena de billetes y vuelvo a rodar los ojos.

—No no, ese fajo de billetes se queda en la habitación. Estas loco si vas a salir con eso.

A los pocos minutos el vuelve con menos billetes, pero apuesto que aun lleva porlomenos mil dolares.

Antes de que le de al botón del garaje le soy una manotada haciendo que me mire con los ojos como platos.

—Nop, vamos a ir andando. Si vas en coche no harás turismo como se debe.

—Que me vas a dar un tour por Barcelona o que?— rueda los ojos.

—No, pero quiero que veas las cosas como una persona que no tiene tanto dinero.

Vuelve a rodar los ojos y salimos al exterior, el clima cálido me golpea de lleno y respiro hondo. Hacia mucho que no estaba tan a gusto.

Caminam sin rumbo por las calles de esta maravillosa ciudad, hasta que me pongo a gritar como una niña pequeña.

—Porque gritas?

—La tienda oficial del Barça, nunca e podido comprarme una camisa, son muy caras— lloriqueo.

—Eres del Barça? Ahora me caes mejor Makenzie.

Ríe y entra en la tienda. Casi me da un parón cardiaco al ver todas las camisas con los nombres de mis jugadores preferidos.

Veo a Drew cojer dos de ellas, una mas grande y otra mas pequeña y llevarlas a la caja.

—Que pongo? — pregunta el de la caja. — numero y nombre.

—Collins y el 15. Y ella Morgan y el.... 10— dice.

Como ha sabido que quería el diez?

El chicl asiente, y a los pocos minutos yo ya doy saltitls de alegría con la camiseta entre mis manos.

—Como sabias que quería el diez?— pregunto.

—Varias razones, primero, se que cumples el 15, y claro como ese es mi numero pues pensé en el 10, y te vi mirando todo loqnje tenia que ver con Messi.

Me sonrojo un poco, tampoco de nota tanto que es mi ídolo verdad?

Seguimos nuestro camino después de comprar mi tabaco.

Cuando llegamos al hotel corro al baño a probarme la camiseta. Suelto un gritito de felicidad al vermela puesta.

—Morgan! Ven!

Salgo del baño y veo que el también tiene su camisa puesta.

—Me vas a hacee unas fotos en el balcon.

Ruedo los ojos. No puede pedírmelo por favor nisiquera?

Me da su móvil ultima generación con la mejor cámara del mundo y salimos al balcón, de fondo se ve el edificio del agua y alguno de los otros que son famosos.

Después de unas tropecientas fotos alguien toca la puerta.

Es el servicio de habitaciones que llama a la puerta.

—Me vas a hacer jn favor muy grande chici— dice el es tirándole del brazo.

Por suerte este entiende ingles.

Después de miles de explicaciones, el chico nos hace dos fotos a los dos. No se porque, pero bueno. Una normal de cara y sonriendo. Y la otra fue en mi contra cuando Drew me cogió como jn saco de patatas y se puedo de culo a la cámara, la verdad es que estaba chula. Hay que decirlo.

Ahora me encuentro tranquila tumbada en la cama esperando a que a Drew le de la gana apagar la jodida luz.

—Enserio, quiero dormir, mañana soy tu traductora, y como no descanse no podré concentrarme y todo ira mal— me quejo.

Bufa y por fin apaga la maldita luz.